La importancia de tener un suelo pélvico sano y en buen estado
Autore:Es lógico creer y pensar que tanto el embarazo como el mismo parto son los principales factores de riesgo de una posible disfunción del suelo pélvico o del área perineal. Estas pueden implicar diversas patologías:
- Incontinencia urinaria
- Incontinencia fecal
- Prolapso de órganos pélvicos
- Molestias durante las relaciones sexuales
Entrenar los músculos del suelo pélvico es eficaz tanto para prevenir como para tratar sus disfunciones tanto durante el embarazo como tras el parto, por lo que ejercitar el suelo pélvico es importante durante este periodo de tiempo.
El refuerzo muscular en la rehabilitación perineal puede reducir la incontinencia urinaria de esfuerzo y la incontinencia anal.
El entrenamiento del suelo pélvico tras el parto debe centrarse en primera instancia en la restauración de la capacidad de contracción voluntaria de la musculatura que se ha visto debilitada.
La prevalencia del dolor perineal
Tanto el embarazo como el parto son también dos de los factores de riesgo más comunes para el tratamiento del dolor perineal durante el postparto. Y es que, según la Sociedad Internacional de Continencia, el dolor perineal es la molestia dolorosa que se siente entre la parte posterior de la vagina y el ano. No obstante, otros investigadores amplían la región de este dolor hasta el área del tejido muscular y fibroso desde el pubis hasta el coxis.
De hecho, se ha encontrado que la prevalencia del dolor perineal postparto varía entre el 74 y el 90%. De estos datos, un 37% indicaron un dolor moderado o severo.
El daño del tejido perineal es el factor de riesgo más importante para padecer dolor postparto.
¿Cómo afecta el dolor perineal?
El dolor perineal afecta a las actividades que una mujer realiza en su día a día, incluyendo los patrones del sueño, la función urinaria y hasta los cuidados del menor.
Pese a que el entrenamiento del suelo pélvico de forma preventiva es importante, el dolor perineal durante el entrenamiento no ha sido estudiado.
No obstante, investigaciones recientes han revelado que el entrenamiento temprano tras las lesiones obstétricas del esfínter anal —en los primeros 30 días— puede reducir la incontinencia en comparación con el entrenamiento llevado a cabo entre seis y ocho semanas después del parto.
Pese a esto, muchas mujeres son cautelosas a la hora de iniciar el entrenamiento temprano del suelo pélvico debido al dolor.