Enfermedades profesionales
Dra. Helena Basart Gómez-Quintero - Medicina del trabajo
Creado el: 17-12-2018
Editado el: 23-10-2023
¿Qué son las enfermedades profesionales?
Las enfermedades profesionales son aquellas contraídas como consecuencia del trabajo, por cuenta ajena o propia, en este caso, siempre que se cotice a tales efectos.
Para que se la considere como tal deben cumplirse dos requisitos: el primero, que la causa de la enfermedad se encuentre en el lugar de trabajo y esté catalogada en el listado oficial de enfermedades profesionales del Ministerio de Empleo y Seguridad social y también que la lesión proceda de la acción de sustancias o elementos que el listado indica.
La valoración de las enfermedades profesionales supone la conjunción de conceptos y criterios médicos con conceptos jurídicos y criterios técnicos propios de la higiene industrial, la ergonomía y la prevención de riesgos laborales.
Según cuál sea su causa, y tal como se recoge en el RD Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de enfermedades profesionales, las enfermedades profesionales se clasifican en:
- Enfermedades causadas por agentes químicos.
- Enfermedades causadas por agentes físicos.
- Enfermedades causadas por agentes biológicos.
- Enfermedades causadas por inhalación de sustancias y agentes no comprendidas en otros apartados.
- Enfermedades causadas por sustancias y agentes no comprendidos en alguno de los otros apartados.
- Enfermedades causadas por agentes carcinógenos.
Muchas de las enfermedades derivadas de la actividad profesional todavía no están incluidas en este cuadro y, por tanto, se deberá valorar el reconocimiento como accidente de trabajo. Este hecho se debe resaltar porque los cambios en las profesiones habitualmente no se han visto reflejados en la actualización del reconocimiento como enfermedad profesional, por lo que se debe buscar la protección y el reconocimiento en otros términos legales.
Pronóstico de la enfermedad
El pronóstico de la enfermedad dependerá del tipo de lesión que sufra el paciente debiéndose valorar en cada caso concreto y teniendo en cuenta cómo afecta la persistencia en la exposición en caso de que se produzca.
Síntomas de enfermedades profesionales
La sintomatología de las enfermedades profesionales es tan variada como la tipología que tenemos de ellas. Si bien, debemos tener en cuenta que algunas enfermedades profesionales son más frecuentes, como sería el caso del síndrome del túnel carpiano o la epicondilitis.
Si bien, el cáncer es la principal causa de muerte relacionada con el trabajo en la Unión Europea. Una gran proporción de cánceres puede estar relacionada con la exposición a agentes carcinógenos en el lugar de trabajo. Cada año, 120.000 personas en Europa desarrollan cáncer a causa de la exposición a los carcinógenos en el trabajo, lo que causa casi 80.000 muertes. Muchos casos de cáncer profesional podrían evitarse controlando las exposiciones laborales.
La exposición a sustancias cancerígenas en el trabajo es la cuarta causa de cáncer después del tabaco, la dieta y el sedentarismo. Aunque la etiología del cáncer es multifactorial y algunos de estos factores son de difícil modificación, los cánceres provocados por el trabajo pueden ser prevenidos y evitados eliminando las exposiciones a sustancias cancerígenas. Si bien, el reconocimiento como enfermedad profesional está muy infra reconocido. Por ejemplo, en España en 2021, solo se declararon 49 enfermedades profesionales por agentes carcinógenos (45 en hombres y 4 en mujeres) de un total de 20.381 enfermedades profesionales, lo que supone el 0,24% del total. Según distintos estudios, se calcula que las exposiciones ocupacionales son responsables de entre el 1 y 20% de cánceres.
La mortalidad por cáncer es uno de los mayores problemas de salud pública a nivel mundial. Estas exposiciones en el ámbito laboral pueden minimizarse o eliminarse, por lo que la prevención es esencial. Aquellos que se han asociado a exposiciones ocupacionales son cáncer de pulmón, cáncer de vejiga, cáncer de nariz, cáncer de hígado, leucemia, mesotelioma, linfoma y cáncer de piel no melanocítico.
Pruebas médicas para las enfermedades profesionales
Las pruebas médicas para determinar las enfermedades profesionales serán las específicas para cada una de las patologías. Si bien, es relevante la revisión de la historia profesional y personal de cada persona para poder establecer el nexo de causalidad. Cuando este proceso se encuentra en el ámbito judicial para el reconocimiento de las mismas, habitualmente se utiliza un peritaje médico de Medicina del Trabajo donde se englobará la valoración médica y laboral para poder establecer la vinculación entre la patología y la exposición laboral. En ocasiones, será necesaria paralelamente una pericial técnica para obtener información detallada del puesto de trabajo que ayude a esta valoración conjunta.
¿Cuáles son las causas de las enfermedades profesionales?
Las causas de las enfermedades profesionales están relacionadas con la actividad que desarrolla el paciente a nivel laboral. Así, la mayoría de lesiones osteomusculares y lesiones de la extremidad superior tienen su causa en movimientos repetitivos de las articulaciones o lesiones durante el ejercicio laboral. En casos de patologías más graves, como el cáncer, es la exposición a tóxicos una de las principales causas.
En cada una de las patologías, se deben valorar las características clínicas, la exposición laboral previa a la aparición de la patología, el intervalo de tiempo entre la exposición y el efecto debe ser coherente con lo que se conoce sobre la historia natural y el progreso de la enfermedad. Debe considerarse el diagnóstico diferencial con patologías similares relacionadas con exposiciones no laborales o con características personales propias del trabajador. La duración mínima de la exposición, el período de latencia máximo, entre otros factores, que cada profesional valorará detalladamente para poder establecer en el caso especifico estudiado.
¿Se puede prevenir?
La prevención en las enfermedades profesionales es muy importante. En este sentido, es importante el trabajo conjunto de los profesionales sanitarios con los técnicos, así como la notificación de las patologías y el estudio desde un punto de vista preventivo para poder evitar la aparición de la misma en otros profesionales. Cada especialidad técnica se encargará del estudio de los factores de riesgos correspondientes.
Tratamientos para las enfermedades profesionales
El tratamiento de las enfermedades profesionales será distinto según la patología o lesión que sufra el paciente. Así, en las enfermedades osteomusculares será importante aliviar el dolor y la inflamación, lo que puede abarcar Fisioterapia, inyecciones de cortisona, anestésicos, antiinflamatorios no esteroideos e incluso inmovilización de la articulación, sobre todo en el caso de la extremidad superior. En algunos casos, como en las lesiones de túnel carpiano, puede ser necesaria cirugía.
¿Qué especialista lo trata?
Cuando un trabajador llega a la mutua para posible estudio de una enfermedad profesional, sea por iniciativa propia o de la empresa, derivado del Servicio Público de Salud (SPS), del Servicio de Prevención (SP), o de la inspección del SPS o INSS, se inicia un período de observación que puede tener una duración de 6 meses, prorrogables a otros seis, previo dictamen del INSS, para poder determinar si la clínica que presenta es susceptible de declaración de enfermedad profesional.
La valoración de una enfermedad como profesional exige poner en correlación conceptos médicos y legales que permitan determinar la existencia de una patología concreta y su relación con los riesgos presentes en el trabajo.
La parte asistencial corresponde a la Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales. Su tratamiento y diagnóstico puede requerir la intervención de distintos profesionales médicos según la patología referenciada y las especialidades que intervienen. Por ejemplo, en una dermatitis alérgica intervendrán alergólogos y/o dermatólogos a parte de los profesionales asistenciales correspondientes.
Si bien, muchas de las veces, los trabajadores a quien acuden es al médico de cabecera o otros especialistas no directamente vinculados con las mutuas profesionales. En este caso, el paciente debe ser ser derivado/a a la mutua correspondiente y, si es necesario, realizar el proceso de determinación de contingencia en caso de desacuerdo entre las distintas valoraciones asistenciales.
La Determinación de Contingencia es el procedimiento por el que el INSS califica el origen de la patología que ha condicionado un proceso de incapacidad temporal o permanente, valorándose el mismo como contingencia común o profesional (accidente de trabajo o enfermedad profesional). En caso de desacuerdo, se puede iniciar la vía de reclamación judicial.