La concepción
Para que se produzca la concepción, el líquido seminal masculino debe introducirse en el tracto reproductivo de la mujer: los espermatozoides que contiene este líquido pasan a través del canal del cuello uterino hasta llegar a las trompas de Falopio. El óvulo femenino liberado desde el ovario se encuentra en las trompas de Falopio y una vez fecundado por el espermatozoide, experimenta una serie de divisiones celulares a medida que se desplaza hacia el útero, donde se adhiere y penetra en su pared (endometrio). A partir de este momento, comienza el desarrollo del feto. El momento de máxima fertilidad femenina es la ovulación, cuando el óvulo femenino se desplaza hacia las trompas de Falopio: tiene una duración máxima de seis días, y se denomina «ventana fértil».
Las 40 semanas de gestación
Normalmente, el período de gestación es de 40 semanas, durante las cuales se desarrolla el feto. Las primeras ocho semanas son muy importantes, ya que el embrión forma los órganos principales: la madre puede experimentar síntomas como náuseas, irritabilidad, cansancio y agrandamiento de las mamas. Entre la semana 8 y la 13 comienza a cambiar el cuerpo de la futura madre y se diferencian los órganos sexuales del feto, cuyas cuerdas vocales también se formarán. En este punto, termina el período más crítico del embarazo, en el que hay un alto riesgo de aborto y daños al feto: así es como comienza el segundo trimestre de gestación. De la semana 13 a la 17 disminuirá la fatiga y las náuseas tenderán a desaparecer, mientras el feto está completamente formado. De la semana 17 a la 21 la madre comenzará a sentir los primeros movimientos del bebé: entre la semana 21 y la 26 el vientre empezará a ser bastante grande y podrá sentir las primeras contracciones uterinas. En este mes el bebé duplicará su peso, comenzará a abrir y a cerrar los párpados y empezará a hacer pequeños movimientos respiratorios. A partir de la semana 26 comienza el último trimestre del embarazo: el bebé crecerá más y más y entre la semana 30 y la 35 el bebé comenzará a posicionarse lentamente en preparación para el parto: la madre comenzará a sentir dolor en la espalda y el abdomen, así como contracciones uterinas más frecuentes. En el último mes de gestación (semanas 35-40) el feto alcanzará el desarrollo completo y por lo general se colocará en posición invertida, con la cabeza encauzada hacia la cavidad pélvica.
El parto
El parto, o el momento en que el niño es expulsado del cuerpo de la madre, puede tener lugar de diferentes maneras: • Natural: se produce de manera espontánea, y la madre da a luz al niño naturalmente; • Cesárea: se realiza cuando el bebé está en posición podálica, en caso de placenta previa, cuando hay sufrimiento fetal o en caso de embarazo gemelar, cuando ha habido intervenciones uterinas previas y si hay riesgo para la salud de la madre o del bebé. Podrá programarse o ejecutarse con carácter de urgencia; • Parto inducido: si pasan dos semanas desde la fecha de parto prevista o si hay riesgo para la salud del bebé y de la madre, el parto se induce manualmente o mediante la administración de oxitocina y epidural.
¿A qué especialista dirigirse?
El embarazo es un momento delicado tanto para el bebé como para la futura madre, por lo que se necesita apoyo para acompañar a ambos a lo largo de este camino. Por ello, es muy importante consultar a los especialistas en Ginecología y Obstetricia, que explicarán detalladamente las etapas de la gestación, los riesgos, los síntomas y las pruebas que deben realizarse, para que tanto la madre y como el niño gocen de una salud excelente.