¿Qué es el síndrome de Cushing?
El síndrome de Cushing es una enfermedad que se produce debido a una producción excesiva y crónica de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), la cual se sintetiza naturalmente en el cuerpo humano, pero que también se puede introducir durante las terapias farmacológicas para resolver enfermedades inflamatorias. Esta hormona, en condiciones óptimas, es responsable de la respuesta fisiológica al estrés y de otras funciones esenciales múltiples. Sin embargo, cuando sus niveles aumentan de manera crónica, no se producen alteraciones indiferentes.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de Cushing?
La enfermedad se presenta como un complejo de síntomas. Los cambios más importantes son la obesidad acumulada en el tronco, especialmente en las áreas cervicales y supraclaviculares, provocando la llamada cara lunar, es decir, hinchada, redondeada y un adelgazamiento de las extremidades con atrofia de los músculos. La patología también se acompaña de hipertensión, osteoporosis, piel que desarrolla estrías púrpuras en el abdomen, hematomas evidentes en todo el resto del cuerpo y defensas inmunes reducidas que causan infecciones frecuentes. En las mujeres, en cambio, puede presentarse con irregularidades del ciclo, hipertricosis y acné. Finalmente, en los niños, la enfermedad produce un bloqueo del aumento de la estatura.
Diagnóstico del síndrome de Cushing
El diagnóstico de la patología es difícil en la etapa inicial, dada la naturaleza de los síntomas que pueden asociarse con diferentes enfermedades. Se realiza un examen, cuyos resultados son particularmente confiables, ya que se obtienen mediante análisis de orina para la búsqueda de cortisol urinario libre, tras la ingesta de esteroides antiinflamatorios. Entonces, será necesario comprender si es una forma dependiente o independiente de ACTH. Dependiendo del caso, puede ser necesario realizar resonancia magnética nuclear, coronaria o pruebas de estimulación o inhibición, como la prueba CRH que inhibe el sistema al recetar un medicamento antiinflamatorio esteroide.
¿Cuáles son las causas del síndrome de Cushing?
La causa principal de la patología, cuando es autoinmune, es una producción excesiva de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) por la glándula pituitaria, una glándula ubicada en el cerebro y cuya función es la síntesis de diferentes tipos de hormonas. Cuando esta glándula desarrolla un tumor benigno, la síntesis de la hormona en cuestión se ve comprometida, influyendo profundamente en diversas funciones del cuerpo humano. Luego, hay casos en los que el síndrome se desarrolla por la ingesta prolongada de medicamentos antiinflamatorios e inmunosupresores que afectan la secreción de la hormona ACTH, de manera similar al cáncer de hipófisis.
¿Se puede prevenir?
La única forma de prevenir el trastorno, solo en casos de origen exógeno, es limitar el uso de medicamentos basados en hormonas esteroides. Obviamente, solo un especialista podrá evaluar la necesidad de tratamiento caso por caso.
Tratamientos para el Síndrome de Cushing
La enfermedad se resuelve con éxito si se identifica su origen claro. En las formas de origen exógeno, por lo tanto, con un uso prolongado de medicamentos, el especialista proporcionará la interrupción o modificación de la terapia. Por otro lado, cuando la enfermedad es autoinmune, se realiza cirugía o radioterapia para extirpar los tumores que causan insuficiencia hormonal. Para los pacientes para quienes la cirugía no es una opción, el especialista prescribirá una terapia específica.
¿Con qué especialista contactar?
El especialista que se ocupa del diagnóstico y la terapia del síndrome de Cushing es el endocrinólogo.