¿Qué es la laxitud ligamentosa y cómo afecta a los pies?

Written by: Sergi Prades Valls
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Edited by: Lucía Ramírez Vilanova

Cuando se habla de laxitud ligamentosa, laxitud articular o hiperlaxitud, nos referimos a estructuras con un mayor coeficiente de elasticidad o un mayor rango de movilidad, de manera que existe una dificultad de que estas estructuras puedan soportar posiciones estáticas sin colapsar o acabar realizando bloqueos óseos. Es una alteración genética hereditaria que puede tener diferentes niveles de severidad, sobre todo si dicha laxitud está más allá de tendones, ligamentos y articulaciones y se traspasa al tejido conectivo, paredes vasculares, dermis y epidermis.
 

Los pies suelen ser una gran consecuencia de la afectación general de la laxitud en todo el cuerpo. La afectación más clara que podemos observar en esta zona suele ser la gran movilidad de los tobillos en todas direcciones (eversión, inversión, plantarflexión y dorsiflexión) sin apenas resistencia.
 

La laxitud ligamentosa es una alteración genética hereditaria 

 

¿Cuáles son los síntomas de la laxitud ligamentosa en el cuerpo?

Los síntomas de la hiperlaxitud ligamentosa vienen definidos por un test con 5 pruebas; si estas 5 pruebas son positivas, se considera hiperlaxitud ligamentosa. Sin embargo, en muchos pacientes, podemos encontrarnos que se cumplen únicamente 2 o 3 pruebas de las 5 existentes. En estos casos, se considera que hay laxitud, pero no hiperlaxitud.
 

Las 5 pruebas son: la hiperextensión de codos y rodillas (1 punto por cada codo y rodilla), la capacidad de contactar con las palmas de las manos en el suelo sin doblar las rodillas (1 punto), la hiperextensión de los dedos de las manos hasta situarse en paralelo al antebrazo (1 punto por cada mano) y la capacidad de hacer contactar los pulgares con la parte ventral de la muñeca (1 punto por cada pulgar).
 

Si sumamos dichos puntos, conseguimos un score de 9 aunque, a nivel teórico, se considera hiperlaxa a aquel o aquella paciente con una puntuación de 4/9.
 

A nivel práctico y en consulta, los síntomas más claros son los esguinces continuos, el dolor de espalda baja, luxaciones de rótula, dolor y desgaste de ésta y capacidad para luxar otras partes del cuerpo como hombros e incluso mandíbula.

 

¿Cómo puede la laxitud ligamentosa afectar la marcha y el equilibrio?

De hecho, es uno de los ítems más constantes en las valoraciones tanto de pacientes pediátricos como adultos. Ya hemos comentado la afectación de la laxitud en tobillos (más incluso que en los propios pies) y la hipermovilidad que esta conlleva. Un aumento de la movilidad en tobillos (y articulaciones superiores), comporta directamente una inestabilidad de la pisada que deberá ser absorbida o compensada por otras estructuras como la columna lumbar, llegando a crear sintomatología dolorosa en esta zona.

 

¿Qué opciones de tratamientos existen?

Tenemos una gran variedad de tratamientos para poder tratar esta laxitud, pero podríamos asegurar que los más necesarios y básicos se basan en la potenciación y tonificación muscular. Hace falta comentar que una musculatura bien desarrollada y tonificada es capaz de camuflar ciertas de las pruebas anteriores y de ese modo crear una mayor seguridad articular y evitar esguinces, luxaciones y subluxaciones indeseadas.
 

Partiendo de esta base podemos realizar más tratamientos complementarios como pueden ser dispositivos plantares, ejercicios de elongación muscular (sobre todo a nivel de cadena posterior), deporte y ejercicio físico, calzado acorde a la situación corporal y un control del peso corporal, puesto que el sobrepeso es el peor enemigo y el mayor agravante de la laxitud e hiperlaxitud.
 

En la clínica B4F hablamos de los 4 jinetes del apocalipsis para tratar la laxitud (control de peso, calzado, trabajo físico y soporte plantar).

 

¿Qué tipos de calzado son recomendables para personas con laxitud ligamentosa? ¿Se recomienda algún dispositivo ortopédico?

La elección del calzado está muy relacionada a la sintomatología que está creando este síndrome. Teniendo en cuenta esta hiperextensión de rodilla y esta “debilidad” a nivel de tobillos, podemos hablar, en términos generales, de calzados con contrafuerte resistente que aguanten la posición de tobillo y talón, con una suela que no sea blanda y cierta altura de talón o drop, como se dice en el lenguaje de calzado, (talón más alto que la punta) de entre 4 y 8 mm dependiendo de la necesidad.
 

De nuevo, la severidad del problema, la genética y la edad, nos aportarán una idea del pronóstico que tendrán estos pies, piernas y espalda. Pronósticos peores como la presencia de ambos padres con laxitud justifica sobradamente el uso de dispositivo ortopédico como soporte plantar y, sobre todo, una valoración precoz sobre los 3 años.
 

Muchas veces, dejar que evolucione hasta los 7, 9 o 10 años, sin prestar atención a estos ítems familiares o la herencia, puede ser demasiado tarde para intentar provocar una corrección de pies y extremidades inferiores.
 

Desde la clínica B4F, recomendamos siempre una visita de revisión biomecánica a la que el paciente empieza a andar para poder incidir cuanto antes mejor, intentar corregir morfologías con mal pronóstico y aumentar el índice de éxito y salud biomecánica futuros. Cuando llegamos a la adultez y tenemos todas las piezas óseas formadas y colocadas, es prácticamente imposible provocar cambios morfológicos y entonces debemos trabajar las compensaciones que se han ido haciendo en el tiempo.
 

¿Qué ejercicios pueden ayudar a fortalecer los ligamentos en personas con laxitud ligamentosa?

Los ligamentos no tienen capacidad de elongación ni contráctil, sino que van relacionados con el cuerpo muscular al que se insertan, por lo tanto, los ejercicios van direccionados a la potenciación muscular con cosas tan sencillas como los apoyos monopodales (pata coja) y la propiocepción, pudiéndose acompañar de ejercicios de elongación de ciertas musculaturas retraídas o acortadas debido a las posturas que crea este síndrome de laxitud o hiperlaxitud ligamentosa.

*Translated with Google translator. We apologize for any imperfection

By Sergi Prades Valls
Chiropody

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