Crioablación en el tratamiento del cáncer de mama

La crioablación es una técnica percutánea para el tratamiento de tumores en la mama. Consiste en la aplicación de frío, mediante el uso de una aguja en el nódulo, destruyendo así el tejido del tumor. Constituye una alternativa eficaz a la cirugía en el caso de aquellas pacientes que no desean someterse a una intervención quirúrgica o que presentan alto riesgo.

La principal ventaja de este método es que es indoloro, ya que se realiza con anestesia local. Además, no deja ningún tipo de cicatriz y, en comparación con otras técnicas ablativas, permiten ver la bola de hielo, por lo que es más precisa que otras técnicas.

En cuanto a la recuperación, es más rápida que en otros tratamientos, ya que se realiza bajo mínima sedación de forma ambulatoria.

¿En qué casos se puede aplicar crioablación?

Este tratamiento está indicado para aquellas pacientes que presentan tumores de bajo grado. Además, se suele aplicar en mujeres que no desean ser intervenidas quirúrgicamente o que tienen un alto riesgo quirúrgico y en casos de fibroadenomas en crecimiento.

Con el tiempo, la indicación de crioablación por parte de los especialistas en Radiología Intervencionista está aumentando hacia muchas patologías de la mama. Sin embargo, es importante que se tome una decisión basada en una evaluación multidisciplinar, es decir, teniendo en cuenta el tamaño, la localización, el tipo de tumor y las características personales de cada paciente.

Por último, esta técnica permite destruir tumores en cualquier fase, siempre y cuando este reúna las características necesarias para ser tratado bajo este abordaje: principalmente el tamaño y su actividad hormonal.