¿Cómo se le hace frente a un adolescente oposicionista y desafiante?

Escrito por: Sandra García Sánchez-Beato
Publicado: | Actualizado: 10/04/2024
Editado por: Top Doctors®

La adolescencia se trata de una edad complicada en la que lograr una buena convivencia entre padres e hijos se puede convertir en un reto en muchos hogares. Hay circunstancias que pueden agravar todavía más esta situación y una de ellas es, sin duda, el trastorno oposicionista desafiante (TOD).

 

Se trata de una condición muy difícil de gestionar para todas las partes involucradas, ya que, además de afectar en el ámbito familiar, también puede tener una repercusión negativa en el resto de sus relaciones interpersonales e, incluso, en el entorno académico. Aunque la ayuda psicológica es de gran ayuda para luchar por vencer al trastorno oposicionista, también es importante que sus padres aprendan a lidiar con ello.

 

 

¿Qué provoca el trastorno oposicionista desafiante en adolescentes?

El trastorno oposicionista desafiante acostumbra a aparecer en niños y, especialmente, en adolescentes, aunque también se puede llegar a ver en adultos. Las personas que sufren este trastorno tienden a enfrentarse a la autoridad y a desobedecer las normas, dificultando así la convivencia con su entorno.

 

Aunque este tipo de conductas pueden llegar a ser algo habitual en la adolescencia, el TOD las agrava todavía más. No son tan extremas como en el caso del trastorno de conducta, pero sí que son más habituales y fuertes de lo común. Algunos de los síntomas y características del TOD son: enfado e irritabilidad, mal humor, rápida pérdida de la calma, negativa a acatar las normas, discusiones habituales con las figuras de autoridad y tendencia a ser vengativos y guardar rencor.

 

Trastorno oposicionista adolescente
El enfado, el mal humor y la irritabilidad son habituales en el TOD.
 

 

Guía para tratar con tus hijos con trastorno oposicionista desafiante

Una parte fundamental para que los adolescentes aprendan a combatir el trastorno oposicionista desafiante es, sin duda alguna, recurrir a un tratamiento psicoterapéutico. Sin embargo, la educación en casa también es importante.

 

Los adultos pueden implementar ciertas estrategias para mejorar las relaciones intrafamiliares y hacer más fácil la convivencia. La educación en positivo es clave en este proceso, pero, a continuación, detallaremos unas sencillas pautas de conducta que ayudarán a lidiar con el TOD.

 

  1. Poner normas claras: el establecimiento de unas normas claras y sencillas es el primer paso para combatir la tendencia a luchar contra la autoridad que tienen las personas con TOD.

    Hay dos factores a tener en cuenta. Por un lado, es importante que las normas sean claras y concisas para que tus hijos tengan claros los límites, los interioricen y aprendan a respetarlos. Por el otro, el número de reglas debe ser limitado y coherente para evitar que el adolescente se sienta superado por una gran cantidad de normas que no es capaz de acatar.

     
  2. Refuerzo positivo: del mismo modo que se debe sancionar al adolescente cuando incumple las normas de convivencia, también es imprescindible alabar y premiar los comportamientos positivos. La gratificación recibida a cambio hará que estos comportamientos se instauren en su día a día.
     
  3. Valores: adquirir y transmitir ciertos valores básicos es vital en el desarrollo de un adolescente con TOD para que este logre integrarse en la sociedad. Algunos de estos valores podrían ser el respeto a las otras personas, la paciencia o la importancia del trabajo y el esfuerzo.
     
  4. Convertirse en un modelo a seguir: una forma efectiva de transmitir ciertos valores a nuestros hijos es convertirnos en un modelo de conducta. Es importante que seamos consecuentes con las normas que establecemos y que nosotros también las acatemos para convertirnos en referencia.
     
  5. Tiempo de calidad: realizar actividades todos juntos y compartir tiempo de calidad es clave para establecer lazos familiares y reforzar la unión dentro del hogar, algo que aumentará su buen humor y su autoestima.
     
  6. Evitar conflictos: para que la convivencia en casa fluya es vital saber cómo actuar en situaciones de desobediencia e incumplimiento de las normas. El adulto debe aprender a mantener la calma y a no perder el control en ningún momento para que la comunicación siga siendo fluida y positiva. Además, hay que tratar de evitar que se llegue a situaciones límite, por ejemplo, ofreciendo alternativas a la hora de cumplir las normas.
     
  7. Rechazar palabras negativas: en el seno de una educación en positivo, los adultos deben evitar a toda costa utilizar palabras y afirmaciones con una connotación negativa que puedan hacer sentir mal al adolescente. Por lo tanto, hay que tratar de realizar siempre críticas constructivas y aportar propuestas de mejora, en lugar de recurrir a las malas palabras.
     

Todas estas estrategias son vitales para una educación positiva y para que el adolescente crezca en un entorno de apoyo y afecto. Sin embargo, como ya hemos comentado, también hay que tratar de convencerlo de los beneficios de ir a terapia, un complemento prácticamente indispensable para reforzar su salud mental y luchar contra el TOD.

 

Si desea más información, consulte con un especialista en Psicología.

*Перевод с переводчиком Google. Мы приносим извинения за любые несовершенства

Por Sandra García Sánchez-Beato
психология

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