¿Qué es la inmunodeficiencia?
La inmunodeficiencia es la condición médica por la cual el sistema inmune de una persona no es capaz de funcionar correctamente o no funciona en absoluto. El funcionamiento incorrecto del sistema inmunitario puede favorecer el desarrollo de enfermedades autoinmunes y alérgicas, o de neoplasias. Las inmunodeficiencias se dividen en primitivas (si se derivan de defectos congénitos) o secundarias (si se derivan de infecciones o tratamientos farmacológicos). Esta condición comporta la aparición de infecciones que se desarrollan y se repiten muy a menudo, manifestándose en una forma más grave y de mayor duración.
Pronóstico de la enfermedad
Cuando se tratan con tiempo y debidamente, la mayoría de formas de inmunodeficiencia primaria tienen un pronóstico positivo. Un tratamiento temprano y constante garantiza un estilo de vida normal. En el caso de las inmunodeficiencias secundarias, el pronóstico depende de la gravedad de la causa desencadenante.
Síntomas de la inmunodeficiencia
Una persona puede sospechar que padece inmunodeficiencia padece repetidamente infecciones graves con baja eficacia de los tratamientos farmacéuticos a los que se somet, y sin una curación completa entre las diversas infecciones. Con los síntomas de la inmunodeficiencia, nos referimos a los síntomas de enfermedades infecciosas (pulmonía, resfriados, gripe, sinusitis, etc.) que pueden originarse a partir de niveles bajos, o por ausencia completa, de defensas inmunitarias.
Diagnóstico de la inmunodeficiencia
El diagnóstico de la inmunodeficiencia consiste en un proceso de diagnóstico preciso:
- Examen objetivo
- Anamnesis
- Prueba para evaluar los niveles de glóbulos blancos
- Prueba para evaluar los niveles de linfocitos T
- Prueba para evaluar los niveles de inmunoglobulina.
Si al final del proceso de diagnóstico todavía se tienen dudas, el paciente puede someterse a la prueba de los anticuerpos, que consiste en una vacuna para ver cómo reacciona el cuerpo, si produce anticuerpos o no.
Cuáles son las causas de la inmunodeficiencia
- Inmunodeficiencia primaria: puede estar causada por mutaciones de un gen particular durante la embriogénesis o el desarrollo uterino;
- Inmunodeficiencia secundaria: puede estar causada por un estado grave de desnutrición, terapias farmacológicas fuertes, tumores (leucemia, linfoma, mieloma múltiple), VIH, hepatitis viral o ausencia de bazo (asplenia).
¿Se puede prevenir?
La inmunodeficiencia primaria no se puede prevenir porque está causada por anomalías genéticas durante la embriogénesis o el desarrollo uterino. La inmunodeficiencia secundaria se puede prevenir solo si las causas que la causan también se pueden prevenir.
Tratamientos para la inmunodeficiencia
En casos de inmunodeficiencia primaria, al ser la causa desencadenante de por sí incurable, la persona afectada está obligada a vivir con un sistema inmunitario débil. Sin embargo, hay tratamientos que permiten compensar estas deficiencias inmunitarias:
- Si la cantidad de anticuerpos es insuficiente o no funcionan correctamente, es posible suministrar inmunoglobulinas;
- Si la enfermedad ya se encuentra en una etapa avanzada y grave, se puede recurrir al trasplante de células estaminales.
En casos de inmunodeficiencia secundaria, el tratamiento varía según la causa desencadenante.
¿A qué especialista hay que dirigirse?
En caso de inmunodeficiencia, es aconsejable dirigirse a un experto en oncología, alergología, inmunología o hematología.