Tratamientos de medicina capilar: opciones para la pérdida de cabello

Actualmente, 1 de cada 4 hombres a partir de los 25 años comienza a padecer los primeros síntomas de la calvicie y está demostrado que 3 de cada 10 mujeres tendrán algún problema de alopecia a lo largo de su vida.

El síntoma y marcador inequívoco que refleja síntomas de alopecia es la pérdida de densidad capilar. Esto significa que tu cabello es más fino y muestra una mayor fragilidad de lo habitual.

La clave para dar solución a esta alteración capilar que, como vemos afecta a ambos sexos, es el diagnóstico precoz del tipo de alopecia, que para ser preciso y real debe apoyarse en:

• Una exploración física: realizada por dermatólogos tricólogos especializados y experimentados en medicina y regeneración capilar.
• Tricoscopia digitalizada (Trichoscan).
• Analíticas específicas.
• Una biopsia, si la sintomatología así lo requiere.

Solo un diagnóstico precoz así de completo y riguroso permitirá determinar el tipo y grado de tu alopecia (el estadio en el que se encuentra), así como el tratamiento a pautar para frenarla antes de que se desarrolle por completo. Y este no tiene por qué ser el trasplante capilar, ya que la caída no siempre es irreversible.

La regeneración capilar tiene como objeto recuperar la densidad y el grosor perdidos en el cabello, y en los casos más complejos, evitar en la medida de lo posible el trasplante capilar. Los tratamientos pueden ser orales, inyectados en mesoterapia o aplicados, y su vía de actuación será la de reducir los andrógenos para revertir esta miniaturización, o bien la de prolongar la fase de crecimiento capilar. Ambas enfocadas a que el cabello recupere el grosor y la densidad perdidos. En última instancia, podemos complementar este tratamiento médico con un trasplante capilar, que permita redensificar áreas específicas que no han mejorado por completo, y así perfeccionar el resultado.

Para lograrlo, nuestro equipo especializado en regeneración y medicina capilar emplea:

• Fármacos como el minoxidil.
• Terapias como el plasma rico en plaquetas.
• Mesoterapia con vitaminas, ajustando las opciones según la fase del problema y la gravedad del cuadro.

Como siempre, es necesario ponerse en las manos del especialista adecuado, en este caso el dermatólogo tricólogo, para que el diagnóstico realizado sea el correcto y se paute el tratamiento idóneo que pueda resolver el cuadro.

Además, en Instituto Médico Ricart somos pioneros en la trasferencia de unidades foliculares, una terapia que se realiza en medicina con células madre, pero que no debemos asociar con trasplante capilar y menos con clonación capilar. Actualmente, no es una técnica con la que se consigue curar la alopecia, pero, sí permite recuperar y renovar áreas que presentan pérdida de densidad capilar.

Las células madre foliculares se encuentran en la parte intermedia del folículo piloso, que es el encargado de dar origen al cabello. Este tipo de células madre contribuyen al desarrollo y a la regeneración capilar promoviendo la reparación de tus folículos enfermos, es decir, de los que han perdido grosor.

La técnica consiste en la extracción de células madre de las unidades foliculares que se reubican en las áreas que presentan alopecia, consiguiendo así estimular los folículos de estas zonas afectadas que lograrán mayor grosor. La evolución del tratamiento es gradual, y el resultado efectivo es visible pasados entre 6 y 8 meses de la intervención. Una de las principales ventajas de esta técnica es que no afecta a tu calidad de vida, ya que no precisa de ningún corte ni limitación respecto al tinte capilar.

¿En qué casos es necesario un tratamiento capilar? ¿Qué beneficios aportan para el paciente?

El trasplante capilar, tanto en hombres como en mujeres, debe ir siempre precedido de un correcto diagnóstico, ya que no todos los tipos de alopecia son candidatos al mismo y acompañado de un tratamiento médico eficaz para que sus resultados sean óptimos.

El trasplante capilar mediante la técnica NON SHAVEN FUE se trata de una técnica más meticulosa, que no se acostumbra a realizar por todas las clínicas “cadena” capilares, sino más bien en centros dirigidos por dermatólogos tricólogos y en pacientes seleccionados con un correcto tratamiento previo.

Requiere de un gran dominio del procedimiento quirúrgico ya que la extracción de las unidades foliculares debe realizarse sin rasurado del cabello y sin que posteriormente se atisbe dato alguno de la intervención, cuando se peina el cabello sobre la zona manipulada.

Se empleará una técnica NON SHAVEN FUE (extracción individualizada de unidades foliculares o microinjertos), una cirugía mínimamente invasiva y sin cicatrices derivadas de la misma, que no implica el corte de un fragmento del cuero cabelludo, como se procedía en la conocida técnica de la tira.

Sin embargo, existe una particularidad en la técnica de trasplante capilar NON SHAVEN FUE. Las unidades foliculares extraídas quedan “ocultas” entre el resto del cabello no rasurado, lo que hace que el resultado de la intervención sea imperceptible a simple vista.

Con esta técnica la extracción de las unidades foliculares se realiza de manera mínimamente invasiva, lo que permite que el paciente retome su rutina diaria en pocos días ya que no es necesario rasurar la zona donante y el trasplante pasa totalmente desapercibido.

Utilizando un punch de 0,8 mm, se extraen los injertos uno a uno dejando una pequeña herida que no requiere sutura y que cicatriza espontáneamente, sin dejar cicatrices visibles. Posteriormente, se procede a la implantación de los folículos en la zona receptora, siguiendo el diseño acordado previamente con el paciente.

 

La intervención utilizando la técnica de trasplante capilar NON SHAVEN FUE, puede ser más prolongada en  comparación con la técnica FUE, debido a la extracción meticulosa de cada unidad folicular sin rasurar la zona donante ni realizar cirugías invasivas en el paciente. Los resultados son completamente naturales y los pacientes pueden retomar su rutina diaria de inmediato.

Es importante destacar que, independientemente de la técnica utilizada, los pacientes que se someten a un trasplante capilar, deben continuar bajo seguimiento médico capilar, ya que las patologías capilares requieren de un control continuo.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el trasplante de cabello no constituye una solución definitiva para la alopecia, ya que no detiene su avance. Por lo tanto, es necesario continuar tratando la enfermedad una vez se ha realizado el trasplante. En promedio, en una sesión de trasplante capilar se implantan entre 1000 y 4000 unidades foliculares, dependiendo del paciente. Si los folículos restantes en la cabeza no se tratan, la alopecia, seguirá progresando y, con el tiempo, los folículos no trasplantados también pueden caer, dejando al paciente solo con los folículos trasplantados.

El trasplante capilar en un procedimiento médico y quirúrgico que debe realizarse por un equipo de dermatólogos especialistas en regeneración y trasplante capilar, en un entorno médico seguro.

¿Cómo son los resultados de estos tratamientos?

En cuanto a los resultados de estos tratamientos, es importante mencionar que la caída del cabello y la alopecia pueden tener diversas causas, como desequilibrios hormonales o episodios de estrés. Los especialistas en regeneración y medicina capilar a través de un diagnóstico preciso, determinan la causa de la caída del cabello y pueden recomendar un tratamiento adecuado, que no necesariamente implica un trasplante o injerto.

En la actualidad, es posible frenar la caída del cabello a tiempo con tratamientos específicos y personalizados de regeneración capilar, que pueden detener la caída progresiva y reactivar la actividad de los folículos pilosos debilitados, permitiendo la regeneración de la densidad y grosor del cabello debilitado.

La alopecia es un problema común, pero para recibir un tratamiento individualizado y personalizado no está garantizado si no se acude a un especialista riguroso en su diagnóstico y que pueda pautar un tratamiento que ofrezca una solución real al problema capilar.