¿Por qué se realiza un trasplante de pulmón?
Un trasplante de pulmón es necesario cuando uno o ambos pulmones están enfermos y la vida del paciente está en riesgo. Los pulmones son esenciales para la vida, ya que aspiran aire para suministrar oxígeno al torrente sanguíneo, que lo lleva a las células de todo el cuerpo. Las células necesitan oxígeno para sobrevivir y realizar sus funciones. Si los pulmones no pueden hacer su trabajo, el paciente puede tener dificultad para respirar y su vida estará en peligro.
Un trasplante de pulmón es una opción de emergencia cuando el paciente tiene una enfermedad pulmonar avanzada que no ha respondido al tratamiento y/o se cree que sus expectativas de vida son de menos de tres años sin este trasplante. Las afecciones que pueden ocasionar que un pulmón sufra este problema son:
¿Qué implica un trasplante de pulmón?
El procedimiento de trasplante de pulmón implica un corte en el tórax y extirpar el pulmón o pulmones dañados. El paciente recibe anestesia general antes de la operación y se le puede conectar a una máquina de bypass cardíaco y pulmonar para mantener la circulación sanguínea, dependiendo del caso.
Luego, el cirujano conecta las vías respiratorias y los vasos sanguíneos al pulmón donado a medida que se sutura. Cuando parece estar funcionando correctamente, el equipo de trasplante cerrará el tórax.
Una operación de trasplante de pulmón puede durar entre cuatro y doce horas.
Tipos de trasplante de pulmón
Existen tres tipos de trasplante de pulmón:
- Trasplante de un solo pulmón: en los casos en que solo un pulmón está dañado y no hay peligro para el otro, solo se trasplanta un pulmón. Esto normalmente se utiliza para tratar la fibrosis pulmonar, pero no la fibrosis quística, que se puede diseminar al nuevo pulmón después de la cirugía.
- Doble trasplante de pulmón: se reemplazan ambos pulmones. Este es el tratamiento habitual para la fibrosis quística y la EPOC.
- Trasplantes de corazón-pulmón: se extirpan ambos pulmones y el corazón y se trasplantan otros nuevos. Esto se recomienda para pacientes con hipertensión pulmonar grave.
¿Cómo prepararse para un trasplante de pulmón?
Antes de recibir un trasplante de pulmón, el paciente debe encontrar un donante. En casos raros, un pariente o parientes cercanos pueden donar parte de los pulmones mientras aún están vivos, pero la gran mayoría de las veces, el paciente debe estar en una lista de espera. Para ser incluido en la lista de trasplantes, el paciente debe someterse a pruebas para asegurarse de que sus otros órganos principales estén sanos y sigan funcionando después de la cirugía.
El paciente también debe asegurarse de que está lo más sano posible antes de la operación para maximizar las posibilidades de éxito. Esto puede significar cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar y perder peso.
Cuidados posteriores
Después del trasplante de pulmón, el paciente necesitará tiempo para recuperarse en la unidad de cuidados intensivos (UCI), normalmente durante varios días. Se dejan tubos en el pecho durante varios días pare drenar cualquier acumulación de líquidos y se pueden administrar otros medicamentos por vía intravenosa. El equipo de trasplante controla de cerca al paciente en caso de posibles complicaciones, como que el cuerpo rechace el trasplante.
La recuperación completa generalmente dura entre tres y seis meses, pero cada paciente es diferente. Los chequeos regulares son imperativos durante este período, y es probable que el médico recete medicamentos para prevenir el rechazo al trasplante y la infección.