¿Se intensifica la violencia de género durante el embarazo?
Written in association with:Hay aspectos de la realidad que suelen permanecer en la sombra, y la violencia de género es uno de ellos. Son pocas las mujeres capaces de expresar por lo que están pasando, sobre todo cuando se enfrentan a otras barreras añadidas como la discapacidad o de la tercera edad, o se encuentran en momentos de su vida como el embarazo.
El embarazo es una fase especialmente delicada en la que muchas mujeres se sienten especialmente vulnerables, una etapa en el que nos invaden muchos miedos y donde necesitamos ser cuidadas más que nunca. Sin embargo, para muchas futuras madres, ese cuidado esencial se ve truncado por la violencia de género.
La situación que estas mujeres enfrentaban antes del embarazo a menudo se agrava durante esta etapa. Muchas creen erróneamente que el embarazo llevará a sus parejas a recapacitar y que la paternidad traerá un cambio positivo. Sin embargo, lo que sucede con frecuencia es exactamente lo opuesto.
La violencia durante los embarazos
En mi práctica como directora del Centro de Psicoterapia Integral y fundadora de Psicoterapia Integral Mujer, he visto numerosos casos en los que el maltrato se agrava durante el embarazo. Esta violencia puede ser física o psicológica y, lamentablemente, es más frecuente de lo que muchos imaginan. Si la violencia ya existía antes del embarazo, tiende a recrudecerse; y si no estaba presente, puede surgir durante este período.
Los maltratadores emplean diversas estrategias para mantener a la mujer bajo control, utilizando la violencia como una herramienta de dominación. Durante el embarazo, esto puede manifestarse en comportamientos como la tardanza en buscar atención médica, una dependencia excesiva de los servicios sanitarios, la negativa a asistir a consultas de control, verse forzadas a acudir solas a las citas médicas o procedimientos que requieren acompañamiento.
Una vez nacido el bebé, la violencia psicológica puede continuar, con comentarios como “ya no me haces caso” o “es una carga económica”, que reflejan un intento de menospreciar a la madre y su rol en la familia.
La violencia de género, suele comenzar de manera sutil desde el inicio de una relación. Muchas mujeres no reconocen estas señales y perciben su situación como idílica. Lo que a menudo ven como amor y protección puede en realidad ser celos, control y coacción, creando una dependencia emocional que facilita el posterior abuso.
¿Qué problemas de salud mental puede causar?
El impacto en la salud mental de la madre no es el único riesgo; la violencia durante el embarazo afecta a su salud integral, familiar y social, e incluso al vínculo con el bebé. Las madres víctimas de violencia pueden experimentar problemas para conectar con su hijo e incluso sentimientos de rechazo.
Además, muchas mujeres se enfrentan a sentimientos de culpa y autorreproche por haber traído un bebé al mundo en tales condiciones. Es fundamental que estas mujeres reciban apoyo especializado de una especialista en Psicología , violencia de género y victimología, para abordar y superar estas dificultades.
Formación sanitaria en violencia de género
En mi labor, también me dedico a formar a profesionales sanitarios en la detección e intervención en violencia de género. Es crucial que los sistemas de salud cuenten con personal capacitado y sensibilizado sobre esta problemática. A menudo, el personal médico no tiene el tiempo ni las herramientas necesarias para abordar adecuadamente estos casos, y muchos simplemente aconsejan a las mujeres que se separen, lo cual no siempre es una opción viable.
Por ello, es vital que cada caso se aborde de manera individualizada. Se requiere una evaluación del riesgo, una valoración de los síntomas y un acompañamiento apropiado para ofrecer el apoyo necesario a las mujeres afectadas.
Esta realidad debe ser reconocida y abordada de forma integral para que podamos brindar el apoyo adecuado a aquellas que más lo necesitan durante una de las etapas más vulnerables de sus vidas.
