Rejuvenecimiento facial
¿Qué es el rejuvenecimiento facial?
El rejuvenecimiento facial consiste en la utilización de técnicas diversas para corregir las manifestaciones de la vejez en la piel.
El envejecimiento es un proceso lento e inevitable que empieza a notarse en la piel de la cara a partir de los 35 años. Como resultado se producen una serie de cambios en la piel como son:
- Las arrugas
- La flacidez
- La aparición de lesiones pigmentadas (manchas) y lesiones vasculares.
¿Por qué se realiza?
Estos tratamientos se realizan con el fin de corregir las imperfecciones que van apareciendo y así lograr el rejuvenecimiento de la piel facial, proporcionando una apariencia más juvenil y radiante.
Estos tratamientos pueden suavizar las arrugas, contornear la cara y definir ciertas características faciales.
¿En qué consiste?
Dependiendo del tipo de manifestación de la vejez que se va a rejuvenecer se usará una técnica u otra:
- Las arrugas pueden tratarse con rellenos, peeling y dermoabrasiones, láser o toxina botulínica.
- Para la flacidez se puede recurrir a técnicas de radiofrecuencia.
- Los peelings, la crioterapia o la luz pulsada permiten borrar las lesiones pigmentadas.
- Las lesiones vasculares (arañas vasculares y cuperosis), se debe recurrir al láser.
Preparación para el rejuvenecimiento facial
Antes de cualquier procedimiento estético, el especialista conocerá su historial médico, habrá evaluado su piel y su régimen de cuidado de la piel. Tras el análisis previo, se recomendarán los tratamientos más adecuados y se desarrollará un plan de tratamiento.
Cuidados tras la intervención
La atención postoperatoria depende del procedimiento realizado, pero en comparación con los procedimientos quirúrgicos para el rejuvenecimiento facial el tiempo de recuperación es mucho más rápido.
Por lo general, los pacientes pueden volver a la actividad normal el mismo día o el día después del procedimiento.
Los posibles efectos secundarios de Botox pueden incluir dolor y sensibilidad alrededor del sitio de inyección, dolores de cabeza, síntomas parecidos a la gripe, un párpado caído o una sonrisa torcida. Si los síntomas persisten por un período prolongado, visite a su médico para un chequeo.