Lobectomía

 

¿Qué es la lobectomía?

Una lobectomía es una cirugía utilizada para extirpar una parte afectada de algún órgano. Normalmente se realiza en cirugía pulmonar, hepática y en neurocirugía.

El procedimiento más común en el que se utiliza una lobectomía es en la cirugía pulmonar. El pulmón está formado por lóbulos: tres en el pulmón derecho y dos en el pulmón izquierdo. Cuando un problema afecta a una única parte de un pulmón o a un lóbulo, la parte afectada se puede extirpar, permitiendo que la parte sana del pulmón funcione normalmente.

La mayoría de estas intervenciones quirúrgicas se realizan durante una toracotomía, una cirugía abierta del pecho en la que la incisión se realiza a nivel del lóbulo afectado.

Para realizar la intervención se administra anestesia general y al paciente se le coloca una sonda en la tráquea para facilitar su respiración. En muchas ocasiones, la cirugía se realiza asistida con vídeo, lo que permite observar los órganos internos a través de pantallas.

 

Durante la lobectomía pulmonar se extrae el o los lóbulos afectados del pulmón
 

 

¿Por qué se realiza una lobectomía?

La lobectomía se lleva a cabo con el fin de tratar diferentes enfermedades o problemas pulmonares, tales como el cáncer de pulmón, los defectos congénitos del pulmón, abscesos, quistes, enfisemas, infecciones por hongos, tuberculosis…

La lobectomía se realiza cuando se encuentra un problema en un lóbulo, y se decide extraer este lóbulo para que el problema no se trasmita al resto. Las enfermedades del pecho y de los pulmones que se puede tratar con una lobectomía son las siguientes:

Tuberculosis: infección crónica que afecta e infecta los pulmones Absceso pulmonar: se forma una capa de pus que si no se puede eliminar con antibióticos requerirá cirugía Enfisema: enfermedad crónica que rompe las fibras de los pulmones y genera dificultades para respirar Presencia de un tumor benigno: se trata de un crecimiento anormal que no es cáncer pero que puede presionar algún vaso sanguíneo y dificultar la circulación en otros órganos Infección por hongos. Cáncer de pulmón: un tumor maligno crece en los pulmones pudiendo afectar a uno o más lóbulos de los mismos así como a los bronquios. Puede extenderse y afectar a otras partes del cuerpo.

 

¿En qué consiste la lobectomía?

El procedimiento de la lobectomía se realiza bajo anestesia general, por lo que el paciente estará completamente dormido y no sentirá molestias durante la intervención. El proceso dura entre una hora y media y cuatro horas.

Una vez anestesiado, se coloca un tubo en la tráquea que ayuda al paciente a respirar, ya que se conecta a un respirador mecánico. La incisión se realiza a la altura del lóbulo que se desea extirpar, y la incisión pasa bajo el brazo hasta la espalda. Cuando la incisión permite ver las costillas, estas se separan y se extirpa el lóbulo afectado.

Una vez finalizado el procedimiento, se sutura la zona y, en ocasiones, se coloca una sonda epidural para aliviar el dolor. El paciente deberá pasar varios días hospitalizado para comprobar que los pulmones se encuentran en buen estado.

 

Preparación para la lobectomía

El paciente debe estar informado del procedimiento que se le realizará. Es esencial realizar una analítica completa antes del proceso para asegurarse de que el paciente está listo para la intervención. Además, el paciente debe hacer lo siguiente:

Dejar de fumar. No comer ni beber durante las ocho horas anteriores a la intervención. Suspender ciertos medicamentos si el especialista lo indica.

Asimismo, se deben notificar al especialista ciertas condiciones previas:

Embarazo o sospecha de embarazo. Alergia a la tintura de contraste y/o al yodo. Alergia a algún material médico o medicamento. Trastornos de la sangre. Uso de anticoagulantes.
 

Cuidados tras la lobectomía

Tras el procedimiento, el paciente pasará varias horas en una sala de recuperación. Al despertar, se le administrarán analgésicos para aliviar el dolor.

En ocasiones, se realiza una radiografía al despertar para comprobar el estado de los pulmones. Es posible que el paciente tenga algunos tubos en el pecho para drenar aire y líquido.

El paciente recibirá instrucciones para aprender a respirar profundamente, para que los pulmones se vuelvan a abrir completamente. En ocasiones se acompaña de oxígeno, que normalmente se retira antes de que el paciente reciba el alta.

Una vez que el paciente sea capaz de moverse y caminar, debe hacerlo, ya que los pulmones se recuperarán más rápido. Al recibir el alta, debe tener precaución al realizar actividades, ya que todavía tendrá los puntos y posiblemente molestias en la zona de la incisión y en los músculos colindantes.

El paciente deberá continuar con los ejercicios de respiración que le enseñaron en el hospital, aunque le generen un poco de dolor. La actividad física debe aumentar gradualmente, aunque es habitual que se tarde varias semanas en volver a la normalidad.

Durante la recuperación, se debe evitar:

El humo del tabaco. Infecciones en vías superiores, como resfriados, catarro o gripe. Gases químicos. Contaminación ambiental.

 

Alternativas a la lobectomía

Una alternativa en el tratamiento quirúrgico del pulmón es la cirugía robótica. Esta técnica ofrece buenos resultados y permite acceder al lóbulo afectado de forma mínimamente invasiva, con menos agresión a los tejidos y un postoperatorio más rápido y sencillo.

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