Con el verano llegan las altas temperaturas y el sol se vuelve más intenso. Por eso, es fundamental cuidar la piel y protegerla de los rayos solares. Sin embargo, esta época del año también puede afectar a algunas enfermedades de la piel, haciendo que mejoren o empeoren sus síntomas.
Tomar el sol con moderación y precaución (usando un protector solar alto y evitando las horas de más calor) puede ayudar a aliviar algunas afecciones de la piel. Pero no todos los pacientes se benefician del sol y algunos deben evitarlo. Además, el calor y el sudor que produce pueden agravar algunas enfermedades, causando brotes y molestias.
A esto hay que añadirle el impacto psicológico y emocional. Mostrar la piel, sobre todo cuando se tienen lesiones o cicatrices, puede ser difícil. Muchos pacientes se sienten avergonzados o incluso temen la reacción de los demás.
¿Por qué es importante cuidar nuestra piel en verano?
Por ello contamos con el El Dr. Barranquero Fernández, especialista en Dermatología, que cuenta con una extensa formación en distintos ámbitos de la especialidad. En concreto, es experto en cáncer de piel, melanoma, psoriasis y dermatitis atópica, entre otros.
Según el doctor, es importante destacar que las enfermedades dermatológicas son más comunes durante el verano, ya que la exposición solar, la humedad y otros factores pueden desencadenar problemas cutáneos.
“La PROLONGADA EXPOSICIÓN DE LA PIEL AL SOL PUEDE LLEGAR A DESENCADENAR ENFERMEDADES DERMATOLÓGICAS”.
Dr. Barranquero Fernández, especialista en Dermatología
Enfermedades dermatológicas más frecuentes en verano
El verano propicia la aparición de gérmenes y algunas infecciones de la piel relacionadas con ellos. La exposición al sol, la transpiración, la humedad y el mayor contacto con el aire son otros factores que influyen.
A continuación, el doctor Barranquero, nos expone las enfermedades cutáneas más frecuentes en esta época del año.
Quemaduras solares
La exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV) puede provocar quemaduras solares. Estas se caracterizan por enrojecimiento, dolor, ampollas y descamación de la piel.
Es esencial recordar que las quemaduras solares aumentan el riesgo de cáncer de piel a largo plazo y deberían ser evitadas.
Tiña (tinea corporis)
La tiña es la infección fúngica más común en verano. Se presenta como un área circular con bordes rojos y escamosos, que puede picar o causar sensación de ardor.
La tiña se propaga por contacto directo con personas, mascotas o superficies contaminadas. En casos severos, puede extenderse a otras áreas del cuerpo
Pitiriasis versicolor
Esta infección fúngica afecta principalmente al tronco y los hombros. Se manifiesta como manchas claras u oscuras en la piel, con descamación fina.
Tras la exposición solar las manchan pueden hacerse más visibles y se vuelven de color blanco (hipopigmentadas), contrastando más con la piel que las rodea.
La importancia de una buena prevención y tratamiento
En cuanto a los tratamientos, el doctor afirma que una buena prevención es esencial para evitar complicaciones futuras.
Asimismo, remarca la importancia de cuidar nuestra piel y protegerla de los posibles daños que pueda sufrir durante esta estación. De esta forma podremos disfrutar del sol y el mar sin poner en riesgo nuestra salud.
Protección solar
El uso de protector solar con un factor de protección solar (FPS) adecuado (30 o 50+) es esencial para prevenir las quemaduras solares. Aplicar generosamente y reaplicar cada dos horas o después de nadar o sudar.
También se recomienda utilizar ropa protectora y buscar la sombra durante las horas pico de radiación solar.
Higiene y cuidado de la piel
Mantener la piel limpia y seca es fundamental para prevenir la tiña y la pitiriasis versicolor. Además, debemos evitar compartir toallas y artículos personales.
En caso de transpiración excesiva, es recomendable usar ropa ligera y transpirable para mantener la piel seca.
Tratamientos antifúngicos
En casos de tiña o pitiriasis versicolor, se pueden utilizar medicamentos antifúngicos tópicos, como cremas o lociones, para controlar la infección.
En casos más extensos o recurrentes, es posible que se requieran medicamentos orales, siempre bajo supervisión de un especialista.
Además, el doctor Barranquero recomienda evitar rascar las lesiones, ya que esto puede empeorar la infección o provocar cicatrices, utilizar ropa suelta y transpirable para prevenir la acumulación de sudor y humedad o mantener una buena hidratación para conservar la salud de la piel
Y, sobre todo, realizar una consulta con un dermatólogo para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
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