6 consejos para impulsar tu autoestima

Muchos habréis oído hablar del concepto llamado “autoestima”, pero ¿qué es realmente la autoestima? ¿Sabríais contestar a la pregunta antes de seguir leyendo?
 

La autoestima es uno de los aspectos más influyentes (por no decir vital) en nuestro bienestar personal, ya que se podría considerar como la brújula que mueve nuestra percepción del mundo y, a su vez, nuestra relación con él. Esto es así porque la autoestima consiste en la valoración global que hacemos de nosotros mismos. Si la evaluación que realizamos de nosotros mismos es negativa, nuestra relación con el mundo será insegura, temerosa y hostil (defensiva). Por el contrario, si la percepción que tenemos es positiva, veremos el mundo como un lugar seguro, controlable y podremos establecer relaciones positivas con el exterior.
 

Ninguna persona puede dejar de pensar en sí misma y de evaluarse a lo largo de su vida. A pesar de que las bases de la autoestima se crean en la infancia, esta se va modificando a lo largo del tiempo según los logros y fracasos, el reconocimiento y aceptación social que recibamos o el control que se perciba respecto a los acontecimientos externos. A raíz del aprendizaje que se vaya acumulando de los resultados de nuestro comportamiento, desarrollamos una autoestima alta o baja, positiva o negativa, estable o inestable…
 

Sobre nuestra autoestima se asienta nuestra percepción y relación con el mundo, podemos apreciar la importancia de tener una sólida autoestima lo más positiva y realista posible que nos permita descubrir nuestros recursos personales para usarlos debidamente, así como nuestras deficiencias para poder aceptarlas y superarlas.
 

¿Cuál es la base de la autoestima?

Una vez hablado de la importancia de tener una autoestima estable (que no sea dañada por acontecimientos externos negativos), positiva y realista como pilar de nuestra relación con el mundo, debemos explicar cuál es la base de la autoestima.
 

El autoconcepto y la autoaceptación. Mediante la evaluación de nosotros mismos (habilidades, recursos, deficiencias…) iremos formando una imagen de quiénes somos, lo que se conoce como autoconcepto, la imagen que tengo sobre mí y mi posición en el mundo. Esta imagen de mí mismo ligada a la aceptación de quién soy va constituyendo mi autoestima. Esta aceptación implica no negar sistemáticamente distintas partes de mí, sino abrirse al autoconocimiento intentando no juzgar y teniendo la oportunidad de crear un yo del cual no avergonzarse ni negarse.
 

Consejos para un mejor autoconocimiento y autoestima

El autoconocimiento y autoaceptación puede suponer uno de los ejercicios más complicados y duraderos en nuestro recorrido personal (por miedos o creencias sólidas que tengamos acerca del mundo y de nosotros mismos). Por ese motivo, como especialista en Psicología, aquí os dejo algunos tips que si convertimos en hábitos pueden impulsar un mejor autoconocimiento, formando un autoconcepto más sólido y llevando a la mejora de la autoestima:
 

• Destruye tu voz crítica

Deja de machacarte. Todo el mundo tiene debilidades y pasamos por fracasos, y no por ello somos unos fracasados. Los acontecimientos y las dificultades no te convierten en su resultado, así que aprende de los errores y las adversidades para lograr una mejora en lugar de acuñarte otra característica negativa. Ejemplo: en vez de decirte “soy un fracasado” cámbialo por algo más realista y controlable como “esto me ha salido mal, voy a intentarlo de otra manera”.

La voz crítica es una de las mayores responsables de nuestra baja autoestima, por lo que aprende a detectar estos pensamientos sentenciantes y cámbialos por otros más ajustados a la realidad y positivos.
 

• Piensa en positivo

En muchas ocasiones se nos viene a la mente la anticipación de un resultado negativo y sus consecuencias desastrosas. Anímate a triunfar en lugar de predisponerte a fracasar, ¡tú puedes!, así como también puedes impulsarte en lugar de hundirte. Si pensamos e imaginamos escenarios donde los resultados son positivos nos predisponemos a cumplirlos, de la misma manera que al contrario nos posicionamos por debajo de nuestras posibilidades y propiciamos que no se vayan a lograr.
 

• No te compares ni busques la aprobación de los demás

“Las comparaciones son odiosas”, ¿cuántas veces hemos escuchado esta frase? Serán odiosas si idealizamos y anhelamos los logros ajenos, ya que solo conseguiremos sentirnos desgraciados e inferiores. Cada uno tiene su ritmo, su momento y su forma de hacer las cosas, por lo que no existe el modo o momento “correcto”. Confía en los pasos que das, eres dueño de ellos. 
 

• Ponte metas realistas, elimina el perfeccionismo

“No se puede juzgar a un pez por su capacidad de trepar un árbol”. Aprovecha tus habilidades y cualidades para trazar tu propio camino y establecer metas asequibles y realistas, poco a poco se podrán ir aumentando, pero antes de nada ¡hay que empezar por el principio! Si nos marcamos metas demasiado altas obviando los primeros pasos nunca podremos alcanzarlas y empezaremos a dudar de nuestro potencial.
 

• Trátate con cariño y respeto

Deja de etiquetarte y ponerte términos en función a tus actos. “Soy idiota”, “siempre estoy igual”, “¡qué torpe soy!”, “¿cómo pretendo que me salgan bien las cosas si nunca salen bien” e infinidad de creencias que con el tiempo vamos arraigando en nuestra mente y, por lo tanto, en la definición de nosotros mismos. Quiérete, anímate y perdónate. Insultarte o sentenciarte solo servirá para sumirte poco a poco en categorías que minarán tu autoestima, en cambio si te animas, te alientas y te impulsas irás progresivamente dándote cuenta de que esa etiqueta negativa, que te has ido colocando desde hace mucho tiempo, impedía tu crecimiento y tu cariño propio.
 

• Cada noche cuando te acuestes…

Acuérdate de las cosas que han salido bien y de los hechos por los que estás agradecido el día de hoy. Logros, personas con las que has podido compartir un poquito de ti, situaciones bonitas y cosas por las que agradeces haberte levantado. El ambiente (tal y como hemos visto) es un factor fundamental en tu bienestar personal, ¡seguro que encuentras más de tres hechos por los que ha merecido la pena ser tú hoy!