Descubre las diferencias clave entre trastornos y enfermedades mentales
Written in association with:La salud mental ha adquirido mayor relevancia debido a la pandemia de la COVID-19. Aunque los medios de comunicación han tomado consciencia e intentan abordar la salud mental de manera positiva, a menudo se cometen errores que los especialistas en Psicología encuentran preocupantes. Uno de los puntos destacados es la confusión frecuente que existe entre los términos 'trastorno' y 'enfermedad mental'. En este artículo, el psicólogo Carlos Mera García nos explica las diferencias fundamentales entre ellos y cómo influyen en la percepción de la salud y el malestar personal, explorando tanto sus similitudes como sus diferencias.
¿Hay puntos en común entre un trastorno y una enfermedad mental?
La clave fundamental para categorizar un conjunto de síntomas como enfermedad o trastorno mental radica en su impacto negativo en áreas vitales de nuestra vida. Mientras que experimentar tristeza tras la pérdida de una mascota es una respuesta normal, ya que aún podemos llevar a cabo nuestras actividades diarias, como trabajar, pasar tiempo con nuestra familia o amigos, y realizar las tareas domésticas, sentirnos mal durante meses al punto de abandonar el trabajo, evitar el contacto social y descuidar las responsabilidades del hogar indicaría que esa tristeza está afectando negativamente uno o varios aspectos de nuestra vida, lo cual podría clasificarse como depresión.
Aunque este factor es común tanto en enfermedades mentales como en trastornos, la diferencia principal entre ellos es de enorme relevancia.
¿Qué diferencias existen entre ambos conceptos?
Mientras que las enfermedades mentales tienen un origen orgánico en las estructuras cerebrales y el equilibrio bioquímico del cuerpo, los trastornos mentales se adquieren a través de conductas. Algunos ejemplos de enfermedades mentales podrían ser la esquizofrenia y el trastorno bipolar, que se originan en un funcionamiento disfuncional del sistema nervioso.
Por otro lado, los trastornos mentales, como fobias específicas, ansiedad social o ansiedad generalizada, se desarrollan debido a nuestra forma de actuar ante las emociones y pensamientos que se nos presentan en diferentes contextos, sin que haya ningún tipo de disfunción en nuestro sistema nervioso.
Diferenciarlos es crucial para su tratamiento
Aunque lamentablemente, en la actualidad no exista una cura definitiva para las enfermedades mentales, se han desarrollado tratamientos farmacológicos eficaces que permiten controlar los síntomas asociados. Por ejemplo, una persona con esquizofrenia puede requerir medicación a largo plazo y visitas regulares a un psiquiatra, aunque aún no se haya encontrado una cura permanente. Por otro lado, los trastornos mentales, al ser adquiridos, pueden ser superados.
Es fundamental que, como sociedad, comprendamos este concepto crucial: aunque los trastornos generan malestar significativo, su origen radica en factores emocionales y conductuales, no orgánicos. No son procesos anormales e inevitables que nos obligan a actuar de manera incontrolable. Tenemos el poder y la capacidad de modificarlos.