¿Qué es una endoscopia digestiva?
Una endoscopia digestiva, conocida también como gastroscopia, es una prueba que se utiliza para diagnosticar e iniciar el tratamiento de enfermedades del aparato digestivo superior: esófago, estómago y el duodeno.
La endoscopia se lleva a cabo a través de un endoscopio que se introduce por la boca hasta que llega al intestino y permite a los especialistas observar por la cámara que se encuentra en su extremo.
A su vez, el propio endoscopio cuenta con diversos canales en su interior por el cual se pueden introducir instrumentos que dan la posibilidad de realizar a la vez otras pruebas, como por ejemplo una biopsia o llegar a hacer tratamientos, como serían la extirpación de pólipos o nódulos y la cauterización de vasos sanguíneos sangrantes.
¿En qué consiste una endoscopia?
Una endoscopia digestiva consiste principalmente en una exploración del tubo digestivo superior, es decir, estómago, esófago y duodeno a través de la introducción de un endoscopio a través de la boca. El endoscopio es un instrumento flexible con una lente y una cámara en su parte final. Las imágenes que capta en tiempo real se muestran en monitor conforme avanza el endoscopio.
Su duración gira en torno al cuarto o a la media hora, aunque en el caso de que se encuentren aspectos inesperados o se ha de tomar algún tipo de tratamiento terapéutico o biopsia.
¿Por qué se realiza una endoscopia digestiva?
Existen diversos motivos por los cuales se puede llevar a cabo una endoscopia digestiva. Son los siguientes:
- Analizar problemas del esófago, tales como esofagitis, estrechamientos o tumores
- Analizar problemas del estómago: gastritis, tumores y úlceras gástricas
- Diagnóstico de hernia de hiato y/o de reflujo gastroesofágico
- Cirrosis hepática: en estos casos pueden darse engrosamiento en las venas del estómago y del esófago, las llamadas varices esofágicas
- Hematemesis: para encontrar la causa de los vómitos con sangre
- Se utiliza en casos de anemias por falta de hierro y existe sospecha de que hay pérdida de sangre en el tubo digestivo
- Muestras para diagnosticar celiaquías o infecciones bacterianas
- Para llegar a la salida de la vía biliar del duodeno y diagnosticar enfermedades.
A su vez, la endoscopia digestiva posee otras particularidades al margen de diagnosticar problemas en el aparato digestivo, ya que se puede utilizar para fines terapéuticos en algunos casos:
- Retirar cuerpos extraños que se pueden haber quedado en el intestino superior
- Dilatar el esófago en el caso de que exista un estrechamiento
- Extirpar pólipos del intestino
- Cauterizar vasos sangrantes o ligando varices esofágicas que puedan sangrar
Preparación para una endoscopia digestiva
La endoscopia digestiva o gastroscopia no es un procedimiento que requiera una gran preparación para llevarla a cabo.
El paciente debe evitar ingerir comida o bebida durante las ocho horas anteriores al examen, así como dejar su medicación habitual salvo que el especialista indique lo contrario.
Por otro lado, salvo norma general, al paciente no se le administrará ninguna medicación antes de la prueba, aunque en ocasiones se puede aplicar un anestésico local en la garganta para reducir las posibles náuseas.
Existen también casos en los que se administrará sedación intravenosa para relajar al paciente.
¿Qué se siente durante el examen?
La gastroscopia es una prueba indolora, y apenas dura entre tres y cinco minutos. Pese a tratarse de una prueba que no es dolorosa, el paciente notará molestias mientras se introduce el endoscopio, sintiendo constantes náuseas.
Una vez terminada la exploración, el paciente sentirá molestias en su garganta, que estará entumecida. El paciente puede tener gases debido al aire ingerido, pero estos desaparecerán rápidamente.
Significado de resultados anormales
La de la endoscopia digestiva es una prueba bastante segura en la que apenas aparecen complicaciones. De hecho, las posibles complicaciones aumentan en el momento en el que el endoscopio se utiliza para aplicar algún tipo de tratamiento.
Las posibles complicaciones serían la perforación, reacciones medicamentosas, hemorragias, alteraciones cardiopulmonares…
Avances en endoscopia
Los avances tecnológicos permiten explorar vías que antaño eran imposibles, como la vía biliar o la vía pancreática. Así, gracias a esto se pueden diagnosticar y tratar problemas que antes requerían una intervención quirúrgica.
En las zonas en las que el endoscopio no llega, existe la llamada cápsula endoscópica, que se ingiere como si fuese una pastilla y trasmite imágenes del interior del aparato digestivo a un monitor sin que el paciente sienta molestia alguna.