Pronóstico de la enfermedad
Los problemas sexuales no constituyen una enfermedad grave por la cual el paciente ponga en riesgo su vida, pero la salud sexual se verá afectada, influyendo también en su salud emocional y su calidad de vida. En muchos casos, los pacientes con problemas sexuales sienten una pérdida de confianza en sí mismos, autoestima baja o incluso depresión.
Además, la particularidad de los problemas sexuales reside en que no sólo afectan a la salud sexual del paciente, sino que también influirán en la de su pareja.
Síntomas de los problemas sexuales
Los síntomas de los problemas sexuales son diversos, en función del problema que se presente en cada caso:
Tanto hombres como mujeres pueden experimentar los trastornos sexuales de anorgasmia y falta de deseo sexual, los cuales hacen referencia a trastornos psicológicos que no permiten al paciente disfrutar de las relaciones sexuales. La sintomatología suele ser de ansiedad, depresión o estrés.
Los principales problemas sexuales que afectan únicamente a los hombres son:
- Disfunción eréctil: el hombre sentirá incapacidad para tener una erección o mantenerla durante el coito.
- Eyaculación precoz: el hombre expulsa el semen prematuramente y no es capaz de retenerlo.
- Eyaculación retardada o eyaculación tardía: por el contrario, en este caso el hombre necesita mucho tiempo de estimulación para eyacular, así como algunos de ellos no consiguen eyacular finalmente.
- Testosterona baja: esta alteración de la testosterona provoca depresión, ansiedad, falta de deseo sexual, disfunción eréctil, mayor sudoración, y fatiga o cansancio.
Por otra parte, los problemas sexuales que afectan únicamente a mujeres son:
- Vaginismo: la paciente sentirá un dolor intenso durante la relaciones sexuales, hasta el punto de hacer imposible la penetración, a causa de la contracción de los músculos vaginales.
- Dispareunia: la paciente siente un dolor intenso y persistente en la zona pélvica durante o después de la penetración. Aunque es más frecuente en mujeres, algunos hombres pueden padecerlo.
¿Cuáles son las causas de los problemas sexuales?
Las causas de los problemas sexuales pueden ser psicológicas o físicas, y ser derivadas del estrés, de alguna enfermedad o daño sufrido, efectos secundarios de algún medicamento o problemas emocionales o físicos.
¿Se pueden prevenir?
La prevención de muchos problemas sexuales puede establecerse mediante una buena salud física y emocional. Por ejemplo, la disfunción eréctil puede darse por causas vasculares, que se podrían prevenir evitando la obesidad, la hipertensión arterial, los altos niveles de colesterol o el tabaquismo.
Por otra parte, la educación tiene un papel muy importante en los problemas sexuales, pues en muchos casos de anorgasmia, falta de deseo sexual o disfunción influyen la educación sexual que ha recibido el paciente, su percepción sobre el sexo y su autoestima y confianza en sí mismo.
También tratar el estrés y la ansiedad es de utilidad para evitar los problemas sexuales con causa psicológica.
Tratamientos para los problemas sexuales
El tratamiento para los problemas sexuales será muy variable en función del problema sexual que se padezca y la causa que lo haya originado.
Así, muchos de los trastornos sexuales se enfrentan con terapia psicológica. En cambio, en los casos provocados por problemas vasculares, del suelo pélvico u hormonales, necesitará una atención y tratamiento personalizados por un ginecólogo o andrólogo experto.
¿Qué especialista los trata?
El especialista que trata los problemas del aparato reproductor femenino será el ginecólogo, mientras el especialista para el paciente masculino será el andrólogo. Por otra parte, el especialista en Psicología también puede tratar estos problemas, sobre todo aquellos especializados en Sexología, cuando tengan causa emocional.