La psoriasis es una afección crónica de la piel que se manifiesta mediante lesiones de color rojizo y escamoso.
¿Qué es la psoriasis?
La psoriasis es una enfermedad cutánea crónica que provoca irritación y enrojecimiento de la piel. Aparece como consecuencia de una disfunción en el sistema inmune y puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, aunque normalmente aparece en la zona de los codos, rodillas o cuero cabelludo; aunque también puede manifestarse en los pliegues de la piel, en las plantas de los pies, en las manos y en las uñas.
Se manifiesta en brotes con periodos de mejoría y de remisión o empeoramiento, pero la enfermedad se desarrolla de una manera particular en cada paciente.
Existen diversos tipos de psoriasis, dependiendo de la forma que presente y de su localización. Por ejemplo, existe la psoriasis pustulosa, que se presenta de forma generalizada o localizada, más frecuentemente alrededor de las uñas de las manos y los pies. Otro tipo de psoriasis es la seborreica o la guttata.
Tal y como apunta la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), esta enfermedad tiene graves repercusiones en el ámbito físico, emocional, sexual, laboral y económico del paciente, disminuyendo su calidad de vida.
¿Qué síntomas presenta la psoriasis?
El principal síntoma de la piel son los parches de piel irritados, rojos y descamativos, conocidos como placas. La piel se agrieta, reseca y presenta un color entre rosa y rojo. El tamaño y la forma de las placas varían en función del paciente e, incluso, en el mismo paciente pueden ser de pocos milímetros o llegar a cubrir zonas corporales extensas. .
La psoriasis es una enfermedad muy común no contagiosa. Cualquier puede tenerla, aunque se empieza a desarrollar normalmente entre los 15 y los 35 años. En algunos casos, puede transmitirse de padres a hijos. Los especialistas afirman que quizás se trate de un trastorno autoinmunitario.
Hay afecciones que pueden desencadenar un ataque de psoriasis, como:
Infecciones bacterianas o virales
Aire seco o piel seca
Lesiones en la piel, como cortes, quemaduras y picaduras de insectos
Falta de luz solar y, también, excesiva exposición al Sol (quemaduras solares)
Alto consumo de alcohol
¿Se puede prevenir la psoriasis?
La psoriasis no se puede prevenir. Sin embargo, mantener la piel húmeda y limpia ayuda a reducir la cantidad de reagudizaciones.
Diagnóstico
El diagnóstico de la psoriasis es principalmente clínico y debe realizarlo un experto en dermatología por visualización de las lesiones. En ocasiones, puede resultar difícil de diagnosticar dado que algunos de sus síntomas también son propios de otras enfermedades cutáneas. Asimismo, una maniobra exploratoria clásica es el raspado metódico de Brocq, que se realiza con una cucharilla metálica sobre una placa sin tratar.
¿En qué consiste el tratamiento?
Actualmente, no existe una cura definitiva para la psoriasis. Su tratamiento tiene como objetivo controlar los síntomas y prevenir una infección. Se basa en paliar los síntomas y molestias mediante preparados tópicos (cremas, pomadas o lociones) o de la administración oral de fármacos. Además, también hay técnicas complementarias de fototerapia que ofrecen notables beneficios.
Además, también pueden tenerse en cuenta determinados cuidados en el hogar que pueden ayudar en el tratamiento de la enfermedad; tales como:
Tomar un baño o una ducha diaria.
Darse baños de avena
Mantener la piel limpia y húmeda.
Exponerse a la luz solar, pero teniendo especial cuidado con las quemaduras solares
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