Alimentos, los grandes simuladores de enfermedades

Cada vez son más conocidos los síntomas y enfermedades que tienen su origen directo o indirecto en los alimentos, aún tratándose de alimentos en buen estado o que tienen reputación de saludables.

Hemos llegado hasta tal punto que alimentos sobre los que existe una creencia generalizada de ser adecuados para gozar de buena salud pueden convertirse para algunas personas en grandes simuladores de enfermedades o en fuente de síntomas de dolencias diversas, como las detalladas a continuación:

• Problemas digestivos.

​Hinchazón, gases, pesadez tras las comidas, dificultad de deglución, dolor abdominal, diarreas, ardores, estreñimiento, dispepsia funcional, colon irritable, vómitos cíclicos, celiaquía, esofagitis eosinofílica, enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa, E. de Crohn) o hepatitis autoinmune.
 

• Cutáneos.

Picor (prurito), piel seca, dermatitis atópica o inespecíficas, eccemas, urticaria, angioedema no hereditario, fáciles hematomas o petequias, dermografismo.
 

• Mucosos.

Aftas, glositis, sequedad bucal, sialorrea...
 

• Reumatológicos.

Dolor musculares, fibromialgia, contracturas frecuentes, dolores de espalda y óseos, artritis no filiada, osteoporosis, lupus eritematoso, esclerosis sistémica, fracturas espontaneas, S. del túnel carpiano, trismus.
 

• Neurológicos.

Dolor de cabeza, olvidos frecuentes, embotamiento, mareos-vértigos, piernas inquietas, alteraciones del comportamiento, enfermedad neurológicas (esclerosis múltiple, E. de Parkinson, ataxia, neuropatía periférica) de la cognición y memoria (TDAH o trastorno de hiperactividad, E. de Alzheimer, autismo, esquizofrenia, etc.).
 

• Generales.

Cansancio, sensación de frialdad o tendencia a hipotermia, mareos o desmayos.
 

• Cardiocirculatorios.

Palpitaciones, taquicardia, bradicardia, tensión baja, etc.
 

• Otorrinolaringológicos.

Ruido en oído (acufenos), vértigos, congestión nasal y rinorrea (sinusitis), estornudos, dolor de oídos(otitis), dolor de garganta (faringitis), ronquera (laringitis), nódulos o pólipos en cuerdas vocales.
 

• Respiratorios.

Tos, asma o bronquitis.
 

• Uro-genital.

Dolor pélvico o testicular, uretritis o cistitis, reglas muy dolorosas, amenorrea, abortos, infertilidad, quistes ováricos, etc.
 

• Oculares.

Párpados hinchados, trastornos de la visión (miopía, hipermetropía,…).
 

• Hematológicos.

Leucopenia, plaquetopenia, linfopenia o anemia autoinmune, trombocitosis, alteraciones de la coagulación.

• Endocrinológicos.

Obesidad, pérdida de peso, tiroiditis.

• Miscelánea.

Síndrome de Astenia Crónica, Síndrome de Sensibilidad Central, Síndrome Químico Múltiple o Síndrome de Electromagnetismo, entre otros.

Existe actualmente la posibilidad de detectar e identificar los alimentos relacionados con las enfermedades que puedan estar afectando a su salud, ayudándole a mejorar su calidad de vida, sintomatología, enfermedades y, en muchas ocasiones, alcanzar la curación.

Podrá precisar una dieta individualizada, ajustable en el tiempo, para no crear problemas nutricionales carenciales.