Salud vaginal y sexual en la menopausia

Written by: Dr. Nicolás Mendoza Ladrón de Guevara
Published: | Updated: 10/02/2023
Edited by: Yoel Domínguez Boan

 

¿En qué estado se encuentra la vagina en la menopausia?

La mayoría de las mujeres sufren síntomas vaginales después de la menopausia, tanto por los cambios hormonales como por el envejecimiento en sí. Pierde elasticidad, su epitelio se adelgaza y se hace más sensible y delicada. Todo ello condiciona mucho las relaciones sexuales satisfactorias.

 

De hecho, no es raro que las mujeres sufran dolor o sangrado con las relaciones sexuales, sobre todo en el momento de la penetración. También pueden sentir escozor o picor tras el coito, algunas veces incluso sin tener relaciones sexuales. Además, se producen cambios en la microbiota vaginal que predispone a más frecuentes infecciones vaginales y urinarias, a cambios en el olor del flujo vaginal y más prurito y escozor.

 

Estas molestias suponen un importante deterioro de la calidad de vida, sobre todo en la sexualidad. Es frecuente que las mujeres eviten las relaciones sexuales y les disminuya la excitación y el interés sexual: les desaparece el deseo. Si no se pone remedio pronto, la situación se cronifica y empeora con el tiempo, perpetuando el dolor y complicando la resolución de la salud sexual.

 

 

¿Cómo se encuentra la vulva en la menopausia?

La vulva comprende los labios mayores y menores, el clítoris y la entrada a la vagina o vestíbulo. La reducción de los niveles hormonales en la menopausia modifica la anatomía de la vulva, pudiendo disminuir su tamaño, elasticidad e hidratación. Es una estructura fundamental para la salud sexual pues la mayoría de las mujeres que sienten dolor con las relaciones sexuales, éste procede precisamente del vestíbulo o entrada a la vagina.

 

 

¿Y el suelo pélvico?

La salud sexual también puede verse afectada por los problemas de la menopausia sobre el suelo pélvico, bien sea por el prolapso genital o por la incontinencia. El prolapso genital es el descenso de órganos de la pelvis (vejiga urinaria, útero o recto) a través de la vagina. La incontinencia es la pérdida de orina, heces o gases de manera involuntaria. Aparte de la menopausia, otros problemas pueden agravar el prolapso o la incontinencia, sobre todo la obesidad, o la falta de tonificación muscular de la pelvis.

 

La menopausia conlleva una serie de cambios en la vagina y en el suelo pélvico de la mujer
La menopausia conlleva una serie de cambios en la vagina y en el suelo pélvico de la mujer
 

 

 

¿Qué podemos hacer para mejorar la salud vulvovaginal y sexual?

Existen una serie de pautas que se pueden seguir para mantener una correcta salud vaginal. Así, será importante mantener una higiene corporal adecuada, mantener hábitos de vida saludables, evitar tóxicos como tabaco y/o alcohol, practicar ejercicios específicos para cada mujer (como los hipopresivos o los ejercicios de Kegel), mantener una dieta equilibrada y variada…

 

También es importante no dejar de mantener relaciones sexuales, de hecho, se recomienda mantenerlas con frecuencia, ya sea mediante penetración vaginal o mediante el uso de juguetes sexuales, ya que aumentan el flujo sanguíneo vaginal y de otros órganos genitales, un factor que mejora la elasticidad y la oxigenación.

 

Si la penetración vaginal es dolorosa, consulte con su especialista en menopausia y/o Sexología Médica.

 

Además, se recomiendan una serie de medidas específicas:
 

  • Evitar duchas vaginales, porque destruyen la microbiota vaginal y pueden aumentar el riesgo de infecciones vaginales.
     
  • Evitar ropa interior de tejidos sintéticos, seda o licra. Es mejor que sea de algodón, que es más transpirable y más adecuado para evitar la sudoración excesiva y favorecer la transpiración genital.
     
  • Evitar la ropa excesivamente ajustada.
     
  • Usar preservativo en las relaciones sexuales para prevenir enfermedades de transmisión sexual.
     
  • Tomar probióticos si se está en tratamiento con antibióticos. Se evitarán infecciones vaginales.
     
  • Llevar un buen control de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial o la diabetes, que pueden causar alteraciones vaginales y sexuales.

 

Existen varias formas de preservar y mejorar la salud vulvovaginal de la mujer
Existen varias formas de preservar y mejorar la salud vulvovaginal de la mujer
 

 

 

¿En qué situaciones hemos de consultar a especialistas en menopausia?

Muchas situaciones requieren que se acuda al especialista en menopausia. Las más frecuentes son:
 

  • Dolor con las relaciones sexuales
     
  • Alteración en las características del flujo vaginal (color, olor, consistencia).
     
  • Prurito o escozor genital solo o acompañado de otros síntomas como alteraciones en el flujo vaginal o fiebre.
     
  • Alteraciones miccionales: dificultad para orinar, dolor con la micción, presencia de sangre en la orina, aumento de la necesidad de orinar o aparición brusca de incontinencia urinaria.
     
  • Cambios en la piel de los genitales como enrojecimiento, úlceras o heridas.
     
  • Sangrado genital en mujeres que ya han pasado la menopausia.
     
  • Todas aquellas situaciones que creamos que no son normales y que nos impidan seguir con nuestras actividades cotidianas.

 

 

¿A qué llamamos Síndrome genitourinario de la menopausia?

El Síndrome genitourinario de la menopausia (SGM) se trata de un concepto amplio en que se incluyen varios signos durante la menopausia:
 

  • Síntomas vaginales
     
  • Síntomas vulvares
     
  • Síntomas de las vías urinarias derivados de la carencia hormonal, tanto de estrógeno como de andrógenos.

 

Esta disminución hormonal produce una serie de cambios en la anatomía y funcionalidad del área genital que causan síntomas genitales (sequedad, irritación, ardor, falta de lubricación en la actividad sexual, molestia o dolor) y urinarios (escozor, urgencia, e infecciones urinarias). A este conjunto de síntomas también se le conoce como atrofia genitourinaria o vulvovaginitis atrófica.

 

 

¿Qué tratamientos existen para el SGM?

Existen distintas opciones de tratamiento, aunque es importante escoger el que mejor se adapte a las necesidades específicas de cada mujer, con el objetivo de recuperar la funcionalidad vaginal y deshacerse de los molestos síntomas.

 

  • Probióticos. Estos productos pueden ser útiles para mejorar los síntomas del SGM. Regeneran la microbiota de la vagina (los gérmenes «buenos» que mantienen las condiciones vaginales adecuadas para no tener síntomas).

 

  • Hidratantes y lubricantes vaginales y vulvares. Para aliviar el picor, el escozor y el dolor con la penetración es fundamental tener una hidratación adecuada de la zona vulvovaginal. Por este motivo, se recomienda el uso de hidratantes tanto vulvares como vaginales.

 

En el caso de que exista un problema de lubricación y la penetración sea dolorosa, se recomendará el uso de lubricantes.

 

Productos hormonales

  • Los estrógenos son opciones de administración local (vaginal) óptimas para el tratamiento del SGM. Se dispone de productos con distintas formas de administración y dosis: cremas, gel vaginal, óvulos, comprimidos vaginales y un anillo vaginal (para tres meses).
     
  • Cuando la mujer presente otros síntomas generales (como los sofocos o el insomnio) además de síntomas vaginales, se pueden usar preparados hormonales (THM) sistémicos, orales o transdérmicos que reemplazan los estrógenos en todo el cuerpo y no solo en la vagina.
     
  • Prasterona es un precursor hormonal con actividad estrogénica y androgénica simultánea. Se administra en óvulos por vía vaginal, con un efecto rápido, eficaz y seguro para los síntomas del SGM y la función sexual. Tiene un buen perfil de seguridad.
     
  • Ospemifeno es un tratamiento que simula el efecto estrogénico en la vagina sin otras acciones estrogénicas sistémicas

 

Tratamientos regenerativos

Desde hace unos años se están desarrollando tratamientos regenerativos no hormonales para regenerar la vulva y la vagina y mejorar los síntomas del SGM y la función sexual. Algunos de estos tratamientos son los siguientes:

 

  • Ácido hialurónico, factores de crecimiento, plasma rico en plaquetas (PRP) o células madre.
     
  • Láser ablativo ginecológico.
     
  • Láser no ablativo (Láser de diodo)

 

En cualquier caso, estas opciones terapéuticas deben estar prescritas por especialistas en menopausia y Sexología Médica, que será quien recomiende el tipo, el tiempo, la dosis y la frecuencia de uso

 

Y recuerde que la actividad sexual con regularidad sigue siendo la mejor manera de mantener la salud vaginal.

 

Si desea más información, consulte con un especialista en Ginecología.

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By Dr. Nicolás Mendoza Ladrón de Guevara
Obstetrics & Gynecology

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