La segunda causa de baja laboral en el mundo occidental son la patología discal y el dolor lumbar

Escrito por: Dr. Eduardo Rossi Mautone
Publicado:
Editado por: Anna Raventós Rodríguez

La columna vertebral (CV) tiene dos funciones fundamentales:

  • Biomecánica: está involucrada en la trasmisión de fuerzas colocadas en la cabeza, tronco y extremidades.
  • Protectora de la médula espinal: Debe permitir la suficiente movilidad entre todos sus componentes, las vértebras, manteniendo la alineación adecuada para permitir su papel protector.

 

El Dr. Eduardo Rossi Mautone, Neurocirujano y Experto en Cirugía de Columna, Hernia Discal Lumbar y Laminectomía, explica cuáles son los diferentes tipos de problemas de movimiento de la columna vertebral los cuales pueden padecerse.

 

Problemas de movimiento con la columna vertebral

El movimiento que la columna vertebral es capaz de sufrir en circunstancias normales, viene determinado por la geometría anatómica de sus estructuras óseas y ligamentosas. Un concepto útil para describir la movilidad de la CV es hablar de los grados de libertad. Así, la columna verte tiene 6 grados de libertad, 3 en traslación y 3 en rotación que se distribuyen de diferente forma dependiendo de la zona de la CV involucrada. Por ejemplo, en la columna cervical la flexoextensión máxima se realiza en las vértebras C5 y C6, y en la columna lumbar es entre las vértebras L4, L5 y S1. Esto explica el mayor grado de patología degenerativa (artrósica) que se observa a estos niveles.

 

Las formas y el tamaño de las vértebras se deben a las fuerzas que deben soportar. De este modo, se observa un incremento progresivo del tamaño de las vértebras desde la columna cervical hasta la región lumbar. Una vértebra cervical puede aguantar una carga de unos 1500 newtons mientras que una vértebra lumbar puede aguantar hasta 8000 newtons antes de fracturarse. La carga que soporta cada vértebra está distribuida entre los dos tipos de huesos que la forman, el hueso esponjoso que está en el interior de la vértebra y el hueso compacto que la recubre exteriormente. En una persona menor de 40 años el hueso esponjoso soporta el 55% de la carga y el hueso compacto soporta el 45% restante. A partir de los 40 años en adelante, dado que la osteoporosis provoca la pérdida progresiva de tejido óseo, la distribución de fuerzas se invierte soportando el hueso esponjoso el 35% de las cargas y el hueso compacto el 65%. Es por esto que pérdidas relativamente pequeñas de masa ósea como ocurre en la osteoporosis producen una gran disminución de la fuerza que puede soportar la vértebra, produciéndose las fracturas espontáneas y los acuñamientos vertebrales que es la disminución de la altura del cuerpo vertebral, relativamente común en personas de edad.

 

 

Patologías del dolor lumbar y cómo afectan a la vida diaria

La patología discal y el dolor lumbar constituyen la segunda causa de baja laboral y pérdida de horas de trabajo en el mundo occidental, sólo por detrás de las infecciones respiratorias. A causa del trabajo perdido y del dinero invertido en su atención, estas patologías suponen sólo en Estados Unidos un coste de 16 billones de dólares al año. De ahí, la enorme importancia socio económica y sanitaria que representa. El dolor lumbar (lumbalgia) es extremadamente frecuente y se ha estimado que alrededor del 80% de la población lo experimentará a lo largo de sus vidas. Alrededor del 35% de los pacientes que presentan lumbalgia, desarrollará una ciática (llamada técnicamente ciatalgia) que es el dolor irradiado por la extremidad inferior, de unas características determinadas, y que suele deberse a patología discal. El 75% de los pacientes con lumbociatalgia (esto es dolor lumbar irradiado por el nervio ciático) mejorará entre los 10 y 30 días y menos del 20% de estos pacientes será candidato a la cirugía. El disco vertebral es una especie de almohadilla cartilaginosa con gran cantidad de agua, que está formado por dos componentes: una masa interna semifluída llamada núcleo pulposo y una banda fibrosa que lo rodea llamada anillo fibroso. Es verdad que el disco vertebral cumple la función de amortiguación de los movimientos con las vértebras adyacentes pero su papel principal es la absorción de las fuerzas y cargas a las que se ve sometido. Hay que tener en cuenta que el disco intervertebral soporta una presión unas 15 veces mayor del peso de un objeto al levantarse con las manos. Otro dato curioso referente a los discos intervertebrales es que la suma de todos los discos representa una cuarta parte de la longitud total de la columna vertebral. El envejecimiento progresivo de la columna vertebral provocando disminución de altura de los cuerpos vertebrales y de los discos que van perdiendo su componente acuoso disminuyendo también su altura (lo que la población llama pinzamiento) hace que muchas personas mayores “disminuyan” su estatura. No existe una predisposición genética o familiar a padecer problemas discales.

 

Las formas y el tamaño de las vértebras se deben a las fuerzas que deben soportar

 

Prótesis adecuadas para tratar problemas de columna vertebral

En la actualidad existen infinidad de prótesis realizadas con distintos materiales (titanio, tantalio, carbono, polímeros como el Peek, hueso liofilizado, productos derivados del coral, etc), las cuales cumplen la función de reemplazo del disco intervertebral, cada una con ventajas e inconvenientes. El problema es cuándo utilizarlas, cuándo está indicada su utilización. Hace años, cuando un paciente era operado de hernia discal, suponía pasar en el hospital un posoperatorio no inferior a 10 días, permaneciendo en reposo absoluto después de la cirugía una semana, incorporándolo progresivamente. Las incisiones quirúrgicas eran amplias, las disecciones musculares exponían varias vértebras por lo que la recuperación quirúrgica era más lenta, etc.

 

Con el avance de la técnica y la tecnología quirúrgica, en neurocirujanos entrenados y con amplia experiencia, se realizan microdiscectomías utilizando técnicas microquirúrgicas, con incisiones muy pequeñas, levantándose el paciente al día siguiente de la operación y siendo dado de alta al 2º o 3º día del postoperatorio. Los resultados quirúrgicos dependen no sólo de la habilidad y experiencia del cirujano sino también de otros sutiles indicadores que requieren de mucha experiencia para detectarlos: pacientes que presentan una variedad de trastornos psicológicos sobre agregados, pacientes con problemas laborales que están inmersos en demandas o litigios, grado de satisfacción laboral, etc.

 

Diagnóstico de hernia discal: cómo se realiza y qué implica

El diagnóstico de hernia discal no es sinónimo de cirugía. Sólo un pequeño porcentaje de pacientes diagnosticados de hernia discal, ya sea lumbar o cervical, deben ser operados. En un cuadro de ciática aguda no hay que indicar una cirugía urgente (excepto en aquellos pacientes con déficit neurológicos evidentes como pérdida de fuerza o trastornos esfinterianos) dado que el 75% mejorará en un plazo de 10 a 30 días.

 

Nosotros consideramos a un paciente candidato quirúrgico cuando lleva más de 2-3 meses de clínica dolorosa o que presenta recurrencias del dolor (muchos pacientes vuelven a presentar nuevos episodios dolorosos dentro del año del ataque inicial). Por lo tanto el tratamiento debería intentar primero mejorar los síntomas de forma conservadora y si falla, proceder a la cirugía lo más pronto posible para normalizar la vida del paciente a la mayor brevedad como así también su incorporación a la vida activa. El dolor lumbar aparece en el 53% de las personas con trabajo físico liviano y en el 64% de los que tienen trabajo físico pesado. Además de los esfuerzos, tienen importancia las posturas mantenidas como los conductores o los administrativos sentados muchas horas en la misma posición. No existe una predisposición genética o familiar a padecer problemas discales. Lo que si existen, son personas con una constitución física determinada y unos hábitos de vida, que los hacen más propensos a presentar este tipo de problemas (sedentarismo, obesidad, etc).

 

Tipos de degeneración de la columna vertebral

La espondilosis, la espondilolistesis y la espondilolisis representan un grupo de patologías de la columna vertebral que tienen causa congénita o adquirida. La epondilosis es un proceso degenerativo de la columna que provoca una estrechez o estenosis del canal vertebral provocando una compresión de los elementos que transcurren en su interior: en la columna cervical y dorsal provoca compresión medular, en la columna lumbar provoca compresión de las raíces nerviosas que van a inervar los MMII conocida como cola de caballo. · La espondilolistesis es el desplazamiento anterior de una vértebra sobre otra, usualmente la 5º vértebra lumbar sobre la primera sacra, menos frecuente la 4º sobre la 5º o la 3º sobre la 4º. Tiene causas congénitas y adquiridas.

 

  • La espondilolisis es el defecto de fusión o cierre del arco neural durante el desarrollo embriogénico, aunque también existen causa adquiridas. Suelen coexistir la espondilolisis con la espondilolistesis de causa congénita.
  • El dolor lumbar puede estar provocado por una multitud de patologías. Existen causas de tipo Reumatológicas (artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, polimialgia y fibromialgia reumática), infecciosas (osteomielitis, discitis), neoplásicas (tumores primarios o secundarios que afectan a la columna vertebral), metabólicas (osteoporosis, Enf. de Paget), causas de dolor referido por afecciones de la cavidad abdominal o pelviana, causas debidas a factores psicológicos, etc. Pero el 98% de las causas que provocan el dolor lumbar, tanto agudo como crónico, son benignas, es el llamado “dolor de causa mecánica” provocado por las posturas y las cargas que soporta la columna y por las patologías a las que nos hemos referido relacionadas con el disco intervertebral, los músculos paraespinales, la patología.

Por Dr. Eduardo Rossi Mautone
Neurocirugía

El Dr. Rossi Mautone es un gran especialista en Neurocirugía. Cuenta con más de 35 años de experiencia en la profesión y una extensa formación en distintos ámbitos de la especialidad. En concreto, es experto en cirugía de columna, hernia discal lumbar, laminectomía, hemorragia cerebral, hidrocefalia, malformación de Chiari y tumores cerebrales, entre otros tratamientos y patologías.

El doctor trabaja como neurocirujano en el Hospital "San Rafael" desde hace 15 años. Además, ha participado en diferentes proyectos humanitarios de cooperación en Centroamérica (Nicaragua) y África (Tanzania - Zanzíbar). Desde el año 2001 es Adjunto del Servicio de Neurocirugía del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), antiguo Hospital "Juan Canalejo". Por otro lado, es perito oficial del Colegio de Médicos de La Coruña, donde realiza peritaciones para dirimir reclamaciones judiciales en conflictos relacionados con la Neurocirugía. El doctor pertenece a numerosas Sociedades Científicas, como la Sociedad Española de Neurocirugía (SENEC), la Sociedad Gallega de Neurocirugía (SOGANE) o la Sociedad Norteamericana de Columna (NASS).

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