¿Por qué se realiza?
Los tratamientos a seguir antes de optar por insertar la prótesis son los siguientes:
- Tomar medicamentos que estimulen la erección;
- Inyección de compuestos vasoactivos en el pene.
Las personas que padecen las siguientes condiciones a menudo no pueden resolver su impotencia solamente con ayuda de los tratamientos descritos anteriormente:
- Disfunción eréctil;
- Enfermedades cardíacas, diabetes y otras enfermedades metabólicas o cardiovasculares que impiden que la sangre acceda a los vasos sanguíneos del pene;
- Las personas que se han sometido a prostatectomía (extirpación de próstata) después de un cáncer de próstata y las que se han sometido a cirugía para extirpar otros tipos de tumores (p. ej., vejiga o recto): muy a menudo, durante la operación, estos pacientes se someten a un corte del nervio que permite la erección y por esta razón se vuelven impotentes.
En estos casos, donde otros tratamientos han fallado, las prótesis de pene a menudo resultan ser la solución más eficaz.
¿En qué consiste?
Durante la operación, se hace una incisión entre el escroto y el pene, a través de la cual se inserta la prótesis.
La operación dura una hora y media o dos horas y se realiza bajo anestesia general o raquídea; la convalecencia en el hospital es de un par de días.
Recuperación postoperatoria
El procedimiento deja una pequeña cicatriz en la base del pene, que es casi invisible. Se puede reanudar la actividad sexual alrededor de un mes o un mes y medio después de la operación.