Estrategias para manejar las comidas familiares navideñas si sufres un trastorno alimentario

La Navidad es una época del año que suele asociarse con la alegría, pero puede ser un momento difícil para aquellas personas que sufren un trastorno de la conduta alimentaria, suponiendo no solamente un reto emocional, sino también físico. Por eso es importante tener en cuenta una serie de puntos, de manera que estas fechas puedan afrontarse de la mejor forma posible.

¿Cómo ayudar a los seres queridos que sufren TCA durante las comidas familiares de Navidad?

Una de las pautas fundamentales, que también debe mantenerse el resto del año, es no realizar comentarios sobre la comida, ni la cantidad, ni el ritmo de ninguno de los comensales, por lo que es importante advertir a todos los familiares que acudan a las comidas que estos comentarios no se deben realizar. Por supuesto, tampoco sobre el físico. De este modo, hay que evitar comentarios como “estamos comiendo mucho”, “como nos comamos todo, vamos a engordar”, “estás comiendo muy poco”, “deberías comer más estas muy delgado”, “cuando terminen las navidades, nos ponemos a dieta”, etc.

Por otro lado, respetar sus necesidades e intentar mantener una buena comunicación sobre las dificultades que pueden estar pasando. Focalizarse en otras cosas como en la decoración de la mesa, en hacer comida casera y preparar el menú con antelación, en hablar durante las comidas de otros temas que no generen conflicto, en preparar actividades juntos.

Manejar la ansiedad en las comidas familiares navideñas: estrategias para pacientes con TCA

Mantener la terapia (tanto individual como familiar, si es necesario), ya que desde ese espacio se van a poder generar recursos para poder hacer frente a esta época. Si llevan tiempo en la terapia, va a ser más fácil poder hacer la preparación de esos momentos y contarán con más estrategias y más dificultades trabajadas.

En terapia solemos hacer una “caja de recursos”, que es una caja que el paciente tiene en casa donde hemos introducido objetos, notas, recursos que les funcionan cuando no saben cómo gestionar emociones, para que pueda siempre disponer de ellos. También solemos realizar un “plan de seguridad” con opciones para tener presente qué pasos seguir para poder gestionarse o pedir ayuda.

Comunicar cómo se sienten y lo que necesitan, permitir que los acompañen en el proceso, no es necesario transitarlo solo. Aunque sientas que no te comprenden, es fundamental dejar que tu red de apoyo esté a tu lado. Es importante tener en cuenta que es posible que aparezca ansiedad, miedo u otras emociones desagradables en estas fechas, aceptarlo forma parte del proceso, sobre todo cuando todavía no se ha entrado en la fase de recuperación total o de prevención de recaídas.

Ayuda ver las Navidades como un paréntesis, donde durante unas semanas todos llevamos una alimentación mucho más flexible, pero que después volvemos a la rutina habitual, y quitar el foco únicamente de la comida, para poder valorar otras muchas cosas, tanto positivas y de disfrute, como otros conflictos o dificultades que ocurren durante estas fechas, a los que también hay que prestar especial atención.

¿Cómo pueden los familiares manejar las reacciones negativas de los pacientes con trastornos de la alimentación durante las cenas navideñas?

En primer lugar, validando y empatizando con lo que la otra persona está sintiendo, para evitar posibles conflictos esto es fundamental: evitar comentarios del tipo “otra vez igual, no mejoras” “no nos puedes hacer esto ahora”, etc.

En segundo lugar, teniendo claras las pautas que se les facilitarán como familiares respecto a la gestión de las comidas, y llevándolo a cabo estrictamente. Que ellos tengan el control sobre esto va a facilitar que puedan entrar en duda o que aumenten o se generen conflictos innecesarios.

Escuchar lo que necesita su hijo en un momento de mucha angustia, y respetar el espacio que pidan. Es normal que se puedan sentir más tristes, con más miedo o con más ansiedad. Lo más importante es evitar entrar en conflicto, sobre todo, durante las comidas.

Es importante que el resto de familiares sepan lo que ocurre o al menos entiendan que la persona está pasando por un proceso difícil, esto ayudará a sentir menos presión en estas fechas por parte de la persona que sufre un TCA.

Por último, si como familiares se identifica algún comportamiento inusual con la comida u observan que puede estar empeorando, acudir a urgencias o esperar a la consulta del psicólogo para abordarlo, ya que sabemos que es normal que puedan sentirse más tristes o con más ansiedad en estas épocas.

Consejos para ayudar a los padres a planificar comidas navideñas sensibles a las necesidades alimenticias de sus hijos con TCA

La planificación de las comidas es muy importante en estas fechas, si la persona tiene ya un plan de alimentación por un nutricionista especializado, hay que seguir con las mismas pautas, intentando no hacer ninguna modificación, y en caso de realizarla que sea bajo supervisión profesional.

Si todavía no están en ese momento de tener ayuda de un especialista o de un plan nutricional, es importante intentar que todos los familiares coman lo mismo, no hacer una comida a parte para la persona que tenga un TCA, seguir manteniendo las mismas cantidades que los padres crean que es conveniente para la salud de su hijo/a (en función de su edad y necesidades vitales).

Recordamos que en pacientes con TCA durante su proceso de recuperación no deberían escoger ni la cantidad ni el tipo de comida, por lo que en Navidades lo ideal es que se haga de la misma forma.