IMRT radioterapia de intensidad modulada

Creado: 08/02/2013
Editado: 21/09/2023

¿Qué es la Radioterapia de Intensidad Modulada (IMRT)?

La radioterapia de intensidad modulada (IMRT) es un tipo avanzado de radioterapia de alta precisión. Utiliza aceleradores lineales de rayos x controlados por ordenador para administrar al paciente dosis precisas de radiación en los tumores malignos. Gracias a este tipo de terapia se permite que la dosis de radiación se haga con más precisión a la forma tridimensional del tumor modulando la intensidad del haz de radiación. Asimismo, este tratamiento también permite focalizar dosis más altas en regiones dentro del tumor, minimizando la exposición a la radiación en las zonas sanas. De ahí la importancia del estudio tridimensional y la resonancia magnética (RMN) al paciente, para determinar el patrón de intensidad de la dosis que mejor se adapte al tumor.

 

¿Por qué se realiza?

La radioterapia de intensidad modulada se usa para tratar cánceres, básicamente de próstata, cabeza y cuello, y del sistema nervioso central. No obstante, también se ha utilizado en algunos casos para tratar cáncer de mama, tiroides y pulmón, así como tumores gastrointestinales, ginecológicos y sarcomas. Algunos estudios demuestran que también puede ser útil para tratar algunos cánceres pediátricos.

Este tipo de radioterapia evita que las células cancerígenas se dividan y crezcan, cosa que hace más lento el crecimiento del tumor, llegando incluso a detenerlo. De hecho, en muchos casos este tipo de radioterapia logra matar todas las células cancerosas.

 

¿En qué consiste la Radioterapia de Intensidad Modulada (IMRT)?

La radioterapia de intensidad modulada utiliza tecnología avanzada para manipular haces de radiación con fotones o protones que se adaptan a la forma de un tumor.

 

La radioterapia de intensidad modulada utiliza varios haces pequeños de fotones o protones con distintas intensidades que se irradian con precisión sobre un tumor. Se controla la intensidad de la radiación de cada haz, y la forma del haz es diferente en cada tratamiento.

 

El objetivo de la radioterapia de intensidad modulada es ajustar la dosis de radiación al objetivo y evitar o reducir la exposición del tejido sano para limitar los efectos secundarios del tratamiento.

 

 

Preparación para la IMRT (Radioterapia de intensidad modulada)

Antes de planificar cualquier tratamiento se debe hacer un examen físico completo y una revisión de la historia clínica. Después, hay una sesión de simulación de tratamiento, en la que se hace una TC. A veces se hace una pequeña marca en la piel del paciente para ayudar a alinear y apuntar el equipo.

 

El radioncólogo utiliza este escaneo para crear un plan individual para cada paciente. En algunos casos, se podría utilizar una máscara para mantener al paciente quiero durante el tratamiento. En algunas ocasiones se le indica al paciente que siga ciertos regímenes de preparación intestinales y de la vejiga, o que haga ayunas antes de la simulación del tratamiento.

 

Además, se podría inyectar material de contraste intravenoso durante la exploración por TC para ayudar a definir mejor el tumor. A veces pueden ser necesarios otros procedimientos de diagnóstico, como la tomografía por emisión de positrones (PET) o la resonancia magnética nuclear (RMN) para la planificación de la IMRT.

 

Las sesiones de IMRT comienzan aproximadamente
una 1-2 semanas después de la simulación.

 

 

Estas imágenes de diagnóstico pueden combinarse con la TC de planificación y ayudan al radioncólogo a determinar la ubicación exacta del tumor. Es recomendable también insertar marcadores radiodensos dentro del área objeto para un posicionamiento más preciso.

 

Generalmente, las sesiones de IMRT comienzan aproximadamente una 1-2 semanas después de la simulación.

 

Cuidados tras la intervención

Al igual que con otros tratamientos de radioterapia no suele haber dolor durante el tratamiento. Sin embargo, es posible parar la máquina si el paciente experimenta incomodidad debido a la posición de tratamiento o a los aparatos posicionadores.

 

Según va avanzando, algunos pacientes pueden sufrir ciertos efectos adversos relacionados con el tratamiento. La naturaleza de estos depende de cuáles sean las estructuras de tejido normal cerca del tumor que están siendo irradiadas.

 

Los efectos secundarios de la radioterapia incluyen problemas que ocurren como resultado del tratamiento mismo así como del daño hecho por el tratamiento a las células sanas en el área del tratamiento. El número y la gravedad de los efectos secundarios que experimente dependerán del tipo de radiación, de la dosis prescrita y de la parte del cuerpo que esté siendo tratada.

 

Los efectos secundarios de esta radioterapia suelen ser tempraneros y retardados, ya que ocurren durante o inmediatamente después del tratamiento y normalmente desaparecen dentro de pocas semanas, y tempraneros comunes que incluyen cansancio o fatiga y problemas en la piel.

 

La piel en el área de tratamiento puede ponerse más sensible, roja, irritada o hinchada. Otros cambios en la piel incluyen sequedad, picazón, exfoliación y formación de ampollas. Según el área sometiéndose a tratamiento, otros efectos secundarios tempraneros pueden incluir:

  • Pérdida de pelo en el área de tratamiento
  • Problemas en la boca y dificultad en tragar
  • Problemas en comer y en la digestión
  • Diarrea
  • Nausea
  • Vómito
  • Dolores de cabeza
  • Sensibilidad e hinchazón en el área del tratamiento
  • Cambios urinarios y en la vejiga

 

Los efectos secundarios retardados, que son raros, ocurren meses o años después del tratamiento y a menudo son permanentes. Incluyen:

  • Cambios cerebrales.
  • Cambios en la columna vertebral.
  • Cambios pulmonares.
  • Cambios hepáticos.
  • Cambios en el colon y el recto.
  • Infertilidad.
  • Cambios en las coyunturas.
  • Linfedema.
  • Cambios en la boca.
  • Cáncer secundario.

 

Existe un pequeño riesgo de desarrollar cáncer a causa de la radioterapia. Después de la radioterapia para el cáncer será evaluado regularmente por su radioncólogo para detectar complicaciones como así también cánceres recurrentes y nuevos. Gracias a técnicas, tales como la IMRT, los radioncólogos maximizan las capacidades de la radioterapia para destruir el cáncer mientras minimizan sus efectos en los tejidos sanos, y los efectos secundarios en los órganos.