Entendemos por adicción aquel patrón de conducta o hábito que lleva a una persona a la búsqueda incesante de satisfacción inmediata mediada por el consumo de una sustancia u otra conducta, o a la búsqueda de alivio a fin de evitar malestar ante la falta del estímulo deseado.
Explican los expertos de Psikids que la adicción está calificada como una enfermedad del cerebro y que de ella pueden derivarse graves consecuencias para el individuo, por lo que es importante su detección precoz.
Un ejemplo de adicción es el de las nuevas tecnologías que, aún facilitarnos el día a día y aportarnos beneficios en muchos aspectos, un uso inadecuado puede tener consecuencias, sobre todo en los menores. Pero, ¿cómo podemos detectar si el uso que nuestr@s hij@s hacen del WhatsApp, las redes sociales, el internet o los videojuegos (entre otros) está siendo problemático y debemos actuar?
Síntomas de adicción a las nuevas tecnologías
Cada vez es más frecuente la preocupación de los padres por el tiempo que dedican sus hijos a las TIC, y si éstas repercuten en las diferentes áreas de crecimiento y desarrollo personal del menor (académico, relacional, familiar, salud).
Escuchamos de algunos padres decir que su hij@ “está obsesionado con el ordenador”, “pasa horas y horas delante de la pantalla”, “no queda con sus amigos y juega con amigos que conoce online”, “se pone agresivo si intentamos quitarle el móvil o el ordenador”, y otros tantos ejemplos que nos hablarían de que algo está interfiriendo de manera negativa con un adecuado comportamiento de vuestr@ hij@.
Aun así, la tolerancia en algunas familias a este tipo de conductas a veces es sorprendente, a la vez que preocupante, ya que puede dilatar en el tiempo que el menor reciba una ayuda adecuada.
Estos son algunos de los síntomas que deben alertarnos de una posible adicción por parte de nuestros hijos a las nuevas tecnologías:
- Se trata de una situación que domina al usuario y se vuelve nuclear en la vida de la persona, ocupando una gran parte del tiempo y obviando otras necesidades u actividades cotidianas.
- Dificultad para permanecer alejado del estímulo buscado cuando no puede hacerse uso de él. Esta situación es vivida con una reacción de angustia, ansiedad, irritabilidad, inquietud; pudiendo generar discordia con las personas del entorno e incluso presentarse raptos de agresividad ante el intento de control externo por parte de los padres.
- Existe un deseo excesivo del uso TIC.
- Sentimiento de excitación y activación muy elevadas al estar frente al ordenador o en el manejo de otras TIC.
- Tendencia al aislamiento social, absorbid@ por la herramienta que genera la conducta adictiva.
- Posibilidad de disminución del rendimiento escolar.
- Deterioro de las relaciones sociales y familiares.
- Falta de reconocimiento de los problemas ocasionados por esta conducta.
Cabe destacar que no se trata de hacer inaccesible el uso a TIC, sino que el objetivo en la adicción a TIC sería hacer un uso CONTROLADO. Además de recurrir a un profesional si existen datos de riesgo o de posible adicción, hay otras medidas que se pueden tomar desde casa con carácter preventivo (ya comentadas en el blog anteriormente), relacionadas por ejemplo con poder ofrecer a los hijos alternativas de ocio saludable o controlar el uso que hacen de TIC (tanto del tiempo como supervisión del contenido).
Leave a Reply