¿Qué es la retina?
La retina es una capa delgada de tejido en la pared posterior del ojo, formada por diferentes células (epitelio pigmentario de la retina, células nerviosas y células fotorreceptoras). Las células fotorreceptoras (conos y bastones) reaccionan a la luz y envían señales eléctricas al cerebro, que interpreta estas señales como visión. La retina es, por lo tanto, lo que nos permite ver.
La retina, junto con el nervio óptico, se desarrolla en el embrión como parte del tejido cerebral, haciéndolo parte del sistema nervioso central. Al ser un tejido nervioso, la retina no tiene la capacidad de regenerarse.
Función de la retina
La retina es responsable de nuestra visión. Las células fotorreceptoras reaccionan a la luz que ingresa al ojo, liberando sustancias químicas, que a su vez desencadenan un impulso nervioso, que se envía a la corteza cerebral a través del nervio óptico. El patrón de luz que golpea las células fotorreceptoras desencadena un conjunto único de señales eléctricas, que el cerebro interpreta como una imagen.
Las células de barra funcionan bien con poca luz, proporcionándonos nuestra visión nocturna. Contribuyen poco a la visión del color, por lo que nos resulta difícil distinguir los colores en la oscuridad. Tienden a concentrarse alrededor del borde de la retina y también se usan para la visión periférica.
Las células cónicas, por otro lado, son menos sensibles a la luz, pero son las responsables de nuestra visión del color. La mayoría de las personas tienen tres tipos de células cónicas. Cada tipo es sensible a diferentes longitudes de onda visibles de luz, lo que nos proporciona una visión tricromática. La mezcla de señales enviadas por las diferentes células de cono que se estimulan en diferentes grados crea la mezcla de colores que podemos percibir. Algunas personas nacen con solo dos tipos de células cónicas, lo que limita el rango de colores que pueden percibir, lo que hace que confundan fácilmente los colores que parecen diferentes para alguien con los tres tipos de células cónicas.
Patologías que puede sufrir la retina
Las patologías de la retina pueden afectar a la vista con diferentes grados de severidad, y pueden ser adquiridos o heredados:
- Retinopatía diabética: la diabetes hace que los capilares que irrigan la retina pierdan líquido dentro o debajo de la retina, lo que provoca hinchazón y visión distorsionada.
- Desgarro de la retina: cuando el vítreo gelatinoso dentro del ojo se contrae, puede tirar de la retina y, a veces, esto puede causar un desgarro.
- Desprendimiento de retina: un trastorno en el que la retina se afloja y se desprende del tejido que se encuentra debajo. Por lo general, se produce cuando el líquido pasa a través de una rotura retiniana.
- Retinosis pigmentaria: conjunto de patologías oculares degenerativas y hereditarias, caracterizadas por una pérdida lenta y progresiva de la visión.
- Degeneración macular (DMAE): deterioro de la mácula relacionada con la edad, bastante común a partir de los 60 años. La mácula es la parte del ojo encargada de proporcionarnos una visión clara. A medida que crecemos su función va perdiendo facultades, produciendo degeneración macular.
- Agujero macular: rotura en la mácula, tal vez causada por un traumatismo o tracción entre la retina y el vítreo.
- Cáncer de retina.
Tratamientos para las patologías de la retina
El tratamiento variará según la patología específica. Algunas patologías se pueden tratar con inyecciones intravítreas; pero para otras patologías, la única opción es la cirugía. Las cirugías más típicas son:
- Cirugía de fotocoagulación térmica con láser para el tratamiento de la degeneración macular húmeda.
- Vitrectomía para el tratamiento del agujero macular, desprendimiento de retina o retinopatía diabética, entre otras.
Especialista que trata las patologías de la retina
Las patologías de la retina las tratan y diagnostican los especialistas en Oftalmología.