Factor de crecimiento insulinoide 1 (IGF-1)
¿Qué es lo que se analiza?
El Factor de Crecimiento Insulinoide 1 (IGF-1) es una proteína producida principalmente por el hígado en respuesta a la hormona del crecimiento (GH). Se analiza para evaluar el estado del sistema de crecimiento y desarrollo, así como para diagnosticar y monitorear trastornos relacionados con el crecimiento y el metabolismo.
¿Cómo se utiliza?
El análisis de IGF-1 se utiliza como una herramienta diagnóstica para evaluar la función del sistema de crecimiento y para detectar trastornos relacionados con el crecimiento y el metabolismo, como el déficit de hormona del crecimiento o el exceso de producción de GH.
¿Por qué hacer el análisis?
El análisis de IGF-1 se realiza para ayudar en el diagnóstico de diversas condiciones médicas, como el déficit de hormona del crecimiento, el gigantismo, el acromegalia y otros trastornos relacionados con el crecimiento y el metabolismo.
¿Cuándo hacer el análisis?
El análisis de IGF-1 se suele realizar cuando hay sospechas de trastornos del crecimiento o del metabolismo, como en casos de talla baja, gigantismo o acromegalia, entre otros.
¿Qué muestra se requiere?
Para realizar el análisis de IGF-1 se requiere una muestra de sangre venosa.
¿Es necesaria alguna preparación previa?
Por lo general, no se necesita ninguna preparación especial antes de realizar el análisis de IGF-1. Sin embargo, se recomienda seguir las instrucciones específicas proporcionadas por el profesional de la salud.
¿Cuáles son los valores normales?
Los valores normales de IGF-1 pueden variar según la edad y el sexo, pero generalmente se encuentran en el rango de referencia establecido por el laboratorio que realiza el análisis.
Valores normales de IGF-1
Edad | Valores normales (ng/mL) |
---|---|
Niños (6-8 años). | 100-400. |
Niños (9-10 años). | 200-600. |
Niños (11-12 años). | 300-700. |
Adolescentes (13-17 años). | 300-800. |
Adultos. | 100-300. |
¿Qué significa tener valores alterados?
Tener valores de IGF-1 por encima o por debajo de los rangos normales puede indicar la presencia de trastornos subyacentes. Por ejemplo, niveles elevados pueden estar asociados con acromegalia o gigantismo, mientras que niveles bajos pueden indicar déficit de hormona del crecimiento.