Cirugía mínimamente invasiva de columna: cuándo se realiza y qué ventajas ofrece
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¿Qué es la cirugía de columna mínimanete invasiva? ¿Cuándo se puede llevar a cabo?
La cirugía de columna mínimamente invasiva es aquella que permite acceder al objetivo quirúrgico a través de la incisión muy pequeña, sea uno o varios orificios de la espalda del paciente. Mediante esta técnica conseguimos corregir el defecto que presenta el caso, a través de una técnica que irrumpe mínimamente la anatomía del paciente. El viejo lema de, los malos cirujanos cometen grandes errores a través de incisiones pequeñas, ha quedado desfasado porque esta técnica nos permite solucionar casi todos los problemas de columna a través de una intervención que accede al paciente a través de un pequeño orificio, o varios.
¿Qué tipos de cirugías de columna existen?
La cirugia minimamente invasiva puede emplearse tanto en técnicas de instrumentación como de no instrumentación, es decir, la técnica donde se va a emplear tornillos y barras de titanio, o cualquier elemento protésico, para solucionar el problema, o bien una técnica descompresiva simple, sin ningún tipo de instrumentación. Mínimamente invasiva significa acceder al objetivo quirúrgico, a través de una incisión muy pequeña, o varios orificios realizados en la espalda, el cuello, o la zona lumbar del paciente.
¿Qué ventajas aporta esta técnica?
Las ventajas de la cirugía mínimamente invasiva de columna son innumerables. En principio al minimizar el acceso quirúrgico a través de una incisión pequeña conseguimos que la recuperación postoperatoria sea mucho más corta. El paciente puede caminar inmediatamente después de la cirugía o movilizar sin ningún tipo de restricción y se produce el alta hospitalaria en cuestión de uno o dos días. Muchas veces incluso en el mismo día, si hemos operado por la mañana, el paciente puede marcharse a casa por la tarde. Otra de las ventajas de la cirugía mínimamente invasiva es que minimiza todos los riesgos quirúrgicos que implica una intervención de columna, sea en cuello, torácica o lumbar, el paciente va a recibir una mínima agresión corporal, con lo cual se acelera el proceso de recuperación y se minimiza el riesgo operatorio.
¿Cómo son los resultados?
Si hablamos de los resultados de la técnica quirúrgica minimamente invasiva estamos hablando de un amplio abanico de ventajas. En principio, como hemos mencionado anteriormente, la estancia hospitalaria se acorta considerablemente en lugar de convalecer durante varios días, hay muchos pacientes que reciben el alta el mismo día de la intervención. La mayoría de los casos suelen marcharse a casa en dos o tres días como mucho y la movilización comienza el mismo día de la intervención, justo después de haberse operado. Otra de las ventajas de la técnica mínimamente invasiva es la ausencia de un dolor excesivo postoperatorio. En las técnicas tradicionales, donde interveníamos a cielo abierto, como solía llamarse, teníamos una recuperación lenta y ciertamente dolorosa por la disrupción arquitectónica de los tejidos anatómicos. En estos casos, como se emplean técnicas de acceso minúsculo, el dolor se disminuye casi completamente. En cuanto a la recuperación funcional tenemos igualmente una aceleración de la vuelta, o el retorno a la actividad cotidiana del paciente. Animamos a los pacientes que se operan a movilizar la misma tarde de la intervención y volver a una actividad deportiva de bajo rendimiento en menos de una semana. Todo esto se consigue a través de una agresión mínima a las estructuras anatómicas implicadas y a la recuperación de la funcionalidad casi inmediatamente después el procedimiento. Igualmente las revisiones por parte del especialista en Neurocirugía que hacemos a la semana, a las 3 semanas y a las 6 semanas, comprobamos que un alto número de pacientes ha retomado la actividad deportiva de medio y alto rendimiento sin ningún problema. Esto incluye deportes de contacto y deportes de fondo, incluyendo carrera continua y ciclismo de alto rendimiento.