Osteopatía infantil
Arantxa Quintana Lapuente - Osteopatía
Creado el: 04-03-2013
Editado el: 21-09-2023
Editado por: Sofía Berrón
¿Qué es la osteopatía infantil?
La osteopatía infantil comprende técnicas muy suaves y respetuosas con el momento de crecimiento en que se encuentre el niño, para abordar y solucionar distintos problemas que impiden el funcionamiento correcto de los órganos y los síntomas que se derivan: dolores, problemas de sueño, cólicos, entre otros.
Abarca pacientes desde su nacimiento hasta niños y adolescentes.
¿Por qué se realiza?
La osteopatía infantil se utiliza para tratar:
- Alteraciones craneales, tales como plagiocefalia, braquicefalia o escafocefalia.
- Alteraciones del aparato digestivo: cólicos del lactante, reflujo gastroesofágico, gases, problemas de succión y deglución o estreñimiento, entre otros.
- Alteraciones nerviosas: parálisis facial, parálisis bronquial obstétrica, compresiones de pares craneales, etc.
- Alteraciones emocionales, tales como nerviosismo, insomnio, ansiedad, hiperactividad, irritabilidad…
- Alteraciones musculoesqueléticas: tendinitis, contracturas, escoliosis, problemas en caderas, rodillas o pies, e incluso esguinces.
- Alteraciones otorrinolaringológicas y oftalmológicas.
¿En qué consiste?
El especialista en Osteopatía infantil analizará el funcionamiento global del paciente, más allá de la zona afectada, y planeará un tratamiento, teniendo en cuenta la información recogida en la historia clínica.
El tratamiento de osteopatía infantil siempre se lleva a cabo de forma manual, con técnicas muy suaves, en que el osteópata coloca las manos en distintas partes del cuerpo del bebé o niño. De esta forma consigue relajar las estructuras y tejidos dañados para lograr un mejor funcionamiento.
Preparación para la osteopatía infantil
No es necesaria ninguna preparación previa para las sesiones de osteopatía en niños, sino que las técnicas mejorarán de forma importante el funcionamiento de los órganos.*
Cuidados tras la intervención
Aunque no son intervenciones dolorosas, puede que el niño se encuentre ligeramente cansado tras las intervenciones, ya que el osteópata no deja de haber estado manipulando su pequeño cuerpo.