Apnea del sueño: qué es y qué la produce

La apnea del sueño afecta al 4% de los adultos, una condición subdiagnosticada y desconocida para muchos. Sorprendentemente, las clínicas dentales ofrecen soluciones efectivas para esta afección, un detalle poco conocido que obstaculiza la búsqueda de ayuda necesaria.

¿Qué es la apnea del sueño?

La apnea del sueño es un trastorno potencialmente grave en el que la respiración se detiene y reanuda repetidamente mientras se duerme. Estas interrupciones, que pueden superar las 30 veces por hora, a menudo se manifiestan con ronquidos fuertes o sonidos de ahogo.

Tipos de apnea del sueño

• Apnea Obstructiva del Sueño (AOS): se trata del tipo más común, ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan, bloqueando las vías respiratorias y reduciendo el flujo de aire a los pulmones.
   
• Apnea Central del Sueño (ACS): aquí, el cerebro no envía las señales adecuadas para controlar la respiración, sin existir una obstrucción física.

¿Cuáles son los síntomas de la apnea del sueño?

Habitualmente, los síntomas de la apnea central y la apnea obstructiva del suelo suelen coincidir, por lo que es necesario un diagnóstico completo para saber de que tipo de apnea hablamos. Los signos y síntomas más habituales son los siguientes:
 

• Ronquidos persistentes y fuertes.
   
• Pausas en la respiración.
   
• Despertar brusco que puede acompañarse de una sensación de asfixia.
   
• Somnolencia o fatiga durante el día como consecuencia de la mala calidad del sueño.
   
• Dolor de cabeza al despertase.
   
• Dolor de garganta o boca muy seca al despertarse.
   
• Problemas que se asocian al estado de ánimo.
   
• Problemas para concentrarse.
   
• Mala memoria.

¿Qué causa la apnea obstructiva del sueño?

La apnea obstructiva del sueño comienza con una relajación de los músculos de la garganta. Si esa musculatura se relaja más de lo que debería, pueden bloquearse las vías respiratorias, lo que dificulta el paso del aire.

Normalmente, los factores de riesgo principales son los siguientes:
 

• Obesidad y sobrepeso.
   
• Un tamaño excesivo de los adenoides y de las amígdalas.
   
• Un cuello demasiado ancho.
   
• El conducto nasal es estrecho, puede tener su origen en un desvío del tabique nasal, sinusitis o alergias.
   
• Mala postura a la hora de dormir.
   
• Alto consumo de sedantes o de alcohol.
   
• La apnea obstructiva del sueño es más habitual en hombres.
   
• Edad: cuanto más mayor es la persona, más habitual.
   
• Consumo habitual de tabaco.

¿Qué causa la apnea central del sueño?

La causa principal de este tipo de apnea es una falta de señales por parte del cerebro a los músculos. Los factores de riesgo son los siguientes:
 

• Edad avanzada.
   
• Sexo masculino.
   
• Padecer un accidente cerebrovascular y/o enfermedades que afectan al tronco cerebral.
   
• Utilizar opiáceos.
   
• Trastornos cardíacos, como por ejemplo la insuficiencia cardíaca.

Consecuencias de la apnea del sueño

La apnea del sueño, sin importar su tipo, puede tener consecuencias muy importantes para la salud:

• Diabetes.
   
• Enfermedades cardiacas.
   
• Hipertensión.
   
• Accidentes cerebrovasculares.
   
• Diversos problemas que se pueden asociar a una falta de sueño reparador: mal rendimiento en el trabajo, incapacidad para concentrarse, accidentes laborales…

¿Cómo se diagnostica?

Generalmente, se realiza el diagnóstico con un estudio del sueño, ya sea en el propio hospital o en el domicilio del paciente. Para realizarlo, se utiliza un dispositivo mientras el paciente duerme, y este dispositivo registra niveles de oxígeno, flujo de aire…

Una vez diagnosticada, se señalará la gravedad de la apnea: leve, moderada y/o grave.

¿Cómo se trata la apnea del sueño?

Existen varias opciones para tratarla, siendo las más habituales el dispositivo de avance mandibular, el CPAP o la realización de una cirugía.
 

• Dispositivo de avance mandibular: se utiliza en casos de apnea leve. Avanzan unos milímetros la mandíbula, y permite que pase más aire.
   
• CPAP: se trata de una máquina que se usa para dormir y que tiene una máscara facial que envía aire a presión para mantener las vías respiratorias abiertas mientras el paciente duerme.
   
• Cirugía: se utiliza únicamente en el caso de que los tratamientos anteriores no hayan funcionado. Las cirugías habituales son las siguientes:

• Extirpación de tejido.
   
• Reducción de tejido.
   
• Avance maxilomandibular.
   
• Extirpación de amígdalas.  

Al margen de los tratamientos mencionados, el tratamiento para la apnea del sueño puede precisar cambios en el estilo de vida, como abandonar la vida sedentaria, perder peso, dejar malos hábitos como el tabaco…

Si desea más información, consulte con un especialista en el tratamiento de apnea del sueño.