¿Por qué se realiza?
Esta cirugía se realiza cuando existe una inflamación nasal y sinusal permanente, especialmente en las sinusitis crónicas, en el caso de pólipos nasales o en sinusitis agudas de repetición que no han respondido bien al tratamiento médico. El objetivo es reestablecer la función habitual de los senos nasales mediante la invasión quirúrgica mínimamente invasiva. Esta cirugía también se utiliza para la septoplastia y la cirugía de cornetes, el cierre de fístulas de líquido céfalo-raquídeo, la descompresión orbitaria etc.
¿En qué consiste?
Lo primero es aplicar descongestionante nasal para después iniciar la disección de la pared. Para esto se utiliza una fibra óptica rígida y fina que se introduce en la fosa nasal obteniendo una visión directa del lugar en el que se abren los senos nasales. Con las herramientas adecuadas, se procede a la resección del tejido anormal u obstructivo. Al final de la cirugía se realiza un control de los puntos sangrantes y dependiendo del caso, se pondrá un taponamiento nasal para evitar hemorragias o láminas de silicona para evitar que se adhiera de una pared a otra y se formen cicatrices anómalas.
La cirugía dura entre 1 y 3 horas según la complejidad del caso. Normalmente se taponan las fosas nasales con espuma coagulante y esponjas específicas que se deshacen solas o tapones que se pueden retirar fácilmente.
Preparación para la cirugía endoscópica nasosinusal
Para la preparación se realiza un estudio con TAC-sinusal y a partir de esta prueba se planifica la cirugía. También se realizan pruebas preoperatorias ya que la cirugía se realiza bajo anestesia general. Normalmente el ingreso es de corta estancia, como máximo una noche, y el paciente tiene que permanecer en ayunas de 6 a 8 horas antes de la intervención.
Cuidados tras la intervención
La nariz suele estar taponada, por lo que el paciente no puede respirar por la nariz. Además se pueden producir sangrados y por eso se coloca una gasa debajo de la nariz, aunque a veces no es necesario. Durante los 3-4 primeros días el paciente no puede fumar, beber alcohol, ni hacer esfuerzos físicos. Además, se recomienda el reposo en casa, evitando sonarse la nariz, preferiblemente en una postura sentado o semisentado para así reducir la presión sanguínea en la cabeza, la congestión cefálica y el sangrado. Se recomienda seguir una dieta de alimentos blandos y beber abundante líquido, debido a la sequedad de la garganta que ocasiona el taponamiento nasal.
No es una intervención dolorosa pero puede causar molestias, por lo que se prescriben antinflamatorios según la tolerancia individual al dolor. Se pueden prescribir antibióticos para prevenir la sobreinfección de la mucosa retenida.
Alternativas a este tratamiento
La cirugía endoscópica nasosinusal es una intervención muy segura ya que hoy en día existen medios terapéuticos que facilitan tanto la intervención como la recuperación. Esta cirugía engloba las intervenciones del interior de la nariz, visualizando o manipulando las estructuras a través de instrumental óptico, como por ejemplo la septoplastia.