¿Los niños sufren depresión?
Autore:Los adultos suelen pensar que los niños, por el simple hecho de serlo, ya son felices, y no siempre es así. Los niños pasan por momentos psicológicos difíciles, y también sufren enfermedades mentales. La depresión es una de las más frecuentes.
La depresión es una enfermedad, y hay que abordarla como tal. El problema es que, en España, la Psiquiatría infantil todavía no ha sido reconocida como una especialidad oficial —es el único país de la Unión Europea, junto con Letonia, donde sucede esto—, de ahí que apenas haya psiquiatras dedicados, en exclusiva, a los problemas de los niños.
Causas de la depresión infantil
La depresión infantil puede estar motivada por múltiples factores, aunque la herencia genética juega un papel determinante.
Entre el 60 y el 80% de los niños que sufren depresión grave o moderada tienen antecedentes familiares de trastornos afectivos. En el caso de la depresión más leve, pueden influir, entre otras circunstancias, el ambiente familiar o los problemas escolares.
Síntomas: detectar si un niño tiene depresión
La depresión infantil tiene una sintomatología un tanto peculiar, diferente a la que manifiestan adultos y adolescentes.
Los niños se suelen mostrar:
- Irritables.
- Saltan a la mínima y de una manera desproporcionada.
- Tienden a minusvalorarse: creen que son “tontos” y que no sirven “para nada”.
- Desarrollan fobias: por ejemplo, el decir que les duele la cabeza o la tripa para no ir al colegio.
- Sufren alteraciones del sueño: duermen poco o en exceso.
- Dejan de rendir en el colegio: empiezan a suspender o a no hacer los deberes.
- No les interesa jugar, pierden el apetito, están cansados...
Para detectar un cuadro de depresión infantil, los padres deben estar muy pendientes de los cambios de conducta de sus hijos. También el resto de familiares y, por supuesto, los profesores, han de estar a la expectativa para, ante cualquier comportamiento extraño del menor, hacer saltar las todas alarmas. Igualmente, antes de diagnosticar a un niño un trastorno depresivo, los especialistas en Psiquiatría infantil recomiendan descartar la existencia de otras enfermedades.