¿Qué son los tratamientos neurológicos?
Los tratamientos neurológicos son aquellos que intentan abordar los trastornos neurológicos; es decir, tratar las enfermedades del sistema nervioso central y periférico (del cerebro, médula espinal, nervios craneales y periféricos, raíces nerviosas, el sistema nervioso autónomo, la placa neuromuscular y los músculos). Entre dichos trastornos neurológicos se encuentran enfermedades como la epilepsia, el Parkinson, la enfermedad de Alzheimer y otras demencias u otras enfermedades cerebrovasculares.
¿Por qué se realiza?
Los tratamientos neurológicos son uno de los principales objetivos de la medicina, ya que se estima que alrededor de 100 millones de personas en el mundo las sufren. En Europa se calcula que hay 7 millones de pacientes neurológicos. El objetivo de dichos tratamientos es paliar los síntomas de las enfermedades neurológicas y, en caso posible, la curación del paciente.
¿En qué consiste?
Existen un gran abanico de tratamientos neurológicos, según cuál sea la patología diagnosticada que sufra el paciente. En la mayoría de los casos el tratamiento será la neurorrehabilitación para restituir, minimizar o compensar (en la medida de lo posible), los déficits funcionales de una persona afectada por una lesión neurológica grave (ictus, traumatismo craneoencefálico, tumor cerebral, parálisis cerebral infantil, esclerosis múltiple, afectación raquideomedular, encelopatía postanóxica, Parkinson, enfermedad de Guillain-Barré, demencias y Alzheimer, Esclerosis Lateral Amiotrófica u otras enfermedades neuromusculares.
El objetivo de la terapia es una atención neurológica integral que aúna un tratamiento farmacológico de la patología, con la neurorehabilitación de las lesiones neurológicas. Asimismo, también se intenta mejorar la vida de las personas con enfermedades neurológicas buscando la autonomía de la persona y un avance en su día a día y en la reinserción socio-laboral.
Es importante un diagnóstico precoz para poder establecer cuanto antes el tratamiento más adecuado en cada patología.
Preparación para los tratamientos neurológicos
Antes de administrar cualquier tratamiento neurológico el especialista en Neurología deberá realizar un método clínico, que servirá para decidir cuál será el mejor tratamiento:
- Identificar los síntomas y signos con interrogatorio al paciente y la exploración física.
- Evaluar síntomas y signos físicos que se consideren importantes, así como identificar trastornos de la función y la estructura anatómica involucrada.
- Diagnóstico anatómico/topográfico para localizar el proceso patológico (partes del sistema nervioso afectadas). En este punto se reconocerán signos y síntomas del síndrome que sufra el paciente, para localizar el lugar y naturaleza de la enfermedad. Dicho proceso se conoce como diagnóstico sindrómico.
- Con el diagnóstico anatómico y otros datos médicos (rapidez de inicio, evolución, curso de la enfermedad, afección de sistemas orgánicos extraneurológicos, antecedentes…) se podrá establecer un diagnóstico patológico. Cuando se identifica el mecanismo y causalidad de la enfermedad se podrá hablar de diagnóstico etimológico.
- A partir de entonces se podrá establecer un diagnóstico funcional valorando el grado de incapacidad del paciente.
Toda esta exploración neurológica previa servirá para saber cuál es el mejor tratamiento en cada caso, según la patología neurológica que sufra el paciente. Algunas de las pruebas que se realizarán son:
- Pruebas de los nervios craneales, para evaluar su función: prueba de sentido del olfato, pruebas visuales (campos de confrontación), sensibilidad de la cara, presencia/ausencia de reflejos corneales, movimientos faciales, estudio de las cuerdas vocales…
- Pruebas de la función motora: rapidez y fuerza de movimientos, tamaño, tono y coordinación de la musculatura, atrofia de las extremidades, entre otras.
- Pruebas de la función refleja que permiten obtener una idea de lo adecuada que es la actividad de la médula espinal.
- Pruebas de la función sensitiva, buscando diferencias entre ambos lados del cuerpo, variando la intensidad del estímulo.
- Exploración de la estación y la marcha, siendo la anomalía más común la anormalidad de la bipedestación y la marcha (trastornos cerebelosos o del lóbulo frontal).
Cuidados tras la intervención
La mayoría de tratamientos neurológicos son progresivos y de administración/ terapia periódica, por lo que cualquier cuidado especial y puntual será pautado por el especialista en Neurología.
Alternativas a este tratamiento
En la actualidad se sigue trabajando continuamente en la búsqueda de técnicas y tratamientos más avanzados en Neurología. De hecho, es una de las áreas donde más se invierte. Los tratamientos disponibles son amplios y la aplicación de uno u otro dependerá de la recomendación del especialista y de la evolución del paciente.