¿Es mi hijo adicto a los videojuegos?

Escrito por: Alicia Garrido Guillén
Publicado:
Editado por: Carlota Rincón Muñoz

Una adicción se define como la dependencia a una sustancia, una actividad o una relación. Las adicciones controlan los pensamientos y los comportamientos de las personas que sólo buscan conseguir o realizar la cosa deseada.

 

En los últimos años ha habido una incidencia mayor en los casos de adicciones a los videojuegos, especialmente en niños. Es cierto que los videojuegos tienen sus ventajas, pero cuando el niño no es capaz de jugar a nada más, cuando prefiere estar encerrado en casa consigo mismo a salir a jugar con los amigos, la cosa cambia. Ya no es un juego sino una adicción.

 

¿Cómo sé si mi hijo es adicto a los videojuegos?

Algunos de los síntomas más comunes en niños con adicción a los videojuegos son:

  • Comportamiento inusual: Tienen conductas muy disruptivas cuando no juegan e, incluso cuando juegan, pueden parecer indiferentes, distraídos e irritables.
  • Aislamiento de familiares y amigos: Pueden pasar las horas de un fin de semana delante de la pantalla, incluso restar horas de dormir o incluso olvidar que tienen que comer. La interacción social brilla por su ausencia.
  • Falta de control: Cuando no se autocontrolan en el uso del juego no ven hora de terminar y pierden el control emocional cuando se les pone normas en cuanto al tiempo de juego.
  • Hábitos impulsivos: Necesitan jugar de forma inmediata y si tienen dinero ahorrado son capaces de invertir mucho para comprarse más juegos, accesorios... No le importa el dinero sólo quiere conseguir más y más.
  • Pierde la noción del tiempo: En muchas ocasiones empiezan a jugar y pierden la noción del tiempo, lo que puede desembocar en levantarse de la silla al cabo de ocho horas. Se evaden de la realidad y es una forma de no aceptarla.
  • Tienen efectos negativos en otras áreas de su vida, especialmente en la salud, los estudios ya que utilizan el tiempo que deben dedicar a otras cosas solamente en el juego.
  • Ocultación de sentimientos negativos o incómodos: Hay niños que utilizan los videojuegos para automedicarse emocionalmente y evitar situaciones difíciles.
  • Niegan lo evidente: Cuando se le confronta con el problema lo niegan y pueden llegar a ponerse agresivos.
  • No se administra bien el dinero: Todo lo invierten en este pasatiempo y si los padres se niegan a comprarles más cosas de este tipo se ponen muy irritables.

 

En los últimos años ha habido una incidencia mayor en los casos de adicciones a los videojuegos

 

¿Por qué aparece la adición a los videojuegos?

Para los niños y/o adolescentes es más fácil y cómodo jugar con estos juegos que tener que lidiar con los problemas de la vida, porque aunque son pequeños también tienen conflictos que tendrán que aprender a resolver. Los videojuegos son una puerta de escape, ninguna discusión, ningún amigo que se enfade… Cuando el niño se aferra a su mando, sin nadie con quien discutir, todo se vuelve fácil. Es una lucha interna, un esfuerzo personal por mejorarse a sí mismo. Si además añadimos colores rabiosos, dibujos atrayentes y premios por los logros conseguidos, ya tenemos el caldo de cultivo perfecto para que se desarrolle una adicción.

 

¿Qué beneficios tienen los videojuegos?

En dosis pequeñas, los videojuegos no son malos, ya que mejoran la capacidad deductiva del niño, ejercita sus reflejos, es bueno para que aprendan de forma más sencilla la concepción espacial, a superar retos, a decidir con rapidez.... Pero cuando los videojuegos se transforman en una obsesión, llegan los problemas: el niño desdibuja el límite entre realidad y ficción, se vuelven menos sociables, no realizan suficiente actividad física y se vuelven más irascibles y ansiosos.

En consulta se estudia la causa que puede haberlo llevado a la adicción y se interviene de forma conductual en ello mediante un control estimular.

 

Consejos para evitar que tus hijos abusen de los videojuegos

  • Déjale jugar durante una semana y anota las horas que dedica. Al final de la semana siéntate con él, y hazle saber de manera sencilla y directa las horas que ha perdido, y que podría haber dedicado a otra actividad.
  • Establece horario y reglas. Repítelas siempre que empiece a jugar. Por ejemplo, pacta que pueda jugar 30 minutos cada día, siempre y cuando haya terminado los deberes.
  • Hacer que entiendan las expectativas y si no cumple lo establecido, dale una advertencia y explícale lo que le sucederá si continúa actuando así. Por ejemplo, si se niega a apagar la videoconsola le podemos decir que si no lo apaga en 30 segundos, perderá el privilegio de jugar mañana.
  • Propón alternativas y lleva a tu hijo a realizar actividades al aire libre donde pueda interaccionar con otros niños.
  • Dile a tu hijo que te enseñe un videojuego y juega con él. Así conoceremos más la actitud que tiene cuando juega, si es tranquilo, si es competitivo, si es agresivo, si se lo toma realmente en serio...
  • Quítale su videojuego más preciado si juega más de lo pactado. Ya tenemos un arma poderosa, le decimos el tiempo de esa retirada.

 

¿Hay personas más predispuestas a caer en esta adicción?

Definitivamente sí, personas con baja autoestima, personas que experimentan la soledad, la incompetencia social… Nada es equiparable en lo que respecta a una interacción social per se, en cuanto a reforzadores recibidos, pero sí ocurre que si no tenemos unas buenas interacciones sociales, ahí está el mundo virtual para satisfacerlas y claro está con el peligro de pasar de abuso a adicción.

 

Se habla mucho del videojuego Fortnite, ¿es tan adictivo?

El juego online de moda, con 45 millones de fans, dispara las alertas en plataformas como change.org, que piden prohibirlo por su potencial adictivo. Por otro lado, los especialistas advierten del auge de la adicción a estos productos, reconocida este año por la OMS como una enfermedad. Para algunas personas se convierte en un grave problema porque les roba su bienestar e invade su capacidad para trabajar y formar relaciones sociales en la vida real.

Por Alicia Garrido Guillén
Psicología

La Sra. Alicia Garrido es una reputada psicóloga en Marbella. Licenciada en Psicología por la Universidad de Sevilla, cuenta con más de 20 años de experiencia en la profesión y una extensa formación en distintos campos de la especialidad. En concreto, cuenta con un Máster en Psicología Clínica Infanto-Juvenil y otro en Mediación y Resolución de Conflictos, uno de experto en Psicología Clínica de adultos, así como un curso de Terapia Racional Emotiva Conductual. La Sra. Garrido trabaja desde la Orientación Cognitiva Conductual y explica que, cuando una situación nos desborda afectando a muchas áreas de nuestra vida es el momento de pedir ayuda, para trabajar en resolver aquello que nos preocupa y poder reanudar la vida de manera más adaptativa.

Experta en diferentes tratamientos de trauma, cuerpo y neurobiología del cerebro, apego, trauma de apego y sus tipos y terapia de sanar el sistema interno (trabajando con partes, modelo derivado de IFS).

A lo largo de su trayectoria ha combinado su labor asistencial con una importante tarea divulgativa, colaborando en RTVM en directo sobre temas de actualidad en Psicología Infantil. En la actualidad ejerce en su propia consulta privada de Psicología de adultos, infantil y juvenil en Marbella. Es experta en trastornos de ansiedad, adicciones, depresión, terapia familiar, trastornos en niños y adolescentes, control de impulsos, fobias y miedos, habilidades sociales...

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