¿Qué es la cirugía refractiva con láser?
La cirugía refractiva es la encargada de modificar la curvatura de la córnea para corregir defectos en la visión como pueden ser hipermetropía, astigmatismo o miopía.
Existen varias técnicas con láser por las que se puede realizar la cirugía refractiva:
- PRK: es la técnica superficial, que se indica a pacientes con poca graduación o córneas delgadas.
- LASIK: consiste en una técnica con una muy rápida recuperación, permitiendo corregir defectos como un alto astigmatismo.
- SMILE: es una técnica de última generación, que consiste en generar un lentículo que se retira mediante una mínima incisión.
¿En qué consiste?
La cirugía refractiva con láser consiste en modificar la curvatura de la córnea aplicando el láser directamente sobre la superficie (PRK) o en capas más profundas, siendo para ello necesario levantar una capa de la córnea de unas 100 micras de tejido corneal, que se recolocará sin puntos una vez que se haya aplicado el láser (LASIK).
Preparación para la cirugía refractiva con láser
En la consulta preoperatoria se le suele realizar al paciente un estudio detallado de su córnea, de la refracción (dioptrías), de la presión intraocular y el estado de la retina, nervio óptico, cristalino y lágrima.
Además, en ocasiones, es preciso un tratamiento previo en gotas (colirio), como preparación a la cirugía y disminuir de este modo el riesgo de infección en todo lo posible.
Hasta el día de la cirugía láser el paciente puede desempeñar una actividad totalmente normal.
Cuidados tras la intervención de la cirugía refractiva con láser
Es importante que el paciente siga las pautas de medicación que le haya indicado el equipo médico que le haya realizado la cirugía, así como emplear la cantidad de lágrima artificial que sea necesaria.
Periódicamente el paciente deberá acudir a las revisiones programadas para comprobar la evolución postoperatoria.
Alternativas a este tratamiento
Las alternativas que no contemplan la cirugía son las gafas o lentillas.
Entre las alternativas quirúrgicas se encuentra el implante de lentes intraoculares, que se implantan por detrás del iris y delante del cristalino. Esta técnica tiene la ventaja de que permite corregir grandes defectos de graduación y es aditiva, por lo tanto, reversible ante cualquier incidencia.