El trastorno del espectro autista, infancia y adolescencia

En la mayoría de los casos el Trastorno de Espectro Autista (TEA) no tiene una causa conocida. Existen enfermedades y/o síndromes que pueden asociar TEA. En estos casos hablamos de TEA secundario, y son esos casos en los que las pruebas complementarias médicas nos pueden ayudar.

Puede asociarse por ejemplo al Síndrome de X-frágil, a síndromes neurocutáneos o a algún tipo concreto de epilepsia. Por eso es fundamental hacer una buena historia y exploración, por si hay algún indicio que apunte a otra enfermedad de base, que no sea solo el TEA.

Sin embargo en la mayoría de las ocasiones el TEA es “primario” o “idiopático”, es decir, no se debe a ninguna enfermedad. En estos casos, sabemos que la mayoría de las veces existe una predisposición genética sobre la que actúan factores ambientales (estos factores ambientales pueden ser fetales, perinatales…como puede ser el consumo de alcohol durante el embarazo o el bajo peso al nacer).

¿Existen pruebas para el diagnóstico del Trastorno de Espectro Autista (TEA)?

En cuanto a pruebas complementarias, no existen pruebas médicas que diagnostiquen autismo, el autismo “no se ve” en las pruebas. Pedimos pruebas médicas cuando sospechamos una enfermedad de base.

La única prueba complementaria que sí está indicada a día de hoy cuando tienes un TEA “idiopático” es la genética (CGH-Arrays, exoma…), porque cuanto más mejoran las técnicas genéticas en más ocasiones encontramos la causa o factores predisponentes de ese Trastorno de Espectro Autista (TEA).

Fuera de las pruebas médicas, como ya decía, la administración de pruebas específicas neuropsicológicas pueden ayudarnos mucho al diagnóstico.

¿Cómo impacta el Trastorno de Espectro Autista (TEA) en el desarrollo infantil, en su aprendizaje del lenguaje?

El espectro es muy variable, y las habilidades que tiene cada niño también. Suelen tener elementos anormales en su lenguaje expresivo, una entonación o volumen peculiar, uso frecuente de palabras inventadas (neologismos),  repeticiones no funcionales de palabras o frases que han escuchado de forma inmediata o diferida (ecolalias).

Además van a tener dificultades que van a perdurar en el tiempo, sobre todo en el uso pragmático del lenguaje. Les costará comprender el doble sentido o el uso figurado del lenguaje.

Por otro lado, ¿Cómo afecta el Trastorno de Espectro Autista (TEA) a sus relaciones sociales?

Algo que interfiere en sus relaciones sociales son sus intereses. A veces por peculiares y otras veces por intensos, cuesta que cambien de tema y esto puede “cansar” a otros niños.

En este sentido, no debemos olvidar que las niñas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) tienen intereses intensos mucho más convencionales que los niños, lo que puede dificultar la identificación de los mismos (y a veces el diagnóstico).