¿Crees que tienes vulvodinia?

Escrito por: Dra. Mari Cruz Lavara Perona
Publicado:
Editado por: Marga Marquès Gener

La vulvodinia es un dolor genital que afecta a la vulva o a la zona del introito, que es la zona de entrada a la vagina. Se manifiesta como ardor, escozor o quemazón y es crónico, es decir, dura más de 3 meses. Aunque no hay una causa identificable sí puede asociarse a factores musculares, neurológicos, psicológicos o con patologías que también cursan con dolor como migrañas, fibromialgia o colon irritable entre otras.

 

Según la zona afectada, se clasifica en localizada si afecta vestíbulo o clítoris o generalizada si afecta toda la vulva. Puede ser espontánea o aparecer solo cuando se toca la vulva, por lo que puede repercutir en actividades como estar sentado o andar por el roce de ropa interior, y por supuesto, las relaciones sexuales pueden ser imposibles. Por ello la sensación de culpa y vergüenza generalmente acompaña a la paciente. El tipo más frecuente es la vulvodinia localizada provocada.

 

Como es una patología infradiagnosticada los datos sobre la prevalencia son poco fiables, pero se estima que afecta a un 28% de mujeres en edad reproductiva.

 

Parece que hay una relación entre las infecciones de cándidas de repetición y la aparición a posteriori de vulvodinia y suele asociar hipertonía en la musculatura del suelo pélvico con puntos gatillo dolorosos, aunque no hay estudios que nos permitan saber si es causa o consecuencia de la vulvodinia.

 

Para entender mejor la vulvodinia tenemos que recordar que es un dolor pélvico crónico, como hemos dicho al principio y el dolor crónico produce alteraciones en el funcionamiento del cerebro, lo que se conoce como neuroplasticidad del SNC y esta alteración provoca hipersensibilización al dolor, es decir ante pequeños estímulos se produce un dolor desproporcionado.

 

Se ha podido comprobar con técnicas de imagen que en el dolor crónico las zonas cerebrales afectadas están relacionadas con áreas emocionales, cognitiva y moduladoras del cerebro. Por ello ante situaciones de estrés o problemas emocionales o laborales se puede producir un aumento del dolor.

 

Esto nos ayuda a explicar los ritmos del dolor en estas pacientes, y así una paciente puede tener dolor un día y al día siguiente no o incluso en el mismo día puede tener variaciones de la intensidad de dolor

 

La vulvodinia es un dolor genital que se manifiesta
como ardor, escozor o quemazón y es crónico

 

¿Se puede curar?

Al ser una patología sin una etiología clara, encontrar el camino de la curación es más difícil, y no siempre se puede conseguir.

 

Tenemos que hacer una buena historia clínica, una buena exploración y ver qué factores han podido influir en su aparición y mantenimiento, y pensar que, aunque no veamos en ese momento lesión ni haya inflamación o infección, hay que ver si las hubo y poner medios preventivos si es preciso.

 

 Hay que estar atento a clínica compatibles con vejiga dolorosa y remitirla al urólogo para descartar patología, también identificar cuadros digestivos que puedan influir en el dolor, así como manejar la parte miofascial que ya hemos comentado que puede asociar. Tampoco hay que olvidar el abordaje psicosocial para manejo del dolor, ansiedad o problemas de abuso sexual si lo hubo etc.

 

Para tratamiento del dolor que es el síntoma principal también podemos utilizar:

  • Fármacos: los analgésicos clásicos son poco eficaces por lo que tenemos que recurrir a fármacos neuromoduladores como antidepresivos, uno de los más utilizados es la amitriptilina y anticonvulsivantes como gabapentina y pregabalina.
  • Infiltraciones locales: con toxina botulínica, lidocaína y ácido hialurónico, pero sin muy buenos resultados.
  • Cirugía: se utiliza en contadas ocasiones, solo cuando valoramos a la paciente y los beneficios compensen las posibles complicaciones que pueden aparecer.
  • Fisioterapia y rehabilitación: resulta muy útil, ya que cuenta con múltiples técnicas como técnicas miofasciales tanto intra como extra vaginales, estiramientos musculares, reeducar la postura, técnicas de desensibilización, y aparatos como tecarterapia que es una técnica indolora y no invasiva que reduce dolor, estimula la formación de colágeno y la regeneración tisular o TENS que permite aplicar corrientes analgésicas, entre otros.

 

Es decir, un abordaje multidisciplinar para tratar una patología compleja. Desde la consulta de rehabilitación lo que hacemos es tratar, pero también coordinar y orientar a la paciente.

 

¿Cómo se ha avanzado en el conocimiento de la vulvodinia entre los profesionales?

Sinceramente creo que, aunque aún falta mucho camino que andar, en los últimos años se ha avanzado bastante en cuanto al conocimiento e interés por las patologías del suelo pélvico.

 

Ya hemos creado en muchas sociedades médicas, grupos de trabajo de suelo pélvico. Ha sido la necesidad de la mujer lo que está facilitando el avance, la demanda de solución a los profesionales ha hecho que tengamos que profundizar en el tema.

 

Tanto en atención primaria como en especializada tienen que estar atentos para detectar a estos pacientes lo antes posible y nos las remitan a las unidades de suelo pélvico, que es donde debemos tratar a estas pacientes. Aunque ha aumentado el número de unidades especializadas, el problema es que no hay aún las suficientes y los circuitos de derivación no son aún muy ágiles.

 

¿Cómo se siente la paciente?

La paciente se siente desatendida muchas veces y recurre para informarse a internet para saber qué hacer y donde ir, y aunque no es la vía más adecuada es la única que a veces le queda.

 

Admiro a las pacientes que no se conforman y buscan salidas porque la vulvodinia provoca mucho sufrimiento, el dolor crónico es muy invalidante y es importante abordarlo lo antes posible

 

Necesitamos un paciente con fuerza mental, con confianza en el profesional que los trata, con calma para luchar y sobre todo que crea en la mejoría y todo esto sintiéndose solo la verdad que es más difícil, acompañar y entender a estas pacientes es fundamental.

Por Dra. Mari Cruz Lavara Perona
Medicina Física y Rehabilitación

La Dra. Mª Cruz Lavara Perona es una reconocida especialista en Medicina Física y Rehabilitación. Cuenta con amplia experiencia en su especialidad. En concreto, es experta en rehabilitación del suelo pélvico, dolor pélvico crónico, incontinencia urinaria, atrapamiento del nervio pudendo, articulación temporomandibular y dolor mandibular.

Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Literaria de Valencia, realizó un Doctorado en Medicina en la Universidad de Murcia y es médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación. Además, ha completado su formación profesional con un Postgrado en Fisioterapia Obstétrica y Reeducación del suelo pélvico en la Universidad Internacional de Cataluña. Se formó en la disfunción ATM y dolor mandibular con el doctor Mariano Rocabado. Completó su formación con el curso de Cadenas Musculares y Articulares método GDS. 

Actualmente, es especialista en Rehabilitación del suelo pélvico y disfunción de la articulación temporomandibular en el Hospital Casa de Salud de Valencia.

 

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