Esguince

Creado: 05/02/2013
Editado: 10/07/2024

¿Qué es un esguince?

Los esguinces son torceduras o distensiones de los ligamentos que se producen cuando se estiran demasiado o cuando una articulación se sitúa en una posición antinatural. El paciente que sufre un esguince sufre dolores musculares, hinchazón, cambio de color en la piel y rigidez de la articulación.

Existen tres clases de esguince, según la gravedad:

  • Esguince de grado 1: hay distensión de los ligamentos sin llegar a una rotura de los mismos.
  • Esguince de grado 2: existe rotura parcial del tejido ligamentoso.
  • Esguince de grado 3: hay una rotura completa de la porción ligamentosa.
     

Pronóstico de la enfermedad

Mayoritariamente, los esguinces son lesiones de poca importancia, aunque existen algunos casos en que se pueden agravar.
 

Síntomas de un esguince

Hay varios síntomas que se deben tener en cuenta, entre los que destacamos:

  • Dolor muscular
  • Dolor o rigidez articular
  • Hinchazón
  • Cambios en el color de la piel, como la aparición de hematomas
El esguince de tobillo es de los más frecuentes

Pruebas médicas para un esguince

Normalmente el diagnóstico es muy sencillo, una vez descritos los síntomas y la forma en la que se ha producido la lesión. Además, también se valora si hay hinchazón o un hematoma.

El especialista palpará las estructuras afectadas y valorará el grado de inflamación. También tendrá en cuenta el nivel de limitación de movilidad articular.

La radiografía puede ser útil per para diagnosticar pequeñas roturas óseas en articulaciones de menor tamaño. La ecografía articular es especialmente útil para los esguinces, y que proporciona datos sobre la integridad o rotura de ligamentos afectados por la lesión. También muestra la presencia de líquido articular.

En otros casos, menos frecuentes, el TAC o la resonancia magnética también se utilizan. El TAC visualiza mejor la presencia de fragmentos óseos en la rotura y la resonancia sirve para visualizar los daños en el aparato ligamentoso y capsular.
 

¿Cuáles son las causas de un esguince?

Los esguinces se producen en el momento en que una articulación es forzada a moverse a una posición fuera de lo normal. Un caso frecuente es el esguince de tobillo, que puede causar un esguince en los ligamentos que se encuentran alrededor. Este caso es especialmente común en deportistas, de fútbol o básquet, por ejemplo.
 

¿Se puede prevenir?

No existe un método infalible pero hay algunos consejos que se pueden seguir para reducir las posibilidades de padecer un esguince:

  • El uso de calzado protector durante actividades físicas que ejerzan una tensión sobre el tobillo u otras articulaciones.
  • Usar un calzado que se ajuste al pie de forma correcta.
  • Evitar tacones altos.
  • Hacer estiramientos y calentar antes de realizar ejercicio o de la práctica deportiva.
  • No practicar deportes o actividades para las cuales no se ha entrenado.
     

Tratamientos para un esguince

Cuando se sufre un esguince es importante controlar el dolor y la inflamación. También es importante aliviar de cargas la zona afectada por la lesión. El protocolo que se sigue es reposo, hielo, compresión y elevación:

  • Reposo
  • Aplicar hielo o similar, como una bolsa de guisantes congelados, para disminuir la inflamación y el dolor.
  • Realizar un vendaje compresivo de la zona dañada.
  • Elevar la parte del cuerpo afectado para favorecer el drenaje edematoso. En el caso del tobillo, un esguince bastante habitual, es importante elevarlo por encima de la cadera, para lograr un drenaje efectivo.

¿Qué especialista lo trata?

Para el tratamiento de un esguince debemos acudir a un especialista en Ortopedia y Traumatología