Correr como práctica deportiva: cuándo debo hacerlo y consejos para comenzar

Escrito por: Dra. Begoña Manuz González
Publicado:
Editado por: Yoel Domínguez Boan

Llevar una vida activa asocia múltiples beneficios para la salud en todas las personas a cualquier edad. Es importante que la ciudadanía sea consciente de las consecuencias que tienen la inactividad física y el sedentarismo y los beneficios que aporta a la salud ser más activo, así como que conozca las recomendaciones específicas de actividad física para la salud, reducción de sedentarismo.

 

¿Qué debo hacer al empezar a hacer ejercicio?

Cualquiera que se plantee comenzar una actividad física debe saber qué puede hacer y a qué ritmo puede hacerlo. Por lo tanto, el primer paso a realizar será realizar una evaluación funcional para hacer un electrocardiograma de reposo, una antropometría y una prueba de esfuerzo.

 

¿Cuándo es el mejor día para correr?

Es difícil decir cuál es el mejor día para correr, ya que cada persona es distinta y lleva un estilo de vida distinto. Lo ideal es encontrar un día en el que podamos estar relajados, hayamos dormido bien y que no se hayan hecho comidas copiosas. Normalmente estas condiciones se ajustan al fin de semana, por lo que ese sería el día ideal.

Tampoco es sencillo decir qué momento del día es el más indicado para salir a correr, puesto que dependerá de factores personales y externos incontrolables.

  • Entrenar a primera hora de la mañana: quizá el entrenamiento matutino no sea el más indicado, ya que las funciones corporales se encuentran en ese momento en los picos más bajos del día. La temperatura corporal es más baja, los músculos están más rígidos y existe un riesgo mayor de lesión.
     
  • Entrenar al mediodía: entrenar en esta franja horaria es más frecuente cada vez. Puede considerarse escaso el tiempo de entreno, aunque lo importante del mismo no es la cantidad, sino la calidad, por lo que media o tres cuartos de hora pueden ser más que suficiente. Al mediodía, fisiológicamente nos encontramos ante un punto de calma, aunque no implica que este sea un mal momento para correr.
     
  • Entrenar por la tarde-noche: existen evidencias científicas de que el nocturno es el mejor momento del día para llevar a cabo la práctica deportiva. En el tramo final de la tarde, la temperatura corporal alcanza su punto álgido, siendo el momento en el que los músculos son más flexibles, probándose además que la capacidad pulmonar es un 6% mejor. Es posible que a última hora del día nos encontremos más cansados, aunque está demostrado que correr implica una serie de beneficios psicológicos.
No existe un día ideal para correr, lo ideal es hacerlo cuando se esté relajado,
se haya dormido bien el día anterior y no se hayan realizado comidas copiosas. 

 

En definitiva, el mejor momento para correr es el que mejor le vaya a cada persona, ya que al final se correrá a la misma hora del día y el organismo se adaptará.

Existe la creencia de que correr por la mañana con el estómago vacío es la mejor estrategia para quemar grasa, fundamentada en que, al no ingerir alimentos durante la noche, los niveles de glucógeno son más bajo y al hacer ejercicio se obtiene la energía directamente de la grasa. No obstante, la utilización de la grasa como fuente de energía se determina por otros factores y no por la hora del día en la que se entrena.

 

¿Qué diferencias existen entre una pisada supinadora o pronadora?

Distinguimos entre dos tipos de pisadas, la pronadora y la supinadora. En el caso del pie pronador hablamos de un efecto fisiológico del pie para adaptarse a los distintos tipos de terreno y de esta forma adaptarse evitando lesiones. De esta manera, tanto tobillo como pie actúan como “amortiguadores”, aportando seguridad a la pisada para que esta se haga de manera natural y adaptativa.

La pronación hace que el pie se incline hacia la zona interna al caminar. El problema, sin embargo, comienza en el momento en el que la mencionada inclinación es superior a la normal, dándose entonces la sobrepronación.

Por otro lado, el pie supinador realiza el efecto inverso del pronador, apoyándose principalmente en la parte externa del pie. En torno a un diez por ciento de las personas tienen pie supinador. Por lo tanto, es fundamental llevar un calzado adecuado con el objetivo de evitar lesiones.

Para más información, consultar con un especialista en Medicina del Deporte.

Por Dra. Begoña Manuz González
Medicina del Deporte

La Dra. Manuz González es una gran especialista en Medicina del Deporte. Cuenta con más de 30 años de experiencia en la profesión y una extensa formación en distintos ámbitos de la especialidad, como reconocimiento médico deportivo, prueba de esfuerzo, lesiones deportivas, ecografía musculoesquelética y nutrición deportiva, entre otros tratamientos y patologías.

Es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Cantabria, se especializó en Medicina Deportiva en Brasil, concretamente en la Universidad Río Grande del Sur, donde tuvo la oportunidad de convivir con los atletas brasileños que posteriormente asistirían a los Juegos Olímpicos de Seúl. Ha desarrollado su carrera en distintos clubes de deportes diferentes, entre los que se pueden destacar el ciclismo, el remo o el baloncesto, incluyendo más de diez años como miembro de la Comisión Antidopaje de la Federación Española de Baloncesto.

Actualmente pasa consulta privada en Centro Médico Deportivo, en Torrelavega.

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