¿Cuándo debo ir al psicólogo?

Consultar con un psicólogo cuando algo no acaba de ir bien puede ser el primer paso para encontrar soluciones estables y duraderas.

¿Qué situaciones pueden llevarnos a la consulta del psicólogo?

Los motivos que hacen que alguien llame a la puerta de un psicólogo pueden ser muy diversos y no siempre están relacionados con ningún trastorno o patología.

Cualquier persona puede atravesar momentos difíciles a lo largo de su vida, momentos que pueden venir acompañados de angustia o tristeza. A veces, esas emociones pueden ser la consecuencia de situaciones personales difíciles de gestionar, porque pueden llevar a la persona a entrar en un bucle de difícil salida.

Psicoterapia: un espacio seguro para hablar

La psicoterapia permite que la persona encuentre un espacio seguro para hablar de lo que le pasa, lo que permite que progresivamente pueda ir identificando la causa del problema.

A partir de ahí, se abre un tiempo muy valioso en el que la persona encontrará nuevas formas de afrontar determinadas situaciones ante las que antes se veía sobrepasada. El psicólogo es el encargado de llevar a cabo la dirección de ese trabajo.

Es importante tener presente que cada tratamiento es diferente, porque cada persona es distinta. Por ejemplo, el tratamiento de la ansiedad puede ser muy distinto en función de la persona que la sufra.

En este sentido, es importante darse el tiempo necesario para hacer una buena valoración. Para que el tratamiento sea efectivo, es importante que la persona que consulta se implique en el proceso; sin ese compromiso, difícilmente se conseguirán resultados terapéuticos.

Por este motivo, resulta imprescindible que la persona encuentre su momento personal para iniciar una terapia. Si crees que ahora es tu momento, te espero.