Salud mental y embarazo ¿Qué riesgos tiene la patología psiquiátrica en el embarazo?

La depresión y ansiedad maternas no tratadas pueden provocar efectos negativos sobre el embarazo, tales como riesgo de parto prematuro, recién nacidos de bajo peso y alteraciones neuroconductuales como retraso en el desarrollo de los niños a largo plazo, trastorno de hiperactividad o déficit de atención, entre otros.

¿Por qué sufren las mujeres de depresión postparto?

Actualmente se estima que ocurre en el 13% de las mujeres que dan a luz, aunque se desconoce aún la causa exacta de la depresión postparto.

Los importantes cambios a nivel hormonal durante y después del embarazo pueden afectar negativamente al estado anímico de la mujer.

Existen otros factores que también pueden afectar el estado de ánimo durante el embarazo tales como:

• Cambios en el cuerpo consecuencia del embarazo y el parto.
• Cambios en las relaciones sociales y laborales.
• Disponer de menos tiempo y libertad para sí misma.
• Falta de sueño.
• Temores acerca de su capacidad para ser buenas madres.

¿Cuáles son las señales de la depresión postparto?

Los sentimientos de ansiedad, irritación, tristeza con llanto e inquietud son comunes a partir del tercer a sexto día tras el parto. Se denominan "depresión puerperal" o “maternity blues” y casi siempre suelen desaparecer entre la segunda y sexta semana después del embarazo sin necesidad de tratamiento.

Esta depresión postparto puede llegar a ocurrir cuando la depresión puerperal persiste o cuando los signos de depresión aparecen al mes o unos meses después de dar a luz.

Junto con un estado anímico triste o deprimido, pueden presentarse algunos de los siguientes síntomas: 

• Agitación e irritabilidad.
• Cambios en el apetito.
• Sentimiento de inutilidad o culpa.
• Sentirse retraída o desconectada.
• Pérdida de la concentración.
• Pérdida de energía.
• Ansiedad considerable.
• Pensamientos de muerte o suicidio.
• Dificultad para dormir.

Una madre con depresión posparto también puede:

• No ser capaz de cuidarse o de cuidar a su bebé.
• Tener miedo de quedarse sola con el bebé.
• Sufrir sentimientos negativos hacia el bebé o incluso tener sobre hacerle daño (aunque estos pensamientos casi nunca llegan a materializarse).

¿Cómo saber si sufro depresión posparto? ¿Qué debo hacer si tengo estos síntomas?

Lo esencial es reconocer que tenemos un problema y buscar ayuda. Es preciso hablar de inmediato con la familia y acudir a la matrona o a un médico, ya sea ginecólogo o psiquiatra.

Tan sólo el 25 % de mujeres que la padecen buscan ayuda especializada.

Desde el punto de vista de los profesionales sanitarios es fundamental identificar los factores de riesgo y realizar el diagnóstico lo antes posible, no menospreciando los síntomas que si bien pueden ser habituales, deben mantenernos alerta, dado que la depresión postparto ocurre hasta en el 13% de las mujeres tras dar a luz.

¿Quién puede padecer de depresión postparto?

Cualquier mujer tras dar a luz está expuesta a padecerla. Sin embargo, se han descrito como factores de riesgo:

• Edad materna inferior a 20 años.
• Obesidad.
• Consumo de tabaco, alcohol u otras drogas.
• Embarazo no planeado o con sentimientos contradictorios acerca de éste.
• Antecedente de depresión o trastornos de ansiedad antes del embarazo, o en un embarazo anterior.
• Sufrir un acontecimiento estresante durante el embarazo o el parto, por ejemplo, una enfermedad, muerte de un ser querido, un parto complicado o de emergencia, un parto prematuro o enfermedades o anomalías congénitas en el feto.
• Tener un familiar cercano que haya sufrido ansiedad o depresión.
• Mujeres solteras o con mala relación con la pareja.
• Bajo nivel socioeconómico o educacional..

Consejos para evitar la depresión postparto

• Sé sincera con respecto a tus sentimientos y preocupaciones. Así, las personas que quieren ayudar entenderán mejor tus necesidades.

• Aproveche cualquier ocasión para descansar. Échate una siesta de vez en cuando. Si estás amamantando, tu pareja puede encargarse de alguna toma durante la noche utilizando leche materna extraída previamente.

• Come bien, prioriza alimentos nutritivos que no requieran mucha preparación.

• Pida e personas de confianza que te ayuden con cuestiones prácticas, como las tareas domésticas.

• Reserva algo de tiempo para relacionarte con tu familia y amistades.

• Permítete un momento de relajación personal al día. Puede ser un paseo por el parque, una sesión de ejercicio o simplemente un café con una amiga.