Farmacia Clapes

En 1863, Gaspar Viñas i Marti, farmacéutico hijo del entonces pueblo de Sant Andreu de Palomar, abrió una oficina de farmacia en la casa donde residía su familia desde el año 1712, una vivienda situada en el número 59 de la calle Arrabal, actual Grande de Sant Andreu, 211.

Por aquel entonces, la farmacia en Sant Andreu no se cerraba nunca y todos los productos farmacéuticos estaban preparados en el momento de la dispensación. Entonces, el boticario, al igual que el médico, era una dentro del pueblo, donde todos se conocían y ayudaban. En aquella época, era frecuente tener que aconsejar a los convecinos, incluso, en cuestiones personales. Boticario y vecinos mantenían a veces sus tertulias de trastienda, donde trataban los temas locales, científicos y culturales.

En 1896, Gaspar Viñas i Marti fue designado concejal del distrito 3 del pueblo, momento en el que se produjo la agregación del, hasta entonces pueblo de Sant Andreu de Palomar, en la ciudad de Barcelona. Al morir Gaspar Viñas en 1906, le sucedió su hijo Joan Viñas i Pons, también farmacéutico y discípulo del profesor D. Marià Brossa.

Por entonces había 7 farmacias en Sant Andreu , situadas todas ellas en la Calle Grande. Regentadas por los farmacéuticos Guinart, Alventosa, Xifré, Cot, Viñas, Dencàs y Vintró, llamándolas manteniendo el orden que seguían a lo largo de la calle.

Joan Viñas, como profesional farmacéutico, intervino muy activamente en obras sociales, benéficas y culturales del ya entonces barrio de Barcelona. Entre ellas cabe destacar la presidencia de los “Catalanistas”, así como su contribución a la Junta Benéfica de San Andrés, en la Junta de Defensa o Somatén, el Centro Médico-Farmacéutico y participó en 1916 en la fundación de la Unión de Contribuyentes, entidad por la defensa de las clases contributivas. Citado es su nombramiento como Concejal del Ayuntamiento de Barcelona por el Distrito en 1917.

En el ámbito cultural cabe destacar la profunda amistad que mantenía con Mossèn Joan Clapés, con quien colaboraba en su conocida obra literaria. Paralelamente, fue elegido Presidente del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona en 1920. Como tal, y para tratar temas referentes a la profesión, impulsó desde su farmacia en Sant Andreu , la organización de reuniones entre los farmacéuticos del barrio, Joan Guinart, Joan Raspall, Josep Llorens, Joan Franquesa, Joan Viñas, Joan Pagès, Josep Vintró Josep Castellanos y Carles Busquet.

Al estallar la Guerra Civil, Joan Viñas seguía ejerciendo su profesión con todas las posibilidades que la coyuntura existente le permitía, puesto que ante la carestía de muchas sustancias, debía improvisar sustitutivos.En 1949, cuando murió Joan Viñas, asumió la titularidad de la farmacia en Sant Andreu su yerno, sobrino de Mossèn Clapés, Jaume Clapés Llambí, pues la hija mayor del primero, Montserrat Viñás i Ponsà, todavía estaba cursando los estudios de farmacia. Al finalizar estos estudios, se unió a su cuñado Jaume Clapés al frente de la farmacia de sus antepasados.Hoy en día, muchos vecinos recordarán todavía a Montserrat Viñas detrás de su mostrador en la farmacia de Sant Andreu , donde ejerció cerca de cuarenta años, aunque el titular era su cuñado. Éste, sabiendo que la farmacia estaba en buenas manos, pudo dedicarse plenamente a impulsar y colaborar con diversas iniciativas dentro del barrio de Sant Andreu . En 1957 fue nombrado presidente del Casal Católico de San Andrés, en 1959 presidente de la Comisión de Fiestas, y desde 1963 formó parte del Patronato de la Casa Asilo de San Andrés, del que durante muchos años fue vicepresidente primero.

En mayo de 1989 tomaron el relevo al frente de la farmacia en Sant Andreu los hijos de Jaume Clapés, Jaume y Antoni Clapés y Viñas. En ese momento, la farmacia se reformó y remodeló, para modernizarla y adecuarla a los nuevos tiempos. Aquella farmacia centenaria que fundó Gaspar Viñas, había crecido y evolucionado de acuerdo al nuevo siglo.

En todos estos años ha cambiado notablemente la medicina, la forma de administrar medicamentos, con mejoras considerables. En la Farmacia Antoni Clapés hemos sabido adaptarnos, pero manteniendo siempre la esencia de un buen servicio, cercano y profesional. Esta figura del boticario de siempre permanece inalterable de padre a hijo, de hijo a nieto hasta llegar con el bisnieto Antoni, que con un inmejorable equipo de colaboradores, quiere darle continuidad. Queremos presentarle la nueva generación de farmacéuticos, la más formada y preparada, cuyo principal objetivo es el de disfrutar de la misma confianza que venían depositando en la farmacia de Sant Andreu desde 1863.