Rolfing

El Rolfing, también conocido como Integración Estructural Rolfing, es una técnica de terapia manual que se centra en realinear y equilibrar el cuerpo mediante la manipulación del tejido conectivo, llamado fascia.

La fascia es un tipo de tejido que rodea y soporta los músculos, huesos, órganos y nervios, formando una red continua en todo el cuerpo.

 

Objetivo del tratamiento

El principal objetivo del Rolfing es mejorar la postura, aliviar la tensión y promover un movimiento más eficiente y sin dolor.

Al trabajar con la fascia, los terapeutas de Rolfing buscan liberar restricciones y desequilibrios que pueden causar dolor y disfunción, ayudando a los pacientes a moverse de manera más libre y cómoda.

 

 

¿Cómo funciona el tratamiento?

El tratamiento de Rolfing se lleva a cabo a través de una serie de sesiones estructuradas. Aunque la duración exacta puede variar, el protocolo tradicional incluye diez sesiones, cada una con un enfoque específico:

Evaluación inicial: el terapeuta evalúa la postura y el movimiento del paciente para identificar áreas de restricción y desequilibrio. Sesiones individuales: cada sesión se enfoca en diferentes partes del cuerpo y en la integración de estas partes en un todo cohesivo. Manipulación manual: el terapeuta utiliza técnicas de presión y estiramiento para liberar la fascia y mejorar la alineación del cuerpo. Educación y movimiento: además de la manipulación, los pacientes aprenden a moverse de maneras que apoyen la nueva alineación estructural y reduzcan el estrés en el cuerpo.

 

¿Quiénes son candidatos para el Rolfing?

El Rolfing puede ser beneficioso para una amplia gama de personas, incluidos aquellos que:

Sufren de dolor crónico: especialmente dolor en la espalda, cuello, hombros y articulaciones. Tienen mala postura: personas que pasan mucho tiempo sentadas o en posiciones que afectan negativamente su alineación. Atletas y bailarines: aquellos que buscan mejorar su rendimiento y reducir el riesgo de lesiones. Personas en recuperación: individuos recuperándose de lesiones o cirugías que desean mejorar su movilidad y función. Personas con estrés: aquellos que experimentan tensiones relacionadas con el estrés y buscan una forma de liberación y alivio.

 

¿Cuáles son los principales beneficios del Rolfing?

Mejora de la postura: ayuda a realinear el cuerpo, lo que puede conducir a una postura más erguida y natural. Alivio del dolor: al liberar las restricciones en la fascia, muchos pacientes experimentan una reducción significativa del dolor crónico. Mayor flexibilidad y movimiento: mejora la amplitud de movimiento y la facilidad de los movimientos cotidianos. Mejora del rendimiento deportivo: los atletas pueden beneficiarse de un cuerpo mejor alineado y más eficiente en sus movimientos. Reducción del estrés: la liberación de la tensión en el cuerpo puede llevar a una sensación general de bienestar y relajación.

 

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