Una resonancia magnética (IRM) de la columna vertebral es un tipo de exploración que utiliza un campo magnético para producir imágenes detalladas de la columna vertebral. Una resonancia magnética la realiza un radiólogo y es un procedimiento seguro.
¿Por qué necesitas una IRM de la columna vertebral?
Una IRM de la columna vertebral a menudo se recomienda si se sufre de dolor de espalda que no desaparece, o entumecimiento en piernas o brazos. En comparación con una TC o una radiografía, una IRM puede producir una imagen más detallada de la columna vertebral, dando una imagen clara de las vértebras que componen la columna vertebral, la médula espinal, los discos y los ligamentos. Por lo tanto, una resonancia magnética de la columna vertebral es útil para investigar:
- Cualquier tumor presente en la columna vertebral
- Lesión ósea, discal o de la médula espinal
- Inflamación de la médula espinal o de los nervios
- Infección en la columna vertebral
- Compresión o degeneración de la columna
Las imágenes producidas por el escáner pueden ayudar a diagnosticar:
Sin embargo, en muchos casos, el médico puede mandar realizar pruebas adicionales para hacer un diagnóstico formal. Por ejemplo, si se encuentra un tumor en la columna vertebral, puede no ser posible identificarlo como benigno o maligno solo con una IRM, lo que significa que se necesitaría otra prueba como una biopsia.
Si ya se tiene una afección diagnosticada o el médico ya es consciente de la presencia de un tumor en la columna vertebral, a menudo se utiliza una resonancia magnética para ayudar a planificar la cirugía.
¿Qué esperar de una IRM de la columna vertebral?
Para más información de cómo funcionan las pruebas de IRM, lo que puedes esperar y cómo prepararse, consulta nuestra página sobre escáneres MRI.
En una resonancia magnética de la columna vertebral, la prueba puede durar entre 30 y 60 minutos. El período de tiempo depende de qué parte de la columna vertebral se explora y si se utiliza un medio de contraste para resaltar ciertas partes de esta.
Si se utiliza un medio de contraste, este se administrará por vía intravenosa. Esto puede ayudar a los médicos a entender las imágenes de la gammagrafía al resaltar diferentes áreas del cerebro, particularmente los vasos sanguíneos. El medio de contraste generalmente es seguro, pero puede haber algún tipo de riesgo si se tienen problemas de riñón. Se debe informar al médico de cualquier afección preexistente antes de que te pongan la vía intravenosa.
Finalmente, debido a que es importante que la imagen sea lo más clara posible, quizás se tengan que usar correas para que el paciente permanezca quieto durante la exploración.