¿Cómo detectar que una persona sufre ansiedad o estrés?

La ansiedad es una reacción de nuestro cuerpo ante la percepción de un peligro o una amenaza que normalmente no es real. Así, por ejemplo, preocuparse diariamente por ser despedidos en el trabajo es una reacción exagerada ante un peligro ficticio, ya que no hay nada objetivo que lo demuestre, aunque ya se encargue la cabeza de crear motivos.

Por otro lado, el estrés se centraría en esa reacción del cuerpo, pero debido, en este caso, a una presión exterior real. Por ejemplo, acabar un informe cuando no hay tiempo y, a la vez, la obligación de sacar tu trabajo y el de tu compañero adelante.

¿Cuándo sabemos que una persona sufre ansiedad?

En cualquier caso, podemos decir que una persona sufre de ansiedad si tiene estos síntomas:

• Preocupación excesiva por cosas diarias y por el futuro.
• Falta de concentración.
• Dificultad para coger el sueño o despertares frecuentes a lo largo de la noche.
• Actividad mental excesiva.
• Sentirse cansado habitualmente.
• Frecuentes visitas al baño cuando no hay necesidad.
• Falta de control de las propias emociones.
• Palpitaciones, sudoración, dolores de cabeza, "nudo en el pecho", dificultad a la hora de respirar…
• Necesidad de comer poco o en exceso, principalmente, de dulces.

¿A partir de qué edad se desarrollan los casos de ansiedad y estrés?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que un cierto nivel de ansiedad es necesario para poder sobrevivir, nos mantiene activos y atentos a los hechos del exterior. Ahora, lo problemático es cuando este nivel de ansiedad alcanza cierto grado que provoca dificultades en nuestro día a día, que es cuando empezamos a detectar que algo no va bien y que probablemente sea ansiedad.

Desde un punto de vista descriptivo, habría que distinguir dos fases. La primera fase es el período de nuestra vida en el que hemos ido "acumulando" ansiedad y que, sin ser conscientes, la hemos hecho parte de nuestro día a día, incluso llegando a creer que "nosotros somos así". Muchos pacientes, cuando dicen que les dan excesivas vueltas a las cosas, remiten que ellos siempre han sido así.

Luego, estaría la segunda fase, que corresponde a cuando la persona ya se da cuenta de que está sufriendo ansiedad y que normalmente se inicia con un episodio inesperado de ataque de ansiedad o pánico y que le ha llevado a parar y querer saber qué le ha pasado. Por tanto, no hay una edad determinada en la que se desarrollen los casos de ansiedad, pero sí hay acontecimientos que pueden facilitar ese o esos episodios que la hagan ser consciente. Además, no hay que olvidar que el estrés es un incitador y, normalmente, suficiente para ello.

En conclusión, tanto niños como adultos la pueden sufrir, aunque de diferente modo.

¿Cómo tratar a una persona que sufre ansiedad o estrés?

Sería conveniente distinguir entre un ataque de ansiedad y sufrir ansiedad. Respecto al primer caso, debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones sobre nuestra forma de actuar:

• Lo primero y más importante: No decir que se calme.
• Respetar su espacio y no atosigarle con consejos.
• Intentar que ponga su atención en un estímulo diferente a la sensación de ahogo y malestar que está sintiendo.
• Ayudarle a que haga respiraciones profundas.
• Hablarle de forma calmada, clara y sencilla.
• Recordarle que acabará pasando.
• Llamar a servicios de urgencia si fuera necesario.

En el caso de que esa persona viva con ansiedad, lo más adecuado por nuestra parte sería apoyarle para que sintiera la necesidad de pedir ayuda. Para ello, le podríamos aconsejar y/o acompañar bien al médico de cabecera, o bien al psicólogo acreditado para que iniciaran el protocolo correspondiente para hacer frente a la ansiedad.

¿Cómo pueden ayudar los familiares de una persona que sufre problemas de ansiedad?

A la hora de ayudar a un familiar que está sufriendo problemas de ansiedad, tendríamos que tener en cuenta una serie de indicaciones:

• Nunca negar, ningunear, menospreciar, ni juzgar lo que está viviendo ese familiar.
• No culpar. Él siempre actuó como supo en ese momento; nadie nació sabiendo actuar en todas las ocasiones de la vida.
• Informarnos sobre qué es la ansiedad, cómo afecta a la persona que la está sintiendo y qué papel podemos tener.
• Hacer sentir nuestro apoyo escuchando, aceptando y ofreciendo toda la ayuda que necesite, siempre intentando no desgastarnos nosotros.
• Facilitar la ayuda de profesionales, acompañando y aconsejando que acuda a consultas médicas, terapia…

¿Se puede diagnosticar a una persona con problemas de ansiedad o estrés?

Por supuesto. Se puede diagnosticar de ansiedad a una persona que está sufriéndola. De hecho, debería ser así para evitar errores de tratamiento y concretar la forma de actuar de los profesionales.

Para ello, lo conveniente sería que la evaluación y el diagnóstico lo hiciera un profesional de la Psicología debidamente acreditado, es decir, un psicólogo general sanitario o clínico, quien, generalmente, en colaboración con el médico, propondrá un tratamiento terapéutico que ayude a reducir la ansiedad.

Algunas de las herramientas de la Psicología para diagnosticar este problema son las siguientes:

• Entrevistas.
• Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI).
• Inventario de Ansiedad de Beck (BAI).
• Inventario de situaciones y respuestas de ansiedad (ISRA).

¿Cómo se puede superar un episodio de ansiedad o estrés?

En el caso de sufrir un episodio de ansiedad, es aconsejable seguir las siguientes indicaciones:

1. Apartarse o refugiarse en un lugar donde nos sintamos protegidos y/o seguros.
2. Cerrar y desviar la atención a cualquier estímulo externo a lo que estamos viviendo.
3. Visualizar un lugar que nos inspire calma y serenidad; la playa, el campo, el cielo, etc.
4. Asumir que lo que estamos sintiendo son síntomas propios de un ataque de ansiedad.
5. Hacer algún ejercicio de respiración o relajación que nos ayude a reducir la intensidad y poder volver a tomar el control. Por ejemplo: contar hasta cuatro mientras tomamos aire, mantenerlo durante dos segundos y expulsarlo mientras contamos seis.

¿Qué pasa si la ansiedad perdura?

En el caso de que los episodios de ataques de ansiedad se repitan, es imprescindible acudir a un profesional de la Psicología y al médico de cabecera.

En todo caso, si estamos sufriendo de ansiedad permanente y no acudimos tampoco a estos profesionales, es muy probable que acabemos presentando una serie de problemas entre los que encontramos tristeza, baja autoestima, sentimientos de incapacidad, inutilidad e infravaloración llegando incluso a presentar un cuadro depresivo.

Por tanto, si te has sentido identificado con todo lo que has leído, no dudes en cuidarte y ponte en manos de un profesional.  Los psicólogos estamos para ayudarte en estas situaciones.