La relación entre la higiene dental y las enfermedades cardiovasculares
Written in association with:Aunque no lo parezca, la enfermedad bucodental y la enfermedad cardiovascular pueden estar íntimamente relacionadas. Existen múltiples estudios que demuestran un incremento de la incidencia de patología cardiaca y vascular en pacientes con patología odontológica.
Por destacar alguna, la presencia de periodontitis (infección a nivel de las encías) se ha relacionado de forma directa con un incremento del riesgo de padecer infarto agudo de miocardio, ictus y claudicación intermitente e insuficiencia cardiaca, entre otras patologías.
Por otra parte, cualquier infección dental podría incrementar el riesgo de endocarditis (infección del corazón), patología de elevada morbimortalidad.
¿Qué señales en nuestra boca pueden indicar riesgo cardiovascular?
Fundamentalmente, la presencia de lesiones isquémicas y las hiperplasias gingivales.
¿Existe interacción entre los fármacos para enfermedades del corazón y la anestesia que se aplica en los tratamientos dentales?
Aunque en términos generales la administración de anestesia local no suele presentar importantes interacciones ni efectos secundarios, es obligatorio que el odontólogo conozca la patología cardiovascular y los tratamientos del paciente. Es importante, porque existen casos concretos de mayor complejidad, donde el desconocimiento de cualquiera de estos aspectos podría incrementar el riesgo del paciente.
Por ello, es fundamental una buena colaboración entre odontología y cardiología a la hora de establecer el plan terapéutico de un paciente con una enfermedad cardiovascular. Esto se realiza con el objetivo de ofrecerle al paciente el mejor de los asesoramientos y la máxima calidad, tanto médica como odontológica.
¿Es importante modificar alguno de los tratamientos antes de someterse a un tratamiento dental?
Los principales fármacos que requieren de un ajuste previo a un tratamiento dental son los fármacos anticoagulantes y los fármacos antiagregantes, ya que son fármacos que incrementan el riesgo de sangrado.
Al ser fármacos utilizados para patologías cardiovasculares importantes (enfermedad coronaria, arritmias con riesgo de ictus…), deberá ser el cardiólogo el que decida si se puede modificar o suspender la medicación y cómo debe realizarse. No debe ser otro especialista el que realice estas modificaciones, puesto que podrían provocar un problema importante al paciente.
¿Hay que tomar antibiótico antes del proceso odontológico?
Depende de dos aspectos, del tipo de proceso odontológico que se vaya a realizar y de la presencia o no de cardiopatía.
A modo de resumen, si el proceso odontológico no va a producir el contacto de sangre con la cavidad bucal y el paciente no tiene una valvulopatía, una válvula protésica o una cardiopatía congénita no corregida, no sería necesario la administración de profilaxis antibiótica.
En el caso contrario, podría ser necesario administrar una profilaxis antibiótica para reducir el riesgo de una infección cardiaca derivada del paso de bacterias de la cavidad bucal al torrente circulatorio.