Abordando la hernia discal: del dolor a la recuperación mediante técnicas innovadoras

La hernia discal es una de las patologías más comunes en las Unidades del Dolor. Es una enfermedad en la que el disco intervertebral se “sale de su sitio” y se desplaza hacia la raíz nerviosa.

De esta manera, puede contactar con dicha raíz provocando dolor a través de una o ambas piernas. Esto es conocido comúnmente como ciática.

Los síntomas de una hernia discal

Los sitios más probables donde puede aparecer una hernia discal son los discos lumbares bajos o a nivel cervical. Hay síntomas que son comunes a todos los tipos, como:

• El dolor en la zona de la pierna o brazos, dependiendo de la localización lumbar o cervical.
• Los hormigueos.
• Entumecimientos.
• La disminución de la fuerza en los músculos dependientes.

¿Cuáles son las causas?

• El deterioro por la edad.
• Deterioro cognitivo por malos hábitos: obesidad, tabaco o vida sedentaria.
• Accidentes o hábitos posturales incorrectos en las actividades diarias. Destacan aquellas que se producen en el trabajo (oficinista, peones de obra, conductores…).
• La realización de actividades que sobrecargan la columna, como doblar o torcer repetitivamente la espalda baja.

Consejos para su prevención

• Estilo de vida sano y un peso adecuado.
• Levantar peso de forma segura.
• Realizar ejercicios de estiramientos.
• Postura correcta al caminar, sentarse o dormir.

¿Qué técnicas se pueden realizar para tratar la hernia discal?

Según el nivel de la hernia y sus características existen diferentes técnicas:

• Infiltración epidural caudal: abordaje del espacio epidural accediendo de forma más caudal a través del hiato sacro con guía ecográfica. Útil para pacientes operados de columna.
• Infiltración epidural interlaminar: infiltración de anestésico local y corticoides en el espacio epidural próximo a la hernia, abordado desde la línea media.
• Bloqueo transforaminal: el objetivo es el nervio raquídeo comprimido por la hernia discal e implicado en el dolor. Es un abordaje más “efectivo” que la epidural “clásica”.
• Ozono intradiscal: procedimiento percutáneo donde se aborda con ozono el nervio comprimido por la hernia (1ª sesión) para disminuir su inflamación. En la 2ª sesión se realiza una inyección en el interior del disco afectado por la hernia. De este modo, se logra disminuir su volumen y, por tanto, su compresión. Excelentes resultados en el 70-75% de los casos.
• Láser intradiscal: novedosa técnica percutánea dirigida a tratar el disco afectado por la hernia discal logrando disminuir su tamaño emitiendo láser en su interior.
• Radiofrecuencia pulsada del ganglio de la raíz dorsal afectada: es un procedimiento donde se utiliza la radiofrecuencia directamente en el ganglio afectado. Se usa tanto en hernias discales como en pacientes con cirugía previa de columna.
• Discogel: se trata de alcohol gelificado que se inyecta en el interior del disco afectado.

Muchos de los casos pueden resolverse con las técnicas mínimamente invasivas señaladas anteriormente. Por ello, resulta imprescindible la valoración inicial por un especialista en Unidad del Dolor.

Son técnicas ambulatorias (sin ingreso) que se realizan en nuestra unidad.

Cuando la hernia discal es grande, extruida, migrada/secuestrada o provoca un déficit motor o afectación de esfínteres, la indicación de la cirugía es prioritaria.