Cada año, el 8 de julio es el día señalado para el fomento de la concienciación sobre una enfermedad que, aunque pueda pasar desapercibida, afecta a la vida diaria de millones de personas en el mundo: la alergia.
El Día Mundial de la Alergia no solo tiene como objetivo traer al discurso público esta enfermedad, sino también extender la conciencia sobre sus riesgos y dar a conocer las medidas de prevención y los tratamientos disponibles. Para esto, nos ayuda hoy el Dr. Alejandro Para Martínez, médico especialista en Alergología.
¿Qué es la alergia?
En palabras del doctor Para Martínez, la alergia es la expresión clínica de la enfermedad atópica. A su vez, la atopia es la tendencia a una respuesta exagerada de los anticuerpos IgE frente a un estímulo determinado que el cuerpo interpreta como nocivo. Es decir, la alergia es la manifestación externa de una reacción interna desmesurada por parte del sistema inmunológico, que responde exageradamente ante un estímulo, malinterpretando su nocividad.
Tipos de Alergias
Existen muchos tipos de alergias, dependiendo de si tenemos en consideración las distintas clases de respuestas alérgicas que se dan en el organismo o los diferentes alérgenos o sustancias que detonan esas reacciones.
Así, según el sistema que sufre la manifestación de la alergia, existen multitud de tipos, como:
- Enfermedades alérgicas de las vías respiratorias superiores. Este grupo incluye las reacciones alérgicas que se desarrollan en nariz, senos paranasales, oído medio, faringe, laringe y amígdalas ante la presencia de estímulos concretos, como pueden ser el polen o el polvo. Un ejemplo muy común de este tipo de alergia es la rinitis, es decir, la congestión exagerada de la nariz provocada por una inflamación de la mucosa nasal.
- Reacciones alérgicas de las vías respiratorias inferiores. A diferencia del grupo anterior, esta clase de alergias se expresa a través de afecciones en la tráquea, los pulmones, los bronquios, los bronquiolos y los alveolos. El tipo de reacción alérgica más común en las vías respiratorias inferiores es el asma, caracterizada por la presencia de sibilancias al respirar, una sensación de presión en el pecho, la disnea o sensación de falta de aire y la tos.
- Enfermedades cutáneas. Como puede deducirse por su nombre, este tipo de alergias se manifiestan a través de sarpullidos, manchas, eczemas o hinchazón exagerada de la piel. Algunos ejemplos de este tipo de alergia son la urticaria, el angioedema, la dermatitis atópica o la dermatitis de contacto.
- Anafilaxia. Este tipo específico de alergia desarrolla sus manifestaciones en todo el cuerpo. Se trata de una respuesta alérgica muy veloz en su actuación y muy grave, incluso mortal, que puede llegar a afectar desde el sistema digestivo, hasta el respiratorio, pasando por la piel o el estado psicológico de la persona. Dado que es un tipo de alergia que afecta al organismo de manera general, los detonantes pueden ser muchos y muy variados. Existe anafilaxia inducida por el ejercicio físico, por la menstruación, por la alimentación e incluso por causas desconocidas.
Por otro lado, si se tienen en consideración los alérgenos, los tipos de alergia más comunes son la alergia a los ácaros del polvo, al polen, al moho, a la caspa de las mascotas, a las picaduras de insectos como abejas o avispas y a alimentos como lácteos, pescado, marisco, frutos secos, trigo, etc.
No obstante, aunque menos frecuentes, existen reacciones alérgicas que responden a otros muchísimos estímulos, como los medicamentos, el látex, el parásito anisakis presente en algunos pescados y mariscos crudos, las semillas de chía, los rayos solares o incluso el agua. Aunque estos alérgenos sean poco comunes, es esencial conocerlas para identificar posibles fuentes inesperadas de alergias y evitar exposiciones innecesarias.
¿Cómo se detecta y trata una alergia?
Especialistas en Alergología como el Dr. Para Martínez se dedican al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades alérgicas. En este sentido, la identificación de esta patología se lleva a cabo a través de diferentes métodos, según el tipo de alergia. Algunos de estos procedimientos de diagnóstico son:
- Prick test o test cutáneo. Método de estudio consistente en aplicar cantidades muy pequeñas de diferentes alérgenos sobre la piel del paciente, normalmente en el brazo, y evaluar sus reacciones ante cada uno.
- Estudio de la concentración de anticuerpos IgE en el plasma del paciente, frente a la presencia de un alérgeno.
- Patch test o prueba epicutánea, empleada para diagnosticar la dermatitis de contacto y consistente en la adhesión de pequeños parches con diferentes alérgenos en la espalda.
Asimismo, el tratamiento de las alergias también varía según el tipo y la gravedad de la enfermedad. Según el Dr. Para Martínez, algunas opciones de tratamiento son:
- La inmunoterapia parenteral, un tratamiento curativo y eficaz para las alergias respiratorias, como la rinoconjuntivitis y el asma.
- Los tratamientos sintomáticos, como los antihistamínicos, los corticoides tópicos nasales y los broncodilatadores.
- Los tratamientos biológicos. Estos son la última alternativa frente a casos graves de asma o urticaria que no responden a otros tratamientos.
- Por otro lado, todos los pacientes que han sufrido en algún momento un episodio de anafilaxia, deben llevar consigo 2 dispositivos de adrenalina autoinyectable, que pueda ser suministrado en caso de experimentar una nueva reacción alérgica de este tipo.
Avances en el tratamiento y prevención
Con todo, ocasiones como el Día Mundial de la Alergia brindan la oportunidad perfecta para aumentar la conciencia sobre esta patología tan normalizada y, a menudo, subestimada. Sobre esto, el Dr. Para Martínez indica que, en las últimas décadas, las enfermedades alérgicas han mostrado una tendencia al alza en todo el mundo. De hecho, los datos indican que, solo en España, casi un cuarto de la población adulta sufre de rinitis alérgica y hasta un 7% de la población padece de asma.
Sin embargo, a pesar del aumento de casos, los avances en la farmacoterapia, la inmunoterapia y los esfuerzos de prevención han logrado contener el impacto de estas enfermedades en la sociedad. Es fundamental continuar promoviendo la investigación y la educación en el campo de la alergología para mejorar la calidad de vida de los pacientes alérgicos.
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