¿Qué es la tuberculosis pulmonar?
La tuberculosis pulmonar es una infección bacteriana que afecta a los pulmones y puede extenderse a otros órganos. La bacteria tiene una gran facilidad para contagiarse de un individuo afectado a otro. Los métodos de contagio pueden ser por la inhalación de gotitas de agua después del tosido de una persona infectada o del estornudo.
Síntomas de la tuberculosis pulmonar
En cuanto los síntomas que presenta la tuberculosis pulmonar, existe una gran variedad: Dificultad respiratoria, dolor en el pecho, tos con expulsión de moco, tos con sangre, sudoración excesiva, concretamente de noche, fatiga, fiebre, pérdida de peso y sibilancias. Estos síntomas variarán dependiendo la zona del cuerpo en la que se multipliquen las bacterias. En el caso de la tuberculosis pulmonar, la zona afectada son los pulmones, por lo tanto los síntomas se generarán en dicha zona.
Causas de la tuberculosis pulmonar
La principal causa de la tuberculosis pulmonar es la inhalación, por parte de una persona sana, de gotas de saliva minúsculas que proceden de una persona infectada. Estas partículas alcanzan las zonas más profundas del pulmón de la persona sana y generan la enfermedad de la tuberculosis pulmonar.
Otros factores condicionantes, son los lugares cerrados, mal ventilados, en las que estas bacterias se acumulan en el ambiente, se concentran y facilitan su inhalación. De esta manera en las áreas del planeta en las que predominan la pobreza o hacinamiento, hay más casos registrados de tuberculosis pulmonar.
¿Se puede prevenir?
La prueba cutánea se realiza para conocer si se posee o no la bacteria de la tuberculosis pulmonar. Esta prueba se debe realizar lo antes posible con tal de prevenir la infección. Aunque el resultado de la prueba dé positivo, no quiere decir ser portador de la enfermadad. Siempre se debe consultar a un especialista para saber, en qué estado exacto se encuentra la bacteria en el organismo del individuo.
¿En qué consiste el tratamiento?
La cura de la enfermedad es el objetivo final del tratamiento, para ello se emplean diferentes medicamentos durante un tiempo prolongado. Los exámenes médicos que se realizan al inicio de la detección de la enfermedad, revelan que tipo de medicación se debe tomar. Los plazos y la ingesta de pastillas deben respetarse a la perfección, ya que si no se respeta, la infección puede adquirir resistencia a los fármacos y complicar su eliminación del organismo. En todo caso, la finalización del tratamiento dependerá de su especialista.